El autor, Nassim Nicholas Taleb, de origen libanés, se define como “empirista y escéptico”. Ensayista de éxito y autor de varios libros. Trader en productos derivados, gestor de Hedge Funds y profesor en la Universidad de Massachusetts. Matemático empírico, analista del comportamiento económico del individuo, investigador de las reglas y la lógica de la suerte, de la probabilidad, del saber y de la incertidumbre.
El término de “Cisne Negro” proviene, según parece, de la expresión latina “un ave rara en la tierra, y muy parecida a un cisne negro”. Esta frase, aludiendo a una declaración de imposibilidad, era muy utilizada en el Londres del siglo XVI. Es obvio que en esta época no se conocía ningún cisne negro. En 1697 se llegó a Australia y se descubrió que los cisnes también podían ser negros.
Esto quiere decir que muchas de las creencias que inicialmente pueden ser irrefutables, incluso por evidencia empírica, en un momento dado se desmoronan, aunque provengan de la observación y la experiencia. Prueba de ello lo tenemos actualmente viendo que cada poco aparece un “Cisne Negro” al estar el mundo intercomunicado como lo tenemos ahora.
Taleb quiere mostrar un mensaje de ceguera respecto a lo aleatorio: “Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro”, que diría Descartes, lo corrobora el autor intentando hacernos aceptar que lo que no sabemos es más importante que lo que conocemos “dedicando más tiempo a las monedas que a los billetes”.
La teoría del “Cisne Negro” es una metáfora que engloba tres postulados: es una rareza, produce un gran impacto y cuando ocurre, se piensa que lo sabíamos. Es decir, es un hecho improbable al estar fuera de lo normal con consecuencias importantes y las explicaciones a posteriori buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto, sin tener en cuenta el azar con lo que se hace explicable y predecible.
Encontrarnos con un “Cisne Negro” no siempre es algo negativo. Es más, los sucesos más importantes de nuestra vida, quizás, han surgido de forma inesperada y sin estar programados. Repase su vida por un momento y verá cuántos eventos cumplen los tres postulados mencionados. Rareza, impacto extremo y predictibilidad pasada. Taleb usa el símil del “Cisne Negro” para explicar este tipo de sucesos que, sin dudarlo, aparecen en nuestras vidas más de lo que pensamos.
Describe multitud de ejemplos, por todos conocidos, que cumplen con el símil al milímetro y, lo curioso, es que no todos son malos: la Primera y Segunda Guerra Mundial, el desplome del Mercado de Valores en 1928, los atentados del 11M, la actual crisis financiera, la crisis inmobiliaria, la crisis puntocom, el descubrimiento del fuego o de la penicilina, el impacto de Internet y la telefonía móvil, Windows, YouTube, Google, Apple, etc.
Según el autor, existen dos tipos de incertidumbres: los sucesos individuales no aportan mucho de forma individual, sino solo de forma colectiva. El otro tipo de incertidumbre es que un suceso individual puede influir de forma desproporcionada en el total. Lo explica muy bien poniendo el ejemplo de dos pueblos que él llama Mediocristán (lugar por excelencia de las matemáticas, la estadística y la teoría de la probabilidad) y Extremistán (lugar donde las matemáticas son menos ortodoxas, donde la estadística y la probabilidad no funcionan bien con lo que es el pueblo de los “Cisnes Negros”).
Un “Cisne Negro” no siempre es algo negativo
El “Cisne Negro” depende de nuestro conocimiento porque a mayor frecuencia de un acontecimiento, menor es la sensibilidad frente a lo inesperado. El profesor Taleb recurre a un ejemplo muy ilustrativo: “el pavo de Russell”. El pavo comía todas las mañanas porque su amo le daba de comer. Dedujo que su amo lo quería mucho por todo el bien que le hacía. Pero llegó el día de Acción de Gracias. Y los pensamientos del pavo no eran los correctos. Por el contrario, su amo sabía perfectamente lo que iba a ocurrir. El pavo estaba ante un “Cisne Negro” pero no así el amo. Por lo tanto, como decía, hay muchas cosas que no conocemos y la aparición de un “Cisne Negro” depende de nuestro conocimiento.
Aunque el
texto es algo amplio, polémico y reta a nuestro sistema de pensamiento,
recomiendo su lectura. El lector se llevará mucho de él.
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