29 de agosto de 2023

La importancia de gestionar bien el tiempo

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“Hay una clase de ladrón a quien la ley deja siempre impune robando lo que es más valioso para el hombre: el Tiempo”. Napoleón.

La queja más común de la mayoría de la gente es la sensación de que el tiempo de que dispone no le resulta suficiente para hacer todo lo que desearía hacer. A unos les da tiempo a hacer todo y a otros no le da tiempo a nada. Y es muy posible que entre unos y otros la diferencia esté en la propia gestión del tiempo. Todo el mundo, sin excepciones, dispone de este recurso escaso y limitado, pero siempre parece insuficiente y resulta imprescindible para cualquier aspiración humana. Utilizar ineficientemente el tiempo genera falta de tiempo. Reconozco que, en el mundo actual, caracterizado por la constante aceleración del ritmo de vida, la tecnología y la globalización, la gestión del tiempo se ha vuelto más desafiante que nunca. Las distracciones son omnipresentes y la sobrecarga de información puede abrumarnos, dificultando la concentración y la productividad. Por tanto, es fundamental desarrollar habilidades para priorizar tareas, evitar la procrastinación y mantener el enfoque en lo verdaderamente importante.

La gestión del tiempo, siendo un recurso invaluable y limitado que influye significativamente en nuestra vida diaria, es la forma en que se decide utilizar el tiempo que se tiene para maximizar la productividad en el logro de ciertos objetivos. Desde el momento en que nacemos hasta el último suspiro, el tiempo es un factor constante que nunca se detiene ni retrocede y, además, no se puede comprar. Aprender a gestionarlo de manera efectiva es esencial para llevar una vida equilibrada, exitosa y satisfactoria. De ahí se desprende que algunas personas logren mayor productividad, éxito y calidad de vida con la misma cantidad de tiempo. Inicialmente el término “gestión del tiempo” se refería al ámbito laboral y empresarial, pero hoy en día engloba también las actividades personales.

1 de agosto de 2023

Tipos de Pensiones que existen

Basándose en un modelo de reparto y de solidaridad intergeneracional, la Seguridad Social no deja de ser un programa de bienestar que proporciona unas determinadas coberturas a todos los habitantes que las necesiten. Uno de los pilares del Estado de Bienestar son las pensiones públicas que garantizan el cobro de unas prestaciones económicas: tal es el caso de la jubilación, viudedad, orfandad o en el supuesto de una enfermedad permanente.

Para acceder a una pensión hay que cumplir una serie de requisitos, siendo el requisito fundamental el haber cumplido unos tiempos mínimos de cotización al sistema. Este criterio es el que hace que las pensiones se dividan en dos tipos: contributivas y no contributivas, teniendo cada una de ellas su propio conjunto de subgrupos que identifican la situación de las personas que las perciben. Estas prestaciones cubren la pérdida de ingresos que sufre una persona cuando pone fin a la etapa laboral. Es importante, por ello, conocer cuándo se tiene derecho al cobro de cada una de ellas.