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15 de noviembre de 2022

"La Riqueza de las Naciones" de Adam Smith

No pongo en duda que el pensamiento económico naciese con la humanidad, pero lo que sí tengo claro es que no será hasta el siglo XVIII cuando se desarrolle como disciplina científica. En ese siglo, en Escocia, tuvo lugar un movimiento cultural denominado la Ilustración Escocesa y que se caracterizó por ser uno de los principales focos de la Europa de la época. Esa cultura sale del país mediante la multitud de obras escritas y por la propia emigración de escoceses a América que se llevarán consigo esas ideas, posteriormente utilizadas por los fundadores de los Estados Unidos de América. Entre todo ese desparrame y desbordamiento de cultura, aparece Adam Smith como el primero y más ilustre de la disciplina económica.

Adam Smith (1723-1790) fue profesor, filósofo, pensador, escritor y economista. Considerado como uno de los representantes de la Ilustración Escocesa, ha pasado a la posteridad como uno de los mayores contribuyentes a la ciencia económica. Aquí, tengo que matizar que Smith no fue únicamente economista, pese a su gran contribución a la materia, porque, en su tiempo, la economía no era una disciplina independiente.

23 de agosto de 2022

La depreciación de una Divisa y sus efectos en la Economía

Foto by pixabay.es
La teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) sobre la fijación de los tipos de cambio establece que los niveles de precio entre dos países deberían ser iguales, determinando el tipo de cambio de equilibrio entre dos monedas a partir de la estructura de precios relativos entre dos economías diferentes. Esto significa que los bienes en cada país costarán lo mismo una vez que las divisas se hayan intercambiado. Sin embargo, esto no es así porque el poder adquisitivo de las divisas es diferente. Como con cualquier activo, existe el valor real de una divisa y el valor nocional, con el que operan los mercados financieros. Según esta teoría, la economía de un país con unos niveles de precios superiores debe experimentar una depreciación de su divisa para compensar su menor competitividad a través de los precios. Por tanto, si una moneda cotiza más cara que el nivel establecido por el cálculo de paridad del poder adquisitivo, diríamos que está sobrevalorada y viceversa. Al final, el objetivo de medir la PPA es hacer comparaciones más eficaces entre dos divisas, ajustándose a las diferencias locales de poder adquisitivo.

En estos últimos meses, por ejemplo, se ha visto cómo el euro ha ido perdiendo valor con respecto al dólar debido a que el mercado se ha ido anticipando a las posibles consecuencias de las políticas monetarias que los Bancos Centrales están poniendo en marcha. No nos olvidemos que las fluctuaciones que experimenten las divisas perturban (y mucho) el mercado de bienes y servicios de la economía cotidiana, por eso, la estabilidad es uno de los principios fundamentales de la política monetaria.

21 de junio de 2022

¿Cómo cambiar un Billete deteriorado?

Foto by pixabay.com
Un billete o papel moneda, que surge en Suecia a mediados del siglo XVII, es un papel impreso o grabado, generalmente emitido por un Banco Central, al que se le asigna un valor pecuniario determinado y se emplea como medio legal de pago, pudiendo reemplazar o complementar a la moneda metálica. El billete está indicado para cantidades mayores de dinero, dejando a las monedas relegadas a un segundo plano en cuanto a valor monetario.

¿Quién no ha tenido en sus manos un billete deteriorado, por cualquier causa, y no ha sabido qué hacer con él? Aunque el papel sobre el que están impresos los billetes tiene una resistencia considerable, su uso normal acaba por desgastarlo. En muchas ocasiones y por diversos motivos, un billete puede llegar a nuestro poder en un estado deplorable: estar roto, faltarle un trozo, estar manchado, pintado, decolorado, mojado o quemado; en definitiva, preocuparnos porque es posible que no nos lo admitan como medio de pago y eso se convierte en un problema, aunque, sea del importe que sea, es válido como papel moneda. Cuando eso ocurre, aunque carezca de ética, hay quien trata de ponerlo de nuevo en circulación para que siga su camino pasando de mano en mano. Pues que sepas que existe una solución y se puede canjear por uno nuevo con el mismo valor en euros. De hecho, toparse con un billete maltrecho es un incidente muy habitual. Tan habitual como que el Banco de España tiene una unidad especializada para eso, denominada Unidad de Análisis de Billetes, que examina más de 100.000 billetes al año, teniendo que destruir cerca de 500 millones de euros de billetes que no cumplen con los estándares de calidad para estar en circulación y usarse como medio de pago.

11 de enero de 2022

España cumple dos décadas con el Euro como moneda

Foto by pixabay.com
Buscando una mayor estabilidad económica y un comercio transfronterizo más cómodo, a finales de los años ochenta, en Europa, se propuso una unión económica y monetaria. Así, 11 países (posteriormente se irían añadiendo más, hasta un total de 19) crearon una nueva moneda: el euro (nombre que se decidió en el Consejo Europeo celebrado en Madrid en diciembre de 1995 y que significa viento de Europa que sopla del este hacia el oeste). Su símbolo gráfico (€) se inspira en la letra griega épsilon y remite a la primera letra de Europa, representando las líneas paralelas la estabilidad de la nueva moneda. El 31 de diciembre de 1998 se fijaron sus tipos de cambio irrevocables poniendo en manos del Banco Central Europeo (BCE) la política monetaria. El 1 de enero de 1999 nació el euro como moneda común, siendo el sucesor del ECU o Unidad Monetaria Europea (European Currency Unit) teniendo una paridad de 1:1.

Al principio, el euro únicamente se usaba para fines contables como moneda escritural (por ejemplo, desde el 1 de enero de 1999 la negociación de los valores bursátiles se realiza exclusivamente en euros) abriéndose un periodo de transición de tres años para, de una forma gradual, retirar las monedas nacionales dando paso a las monedas y billetes en euros. Recae sobre los gobiernos nacionales la responsabilidad de las monedas, pero es el BCE quien aprueba, de forma anual, el volumen de monedas y billetes que se han de emitir.

El 1 de enero de 2002, después de un plan de comunicación integral para concienciar a la población del cambio monetario, comenzó la circulación de la nueva moneda con un despliegue nunca visto: al segundo día, el 96% de los cajeros automáticos de la zona euro ya dispensaban billetes de euro. Una semana después, las transacciones monetarias en efectivo ya se realizaban en la nueva moneda. Aunque hubo una campaña promocional sin precedentes, hubo que dejar de pensar en pesetas y aquello no fue fácil, menos mal que nos ayudaron las calculadoras conversoras y la equivalencia aproximada de que 1.000 pesetas eran 6 euros. Los billetes y monedas nacionales dejaron de ser de curso legal el 28 de febrero de 2002 pero se podían cambiar en cualquier banco o caja de ahorro hasta el 30 de junio (ya saben: 1 euro = 166,386 pesetas). Después de esa fecha, las pesetas se pudieron canjear a euros en el Banco de España, después de varias prórrogas, hasta el 30 de junio de 2021. Ahora, la peseta no puede ser cambiada por ninguna otra moneda de curso legal a no ser que se haga a través del mercado no regulado del coleccionismo; perdiendo, por tanto, su valor nominal o facial, manteniendo el intrínseco y el numismático.

29 de junio de 2021

Reflexiones sobre el Valor del Dinero

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El dinero es el medio universal de pago, aceptado en todo el mundo y el que evitó seguir usando el trueque en las transacciones económicas. De esta forma, el que quiere un servicio o un bien simplemente lo paga y se evita el siempre engorroso intercambio.

En los orígenes, el dinero estaba respaldado por un patrón de oro, es decir, una pieza de oro, con un peso estándar y conocido previamente que equivalía a una cantidad fija de dinero. Así, tenía que existir tanta reserva de oro como dinero en circulación. Y aquí el primer problema: si un Estado quería poner en circulación más dinero, tenía que adquirir más oro por lo que las políticas monetarias se complicaban mucho cada vez que surgía un problema económico inesperado. En los años 70, EE.UU. impuso un nuevo sistema al salirse del “patrón oro” llamado “curso legal” y que hoy en día es aceptado universalmente. De esta forma llegamos a lo que se denomina moneda de curso legal” que no es otra cosa que la forma de pago que un Estado o conjunto de Estados han declarado válida como medio legal de pago y de cancelación de deudas.

El dinero en efectivo va cambiando su valor con el tiempo. ¿Por qué? Por la inflación, por la devaluación, por el riesgo… Teniendo clara esta premisa, se puede definir una de las teorías más importantes de las finanzas: mientras que el precio del dinero permanece constante, su valor fluctúa con el paso del tiempo. Siguiendo con el razonamiento, al hacer una inversión hoy, deberá aumentar su valor a futuro y por lo tanto su precio. Es decir, el dinero, para no perder poder adquisitivo, deberá generar una renta superior a la inflación a modo de semilla que se siembre, se reproduzca y dé fruto. Si se quiere obtener beneficio con él, se le prestará a alguien, ese alguien lo utilizará para lo que sea menester: llámese negocio, compra de pasivo o activo, planes de depósito, fondos de inversión o un largo etcétera, todos ellos basados en el concepto de la variación del dinero en un futuro. La inversión lleva siempre aparejado un riesgo que es directamente proporcional al beneficio que se desea obtener porque el riesgo es la incertidumbre que envuelve al futuro.

7 de diciembre de 2020

Réquiem por la Peseta

Monumento a la peseta. Fuengirola
La primera pieza que se acuñó como “peseta”, todavía sin ser la moneda oficial, fue en Barcelona en el año 1808 durante la dominación napoleónica. No sería hasta después del destronamiento de Isabel II cuando el ministro de Hacienda del Gobierno Provisional (Laureano Figuerola), el 19 de octubre de 1868, mediante un decreto, instaura la peseta como unidad monetaria de España, centrando toda su producción en la Ceca (casa de la moneda) de Madrid, hoy la FNMT-RCM (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda). Hasta la aparición del euro, se han acuñado ahí todas las pesetas que han estado en circulación. En julio de 1874 será cuando aparezca la primera emisión de papel moneda en pesetas, momento en el que se concede al Banco de España la exclusividad para emitir billetes. Desde 1941 la producción de papel moneda recayó en la FNMT-RCM. Cada moneda y cada billete han reflejado en su anverso y reverso una instantánea del arte, la política, la religión, la economía, la cultura y la historia del momento en que se acuñaba.

La peseta ha sido la moneda de curso legal en España hasta el 31 de diciembre de 2001 dando paso a la entrada del euro el 1 de enero de 2002 y conviviendo ambas monedas hasta el 28 de febrero de 2002, pudiendo ser cambiadas por euros en cualquier banco o caja de ahorros hasta el 30 de junio, estableciéndose el tipo de cambio de 1 euro = 166,386 pesetas. A la llegada del euro, había en circulación billetes y monedas en pesetas por valor de 48.750 millones de euros. Las autoridades monetarias establecieron que las monedas y billetes de peseta podían ser canjeadas en cualquier oficina del Banco de España por euros, sin coste adicional, hasta el 31 de diciembre de 2020 al tipo de cambio original. Debido a las dificultades de cambio que ha habido durante estos meses, el Banco de España ha decidido ampliar el plazo de cambio hasta el 30 de junio de 2021. Después de esa fecha, la peseta no podrá ser cambiada por ninguna otra moneda de curso legal a no ser que se haga a través del mercado no regulado del coleccionismo; perdiendo, por tanto, su valor nominal o facial, manteniendo el intrínseco y el numismático.

Coloquialmente hablando, a la peseta se le ha llamado pela, rubia o cala. A la moneda de 5 céntimos se le llamaba perra chica, a la de 10 céntimos perra gorda, a la de 25 céntimos real, a la de 50 céntimos dos reales, a la moneda de 5 pesetas duro, a la moneda de 100 pesetas 20 duros, al billete de 1.000 pesetas se le conocía como talego o billete verde, al de 5.000 pesetas como billete de 1.000 duros y 1 millón de pesetas se le conocía como 1 kilo porque mil billetes de 1.000 pesetas pesaban 1.000 gramos.

27 de julio de 2020

El devenir del Dinero


En este mundo, si algo hay paradójico es el dinero: no tiene valor por sí mismo, pero es el bien más codiciado; no tiene fuerza, pero es capaz de mover el mundo; la salud es lo más importante, pero se cambiaría un proceso gripal por una buena cuenta corriente; el dinero no te da la felicidad, pero te deja a un paso de ella… Qué razón tenía Quevedo cuando escribía “Y pues es quien hace iguales / al rico y al pordiosero, / poderoso Caballero es don Dinero”. No importa si se tiene por su origen o por pedir limosna. Al fin y al cabo, el tener dinero es como la muerte: a todo el mundo iguala. Ya en la Edad Media, el Arcipreste de Hita escribió en su miscelánico “Libro del Buen Amor”: “El dinero es alcalde y juez muy alabado, / es muy buen consejero y sutil abogado, / alguacil y merino, enérgico, esforzado; / de todos los oficios es gran apoderado”.

Hablar de dinero es pensar en monedas y billetes, pero no siempre ha sido así. Es más, hoy tampoco es así. En las economías de subsistencia se intercambiaban bienes o servicios mediante el trueque y ese era su medio de pago. Comprador y vendedor tenían que ponerse de acuerdo y estar interesados en los bienes que ofrecía cada parte. El trueque no era más que ofrecer lo que se tiene de sobra para recibir lo que a otro también le sobra. Lógicamente, tenía que existir la necesidad de aquello que en exceso poseía uno y al otro le hacía falta. La humanidad siempre ha hecho lo posible por cubrir sus necesidades. El intercambio entre dos productos era muy sencillo, pero se complicaba mucho cuando el número de bienes y servicios comenzó a ser bastante amplio.

23 de abril de 2020

El entorno financiero en El Quijote


Don Quijote de la Mancha, nuestro libro más universal, ha sido considerado como un símbolo de España. Tanto es así que algunos autores lo mencionan como nuestro embajador universal porque muestra la realidad de una época. En un principio, se leyó como una obra más o menos cómica atendiendo a las aventuras y desventuras del caballero y su escudero. Con el tiempo, se reconoció su valor trascendental y se han ido extrayendo grandes enseñanzas quedando, incluso, como el gran libro de citas célebres.

Miguel de Cervantes nos muestra el panorama y las condiciones socioeconómicas españolas de la época (siglos XVI y XVII) poniéndolas en boca de Don Quijote y Sancho. Nunca habla de la época en que los protagonistas realizan sus aventuras, pero es de suponer que autor y personajes eran contemporáneos. Esa época, forma parte del comienzo de la decadencia económica de aquel país “en el que nunca se ponía el sol”. Cervantes, en este caso, ha sido relegado por su personaje y, así, es más común oír hablar de la “época del Quijote” que de la “época de Cervantes”.