28 de enero de 2021

"El arte de la guerra", de Sun-Tzu

EL ARTE DE LA GUERRA está considerado como el mejor libro de estrategia y táctica militar. Su particularidad radica en que ninguna de sus máximas ha quedado desfasada y siguen vigentes en la actualidad. Siendo así, no se puede considerar como un libro sobre la guerra, pero sí un tratado que permite identificar un conflicto y buscar su solución: “la mejor victoria es vencer sin combatir”. Fue escrito hace 2.500 años por el general, estratega, político y filósofo chino Sun-Tzu. Fue libro de cabecera para personajes como Napoleón, Maquiavelo y Mao Tse-Tung; siendo, en nuestros días, de aplicación en el mundo de la empresa, los negocios y la diplomacia. El samurái Mushashi lo usó como base para escribir el famoso y más importante tratado japonés sobre la guerra: “Libro de los cinco anillos”.

Llega a Europa poco antes de la Revolución Francesa de la mano del jesuita Jean Joseph-Marie Amiot con el título de “Art Militaire des Chinois”. Desde entonces, se han hecho multitud de traducciones nombrando a su autor como Sun Wu o Sun Tzi, sin embargo, éstos, fueron seguidores.

El texto inicial se mantuvo por la tradición con bastante exactitud hasta que en 1972 se descubrió un ejemplar en muy buen estado de conservación al norte de China, fechado 130 años antes de Cristo. A partir de ahí, se han hecho las pertinentes correcciones al texto modernizando la fraseología e imponiendo mucho más sentido sin modificar la idea fundamental.

25 de enero de 2021

Los coeficientes Alfa, Beta y Volatilidad

Los coeficientes Alfa, Beta y Volatilidad forman parte de los denominados indicadores cuantitativos cuya misión es cuantificar el riesgo de una inversión. Si bien el Alfa y la Beta son indicadores que sirven de referencia a los inversores más experimentados, no es motivo para que el inversor doméstico, particular o minorista no sepa qué función desempeñan, aunque no aporten la evolución exacta del activo financiero ya que se calculan a partir de datos históricos, en función del comportamiento que han tenido en el pasado junto a su Volatilidad.

Los tres indicadores son válidos para cualquier tipo de activo financiero: bien sea una acción, una cartera, un índice o un fondo de inversión, siendo una referencia que juntas indicarán si es recomendable o no entrar en un activo anteponiéndonos a los riesgos que se puedan contraer.

No enunciaré ninguna fórmula de cálculo para ninguno de los indicadores entendiendo que no son significativas ni representativas ya que sus valores se pueden obtener de cualquier página especializada en finanzas.

21 de enero de 2021

Novedades fiscales para el 2021

Los recién estrenados Presupuestos Generales del Estado, los anteriores datan de 2018, traen consigo importantes y relevantes alzas fiscales en el impuesto del IRPF, del IVA y el de Sociedades. Sobre todo, se verán afectadas las rentas altas y las grandes empresas, aunque el consumidor medio, el inversor doméstico y las gigantes tecnológicas internacionales también verán incrementados el pago de impuestos en uno u otro sentido.

Las principales novedades tributarias introducidas por la Ley 11/2020, de Presupuestos Generales del Estado para 2021, se resumen en el siguiente enlace de la Agencia Tributaria. Entre las novedades destaca la modificación general del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y sus escalas, los tipos de gravamen del ahorro en el IRPF, la escala de retenciones e ingresos a cuenta aplicable a los perceptores de rentas del trabajo, los límites de reducción en la base imponible de las aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social; las modificaciones al Impuesto de Sociedades, al IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), al Impuesto sobre el Patrimonio y al IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas).

18 de enero de 2021

Impuesto sobre las Transacciones Financieras

James Tobin
El ahorro es uno de los cimientos de la prosperidad al nacer de él la inversión y la acumulación de capital para incrementar la productividad. No exento de impuestos, se le grava a través de las rentas del capital y a través de la tributación patrimonial. Atendiendo a esas dos premisas, tributa por el IRPF, por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, por el Patrimonio y, ahora, se le añadirá el Impuesto sobre las Transacciones Financieras, que se devengará en el momento de la anotación registral de los valores a favor del comprador en su cuenta. Entró en vigor el día 16 de enero de 2021, es decir, transcurridos tres meses desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Este impuesto, que no es una tasa (tributo que paga un consumidor por el uso de un bien o servicio de dominio público), no es algo que surja de las nuevas inspiraciones recaudatorias, ya se creó algo parecido en el año 1694 en la Bolsa de Londres, el Stamp Duty o Tasa de la Reina, con la implantación de un impuesto de sello pagadero por el comprador de las acciones, que debía acompañar al documento oficial para formalizar la compra. Posteriormente, lo propuso Keynes, en Wall Street, para evitar la especulación excesiva de los traders que con sus operaciones aumentaban considerablemente la volatilidad de los Mercados y James Tobin, como buen discípulo, asumió como buena la idea de su maestro y la migró de los Mercados Financieros a los Mercados de Divisas. Tal fue la popularidad del impuesto que se le puso el nombre de “Tasa Tobin”. J. Tobin, estudioso de la política monetaria y fiscal, de las inversiones y de los Mercados Financieros, defendió la idea de que los gobiernos debían de intervenir en la economía de los países con el fin de estabilizar la producción total y evitar las recesiones.

11 de enero de 2021

La Bolsa española despide el 2020 como la peor plaza de Europa

El 2020, conocido ya como el año del COVID-19, termina dejando un lienzo bursátil desigual donde la volatilidad ha sido su marca de identidad. Las Bolsas mundiales cierran un ejercicio donde se han visto caídas muy fuertes, en un fugaz periodo de tiempo, para luego llegar las recuperaciones y tocar, en algunas plazas, niveles máximos nunca vistos. En un principio, el miedo colapsó los Mercados Financieros para después regenerarse; incluso algunos sectores, como el tecnológico, acumulan unas plusvalías que hacen pensar que la crisis sanitaria nada ha tenido que ver con ellos.

El estallido de la crisis sanitaria pilló por sorpresa a inversores y analistas provocando un derrumbe de todos los Mercados, incluyendo activos como el oro que se consideran refugio en época de turbulencia financiera. Ante tal inédita situación, las autoridades monetarias, económicas y sanitarias reaccionaron de una forma coordinada, como nunca se había visto, para atajar un problema económico de tal magnitud que podría haber sido mayor si no se hubiesen tomado ciertas medidas tan contundentes y drásticas.

La caída bursátil del pasado mes de marzo fue de tal envergadura, que la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra inundaron el Mercado de liquidez monetaria para que a partir de ese momento diese comienzo la recuperación bursátil. Con esa inyección de liquidez, que no viene de ahora sino de la anterior crisis monetaria, se consiguió que se pudiese emitir más deuda, abaratando el crédito y reduciendo el pago de la Renta Fija, lo que provocó un apetito por los activos de más riesgo donde se encontró más rentabilidad.

7 de enero de 2021

¿Qué es el Efecto Enero?

La tarea más difícil del inversor es, sin lugar a duda, predecir, en lo que a rentabilidad se refiere, la evolución que tendrá un activo financiero. Para intentar solucionar este problema se han hecho estudios de toda índole. Uno de los más curiosos, bajo mi punto de vista, es el que se ha realizado sobre lo que los expertos denominan pautas estacionales, anomalías estacionarias o anomalías del calendario obteniendo como resultado que, en ciertas épocas del año, los rendimientos obtenidos son superiores al resto. En esta ocasión me estoy refiriendo a la pauta estacionaria llamada efecto enero pues, enero es un mes seguido por los inversores.

Además de las citadas anomalías nos encontramos con algunas que no dejan de ser curiosas y que están avaladas por estudios: los días de luna llena son los preferidos por los inversores para invertir, aconsejan cerrar posiciones los viernes para abrirlas los lunes. En fin, aunque algunos no crean en ellas hay que considerar que no es posible negar su evidencia y, en la mayoría de los casos, sus resultados.

Atendiendo a lo dicho, se puede decir que el efecto enero es una pauta estacional que consiste en que, según estudios empíricos, durante este mes se producen rentabilidades positivas respecto a las rentabilidades del resto de meses del año. Según estos estudios, este efecto se ha cumplido en la inmensa mayoría de las ocasiones. Por si fuera poco, este efecto marcará el comportamiento que tendrá la Bolsa durante todo el año pues se dice que si enero es alcista el año lo será también.

4 de enero de 2021

Qué es el Scrip Dividend y en qué se diferencia del Dividendo

El dividendo es esa parte de los beneficios o reservas de una sociedad que se reparte entre los accionistas como remuneración al capital invertido, siendo proporcional al número de acciones en posesión y al tipo de éstas.

La crisis está haciendo estragos y las compañías también están pasando lo suyo, hasta tal punto que han optado por eliminar el dividendo en efectivo y lo han sustituido por otra fórmula de retribución denominada Scrip Dividend.

El Scrip Dividend (dividendo en acciones) es otra alternativa más que tienen las empresas para retribuir a sus accionistas siendo, por cierto, desde hace algún tiempo, bastante habitual entre las cotizadas españolas, asignándole nombres como “Dividendo Elección”, “Dividendo Opción”, “Dividendo Flexible” … Su mecánica de funcionamiento no es compleja, pero sí puede entrañar alguna dificultad su entendimiento y por qué las compañías, en un momento determinado, se decantan por este tipo de retribución.

La empresa, en vez de repartir los beneficios destinados a los dividendos, opta por hacer una Ampliación de Capital totalmente liberada, asignándole al inversor tantos derechos como acciones tiene para, al finalizar el proceso, aumentar la compañía el número de acciones en circulación. Los derechos cotizarán en el Mercado y estarán sujetos a la ley de la oferta y la demanda. La compañía anunciará el precio de partida de cada derecho que será el mismo al que la empresa se compromete (o no) a pagar al accionista que quiera venderle sus derechos. Indicará también la proporción del factor de canje y el calendario que seguirá el proceso del Scrip Dividend.