De la misma forma que existen las ventas a crédito, también
están las Compras a Crédito. Ambas forman parte de las operaciones
a crédito que se usan para que se pueda realizar una operación de contado, Para
ello, alguien le tiene que prestar al inversor los títulos necesarios (venta a
crédito) o el dinero (compra a crédito).Las compras a crédito permiten al inversor, con una visión
alcista del Mercado, operar por un importe superior de efectivo que no se dispone
en ese momento. Es decir, se tiene previsto realizar una operación de contado,
pero no se dispone del dinero suficiente para materializar dicha operación.
Para ello, no queda más remedio que conseguir el efectivo necesario pidiéndolo
prestado a una entidad. Automáticamente, se le añade a la operación un alto
componente especulativo pues se está usando un producto típico de
apalancamiento financiero.
Por tanto, una compra a crédito es una operación sumamente
sencilla: equivale a una operación de contado con un componente apalancado que
es lo que hará que, en este tipo de operaciones, se necesite tener un
conocimiento más profundo del Mercado y saber actuar con rapidez y suma
precisión a la hora de abrir o cerrar la posición. Comprar es fácil, vender es
más complicado.