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7 de septiembre de 2023

El reto de los autónomos a la hora de planificar su jubilación

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Ante el aumento de la esperanza de vida y la evolución de la demografía, la planificación de la jubilación para un autónomo (o trabajador por cuenta propia) es esencial para asegurarse un futuro financiero estable una vez que llegue el momento de retirarse. Esa planificación lleva consigo el abordaje de una parte esencial del ciclo vital, pudiendo llegar a tener una duración de más de 20 años, periodo en el que se debe de gozar de una vida con una holgura económica similar a la época en que se estuvo en activo.

A diferencia de los trabajadores asalariados que cotizan al Sistema de Seguridad Social, los autónomos generalmente tienen que asumir la responsabilidad de su propia jubilación porque depende de ellos su Base de Cotización. Además, su pensión es un 40% inferior si se compara con la de los trabajadores bajo el Régimen General.

1 de agosto de 2023

Tipos de Pensiones que existen

Basándose en un modelo de reparto y de solidaridad intergeneracional, la Seguridad Social no deja de ser un programa de bienestar que proporciona unas determinadas coberturas a todos los habitantes que las necesiten. Uno de los pilares del Estado de Bienestar son las pensiones públicas que garantizan el cobro de unas prestaciones económicas: tal es el caso de la jubilación, viudedad, orfandad o en el supuesto de una enfermedad permanente.

Para acceder a una pensión hay que cumplir una serie de requisitos, siendo el requisito fundamental el haber cumplido unos tiempos mínimos de cotización al sistema. Este criterio es el que hace que las pensiones se dividan en dos tipos: contributivas y no contributivas, teniendo cada una de ellas su propio conjunto de subgrupos que identifican la situación de las personas que las perciben. Estas prestaciones cubren la pérdida de ingresos que sufre una persona cuando pone fin a la etapa laboral. Es importante, por ello, conocer cuándo se tiene derecho al cobro de cada una de ellas.

23 de mayo de 2023

Mejorar la Pensión Pública... sí se puede

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Según datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), la tasa de preocupación de los españoles por el futuro de las pensiones ha aumentado. La mayoría de los trabajadores opina que la pensión que recibirán en el momento de jubilarse no será suficiente para mantener su actual nivel de vida. Ante ese escenario tan preocupante, lo recomendable es cambiar el pensamiento y en vez de obsesionarse por la pensión lo que se debe de hacer es ocuparse de ella.

Todas las reformas que se están llevando a cabo son cortoplacistas. Son cortoplacistas porque los políticos, sean del punto cardinal que sean, lo único que hacen es poner parches sin poner en riesgo las perspectivas electorales porque ven en las pensiones una máquina electoral capaz de modificar la intención del voto. En su momento, iban a enviar una carta a los mayores de 50 años indicándoles la pensión estimada. Aquella carta nunca se echó a Correos y ahora ya no es el momento de hacerlo. Por eso, lo mejor es diseñar un plan para complementar la pensión pública, así como elegir el momento más propicio para jubilarse.

Una de las principales decisiones que tiene que tomar el trabajador es qué fecha elegir para el momento de la jubilación porque de ella dependerá, en gran medida, la cuantía de la pensión. La legislación actual establece tres opciones para poner fin a la extensa carrera laboral: la edad ordinaria de jubilación, anticipar la edad de retiro o demorarla.

20 de diciembre de 2022

La Fábula de la Cigarra y la Hormiga aplicada a las finanzas

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La fábula de la cigarra y la hormiga, atribuida a Esopo (fabulista de la Antigua Grecia) y adaptada por La Fontaine (fabulista francés) y por Samaniego (fabulista español), es conocida por todo el mundo. Mientras que la hormiga se pasó todo el verano trabajando para recoger alimento para el invierno, la cigarra se lo pasó al sol y cantando y, además, criticando y riéndose de lo que la hormiga hacía. Cuando llegó la época del frío, la cigarra no tenía nada que comer y decidió pedirle prestado alimento a la hormiga con el propósito de devolverle lo prestado en el verano siguiente. La hormiga no accedió a lo solicitado recriminándole lo holgazana que había sido durante el verano, dándole el consejo de que para poder disfrutar en el futuro hay que trabajar en el presente.

El refranero español y la cultura popular están cargados de dichos y relatos con moralejas muy similares a la que acuña esta fábula. La enseñanza que entraña puede ser aplicada a múltiples facetas de la vida, incluidas las finanzas. No cabe duda de que una parte muy importante de las finanzas es todo lo relativo al ahorro y al trabajo y, dentro de las finanzas personales, una de las partes más importantes es la que se dedica al ahorro de una parte de los ingresos ordinarios, especialmente cuando la situación es favorable, para, en los tiempos difíciles, disponer de una reserva. No he dicho nada nuevo, pero la mayoría de las personas, sabiéndolo, gastan los ingresos recurrentes pensando que la forma de ahorrar es lo que sobra del gasto, y no es así.

22 de febrero de 2022

Durante la jubilación también hay vida financiera

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El sistema de pensiones siempre ha actuado como garante de unos ingresos suficientes para aquellas personas que alcanzaban la edad de jubilación. La tasa de sustitución (relación porcentual entre la pensión y el último sueldo) ha sido durante muchos años superior al 80%. Poco a poco, esa tasa de sustitución se ha ido reduciendo y las previsiones para los próximos años son que siga descendiendo. Las reformas que se han llevado a cabo y las venideras han ido e irán encaminadas a hacer un sistema de pensiones sostenible a base de reducir la pensión dineraria. Por culpa de la cuestionada sostenibilidad, habrá que recurrir al ahorro privado para aumentar en todo lo posible esa tasa de sustitución que está en caída libre, llevando consigo que los ahorradores busquen fórmulas para complementar su jubilación.

Durante la etapa de acumulación, el principal riesgo es la falta de crecimiento del capital. Por el contrario, durante la jubilación los principales riesgos son la longevidad, la inflación y la retirada de fondos propios en épocas donde los mercados sean bajistas, ayudando a agotar anticipadamente las reservas de capital.

El desgaste y las malas previsiones sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones han hecho que la mayoría de los ahorradores/inversores se planteen la planificación de su jubilación. Por ese motivo, hay muchos jubilados que han decidido mantenerse invertidos una vez que han llegado a su edad dorada, con la intención de seguir dándole valor a sus ahorros y así evitar que la inflación les vaya disminuyendo la capacidad de poder adquisitivo. En esta etapa, al no tener las mismas necesidades que en la etapa de acumulación, es necesario elaborar un nuevo presupuesto con los importes de las fuentes de ingresos, gastos y, como no, seguir con el hábito del ahorro para evitar posibles problemas financieros durante de jubilación. Los ahorros que no se disponga de ellos tendrán que seguir generando intereses porque puede ocurrir que los gastos superen a los ingresos. Si el monto acumulado se gasta antes de tiempo habrá que conformarse con la pensión pública y en ese caso sí que habrá que adaptar la vida financiera únicamente al subsidio recibido.

8 de febrero de 2022

¿Qué es la Libertad o Independencia Financiera?

Todos, alguna vez, hemos usado la expresión “vivir de las rentas” como petición de uno de nuestros deseos para el futuro, pero vivir sin trabajar o sin tener que hacerlo por obligación, la mayoría de las veces, se queda simplemente en un deseo. Esa idea, que le pone lo dientes largos a muchos ahorradores y es un auténtico furor en las redes sociales, es muy tentadora y ha sido bautizada como Libertad Financiera o Independencia Financiera por Robert Kiyosaki en su libro Padre Rico, Padre Pobre. Kiyosaki mantiene que, con la adecuada cultura financiera, cualquiera puede ser capaz de llegar a la independencia financiera. La misma idea, pero expresada de otra forma, la corroboró el archiconocido inversor Warren Buffett diciendo que “si usted es un ahorrador ligeramente superior al promedio, gastando menos de lo que gana, a lo largo de su vida, no podrá evitar hacerse rico”.

Lo normal es que las personas reciban un sueldo para sufragar los gastos que ocasiona la vida a cambio del trabajo que realizan. En realidad, los ingresos vienen porque se intercambia el tiempo, la sabiduría o las habilidades por un sueldo. Sin embargo, la libertad o independencia financiera es recibir los ingresos suficientes que permitan vivir, asumiendo todos los gastos que se generen, sin la necesidad de invertir el tiempo en el trabajo para obtener una remuneración. Ser financieramente independiente se puede conseguir si sucede que: exista una cantidad de dinero suficiente como para no trabajar o tener la cantidad de activos suficientes como para que los beneficios pasivos (aquellos ingresos que se reciben sin la realización de un esfuerzo) sean capaces de sufragar la totalidad de los gastos.

25 de enero de 2022

El importe de la Pensión de Jubilación también dependerá de nosotros mismos

Foto by pixabay.com
La vida está plagada de incertidumbres, estando relacionadas con el futuro económico personal gran parte de ellas. Los sistemas públicos de pensiones, con el tiempo, debido al cambio demográfico y a factores económicos, han ido adquiriendo desequilibrios. El aumento de la esperanza de vida es directamente proporcional al pago de pensiones durante más tiempo. De igual modo, el descenso de la natalidad anticipa una reducción futura de cotizaciones para pagar las pensiones estatales del futuro. Cuando se ideó la viabilidad del sistema en vigor nunca se pensó, por ejemplo, que podrían coincidir hasta dos generaciones recibiendo una pensión pública, y no me refiero a que esta situación surja de una forma esporádica: según va pasando el tiempo ocurre con más frecuencia.

Durante la etapa laboral, se realizan aportaciones con el fin de abonar las pensiones públicas de los jubilados existentes en ese momento; cuando finaliza esa etapa, el proceso se invierte y sigue sucediendo lo mismo, con la diferencia de que serán otros trabajadores los que hagan las aportaciones pertinentes para que aquellos trabajadores iniciales cobren su merecida retribución pública. Respecto a los factores económicos que decía, se reflejan perfectamente en el déficit del sistema en tanto que los gastos superan a los ingresos según estaban establecidos, provocando, ya lo hemos visto, la liquidación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. La falta de previsión induce a que el sistema público se vea abocado al fracaso, quedando como casi única solución complementar la pensión con el ahorro privado. Cuando hablo de fracaso no me refiero a quiebra, porque las pensiones nunca quebrarán si el Estado no lo hace antes, me refiero a que las cuantías no serán equiparables a las actuales rozando la posibilidad de que no sean capaces de satisfacer las necesidades básicas financieras. Ni qué decir tiene que la pensión pública no será capaz de conseguir el nivel de vida de la época en que se estuvo en activo.

2 de noviembre de 2021

Seguridad Social, ¿Reparto o Capitalización?

La Seguridad Social es el pilar de nuestro sistema de protección de prestaciones de asistencia sanitaria y pensiones. Sin embargo, ya son muchos los economistas especializados en sistemas de financiación, los que anticipan una posible quiebra de la Seguridad Social en los países más desarrollados. España, según ellos, tampoco es ajena a este problema debido a que la población está envejeciendo al aumentar la esperanza de vida, lo que impide que el dinero que se recaude de los trabajadores en activo, en el futuro, sea insuficiente para cubrir el monto necesario para sufragar las pensiones de los mayores. Añaden, también, el desconocimiento generalizado en materia de pensiones públicas y la falta de concienciación de una población que da por hecho que alguien vendrá que lo arreglará.

Nuestra Seguridad Social data de 1883 cuando la Comisión de Reformas Sociales de la época realizó los primeros estudios. De aquellos vientos, en 1908, surge el Instituto Nacional de Previsión y aparecen los primeros sistemas de cotización obligatoria. Poco a poco van surgiendo diversas coberturas obligatorias como el Seguro para el Retiro Obrero (1919), Seguro Obligatorio de Maternidad (1923), Seguro de Paro Forzoso (1931), Seguro de enfermedad (1942) y el SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidad) en 1947. No dejan de aparecer mutualidades laborales, pero todo era insuficiente hasta que en 1963 surge la primera Ley de Bases de la Seguridad Social, precursora de la Ley General de la Seguridad Social que entra en vigor el 1 de enero de 1997 siendo el inicio de nuestro actual sistema de Seguridad Social descrito en el artículo 41 de la Constitución como un “régimen público”.

Posteriormente, se han ido realizando ampliaciones y modificaciones ante la insostenibilidad del sistema hasta que se incluye en los Presupuestos Generales del Estado, suscribiéndose en 1995 el Pacto de Toledo con la intención de garantizar el futuro de las prestaciones. Este Pacto incorpora grandes cambios como la creación de un Fondo de Reserva con los excedentes de ingresos, un sistema de financiación independiente, prestaciones no contributivas y mecanismos de jubilación flexibles. Las Pensiones Públicas son un derecho de los ciudadanos que nuestra Constitución recoge en su artículo 50: “Los poderes públicos garantizan, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”. Por lo tanto y sin lugar a duda, tienen más riesgo de quiebra los Fondos Privados de Pensiones.

3 de agosto de 2021

La inviabilidad del Sistema de Pensiones en la España Rural

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Envejecer no es una opción, pero sí es algo individual y diferente. Es cierto que la época de la historia en la que se ha vivido, el lugar, la cultura, la forma, el sexo y la compañía son unos parámetros que condicionan el envejecimiento personal. Jubilarse en el mundo rural nada tiene que ver con hacerlo en el mundo urbano. Muchos de los jubilados que viven en el mundo rural, porque nunca lo abandonaron, no han roto de forma total con la actividad que desarrollaron durante su vida activa, pero tampoco lo desean: ha sido su medio de vida. El modelo de envejecimiento rural es diferente al urbano, atendiendo a que la mayoría de los mayores han quedado solos porque todos sus hijos han participado del éxodo rural, transformando las estructuras familiares sociales de nuestros pueblos.

Una de las grandes aspiraciones para la mayoría de los españoles es la posibilidad de cobrar una pensión con la que satisfacer sus necesidades financieras, después de haber cumplido religiosamente con los años de cotización obligatorios que estipula la Seguridad Social, suponiendo un gran alivio y satisfacción para muchos trabajadores. Todos ellos se preguntaron, y los que estamos en activo en la actualidad nos lo preguntamos ahora, si cuando llegue a la edad dorada se podrá llevar la vida a que se aspira. La respuesta nunca fue fácil (ahora tampoco) porque influyen multitud de factores. La procedencia de los ingresos de los mayores rurales se observa que el 75% de sus rentas provienen de la pensión de jubilación.

2 de noviembre de 2020

El dinero también sirve para comprar tranquilidad

El pasado 31 de octubre, de una forma prácticamente desapercibida, se celebró el Día Mundial del Ahorro. Esta iniciativa, instituida por el Congreso Internacional del Ahorro en 1924, pretende movilizar a la ciudadanía hacia una mejor planificación de las finanzas personales y familiares intentando desarrollar una mayor consciencia de que el consumismo desmesurado no es compatible con el ahorro. En nuestro país, esta iniciativa no ha tenido demasiado eco, atribuyéndolo los expertos a que se celebra en las vísperas de un día festivo de gran arraigo popular como es el día de Todos los Santos y, de forma mediática, tampoco tiene demasiada importancia al diluirse entre la noticia del cambio horario y de cómo este hecho influye en el ahorro energético. El caso es que ese día, en Twitter, apenas si había alguna pequeña referencia con el hashtag #DíaMundialDelAhorro o #DíaDelAhorro.

La capacidad del ahorro es inversamente proporcional al gasto: a mayor gasto, menor ahorro. Una buena prueba de ello la tenemos con el aumento de la tasa de ahorro justo cuando la crisis nos azotó con más virulencia; según ha ido llegando la recuperación económica el ahorro de las familias se ha ido reduciendo en la misma proporción que ha ido aumentando el gasto. Ahora, en época de pandemia, con el confinamiento, la capacidad de ahorro no ha aumentado, lo que ha ocurrido es que ha disminuido la capacidad de consumo. Ese ahorro latente se convertirá en consumo en cuanto finalice el periodo de confinamiento, por eso no se puede considerar “ahorro para el futuro” como tal. Tanto es así, que la tasa actual del ahorro en España es cuatro puntos inferior a la media europea.

6 de julio de 2020

Mochila Austriaca vs. Cuentas Nocionales


Cualquier encuesta que se precie, a la pregunta sobre qué nos preocupa a los españoles, saldrá una amplia mayoría que responda con su incertidumbre sobre la viabilidad futura del Sistema Público de Pensiones tal y como lo conocemos hoy en día, proponiendo, eso sí, a su medida, que se acometan cambios sin que nos afecte mucho con el fin de adaptar el sistema a la transformación demográfica y social que se está llevando a cabo en nuestro país.

Los cálculos que hacen los expertos no generan mucho optimismo que digamos. Dicen que para el 2050 se esperan 15 millones de pensionistas. Usando el sistema actual de reparto, se necesitarían más de 28 millones de cotizantes a la Seguridad Social para asumir, sin demasiadas dificultades, el pago de las pensiones tal y como las conocemos hoy. A tenor de las citadas cifras, nuestro Sistema de Pensiones está abocado, sin remedio, a una merma sustancial en la cuantía de reparto a cada pensionista para descartar su quiebra técnica. Con el fin de evitar ese futuro tan drástico y no imposible que nos espera, constantemente se están planteando nuevas medidas para, según se pueda, irlas implantando con el consiguiente consenso entre los diferentes actores que intervienen en el proceso. Todas esas medidas pasan por el aumento del ahorro complementario, bien sea público o privado, de cara a la futura jubilación. Tal es el caso, que ya nos hemos familiarizado con los tecnicismos que trae causa esta entrada.