28 de septiembre de 2021

Si no puedo pagar mi hipoteca, ¿qué hago?

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Muchas personas con préstamos hipotecarios, por desgracia, se han tenido que hacer esta pregunta en un momento difícil de su vida y la respuesta no es fácil, pero no está todo perdido y sí se puede hacer algo. Ese algo, quizás, no sea la panacea, pero es un atisbo que en muchos casos ha dado satisfactorios resultados.

Todas las crisis, sean sorpresivas o no, siempre dejan graves secuelas, pero también gran cantidad de lecciones aprendidas que se podrán usar en el futuro si la situación se repitiera. Las crisis anteriores han tenido consecuencias importantes en el Mercado Hipotecario porque muchos ciudadanos habían comprado su vivienda en plena burbuja inmobiliaria y, de pronto, la economía doméstica se les puso en su contra, siendo incapaces de pagar las cuotas hipotecarias aumentando la morosidad y las ejecuciones hipotecarias los castigaron sin misericordia, no sabiendo ni qué hacer en la mayoría de los casos.

Pues bien, un préstamo hipotecario suele ser para casi toda una vida y un posible revés económico familiar siempre sobrevuela durante todo el tiempo que perdure la deuda. Si se está pagando una hipoteca y, por el motivo que sea, la economía doméstica no es suficiente para hacerle frente a las cuotas hipotecarias, que implacablemente caen cada mes, es el momento de armarse de coraje y atacar la situación sin demora para no llegar al momento tan comprometido del impago y perder, por ejemplo, la vivienda familiar, como ocurrió en el pasado cuando estalló la burbuja inmobiliaria, dejando a muchas familias en la calle sin su morada habitual. La información y la formación, en materia hipotecaria, resulta vital para saber en qué punto del préstamo hipotecario nos encontramos para atacar el problema de una forma más activa y eficaz. Cualquier problema que surja, se debe de afrontar lo antes posible, incluso antes de que ocurra. Ante las primeras dificultades para hacerle frente a las cuotas hipotecarias hay que buscar soluciones fehacientes.

21 de septiembre de 2021

Diferencia entre Puntos, Puntos Porcentuales, Puntos Básicos y Puntos Enteros

Cuando se habla de las variaciones que experimentan los activos o grupo de activos en los Mercados Financieros se suelen expresar en puntos, en puntos porcentuales, en puntos básicos o en puntos enteros dependiendo del Mercado a que uno se esté refiriendo.

Muchas veces, incluidos algunos profesionales, no prestan demasiada atención al significado de cada “punto” y usan uno u otro de forma indistinta sin tener en cuenta su significado real, dando lugar a errores de interpretación. Aún hay alguno que cuando habla del valor de un índice bursátil lo expresa en puntos enteros sin ser consciente de que un índice se mide en “puntos”, no en “enteros”.

14 de septiembre de 2021

Sistemas Automáticos de Trading

Todo es cambiante y la operativa bursátil no podía ser menos. Qué lejos queda, parece, aquello de operar en Bolsa en los corros a viva voz. Se ha pasado, en muy poco tiempo, de estar los operadores en el parqué físicamente a operar a distancia. Se ha pasado de recibir los títulos de propiedad de los valores bursátiles adquiridos a tener únicamente una simple anotación en cuanta. Y es que nadie se queda inmune al avance implacable y disruptivo de la tecnología. Los más tradicionales se empeñan, sin conseguirlo, en mantener a toda costa su propio sistema de inversión sin adecuarlo a los nuevos formatos, alegando que si antes funcionaba ahora también. Y no les falta parte de razón, pues, aunque la estrategia no ha cambiado, sí la forma de ejecutarla. El inversor en Bolsa de ahora no es el inversor de hace una década, es más, ha variado hasta en lo referente a la formación que necesita para operar: algunos ni siquiera estudian economía pues les basta con ser ingenieros, físicos o matemáticos. De esta forma, nos encontramos con que son los propios sistemas informáticos los que operan en Bolsa surgiendo así los Sistemas Automáticos de Trading.

Un Sistema Automático de Trading es un programa informático que incorpora un conjunto de reglas matemáticas objetivas, permitiendo olvidarse del seguimiento operativo del sistema con el fin de ejecutar las órdenes operativas en Bolsa de cualquier valor negociado en un Mercado Financiero. Para ello se programa el sistema con una serie de condiciones específicas para que, cuando se den en el Mercado, el propio sistema ejecute la orden de compraventa o simplemente avise al usuario de su cumplimiento. La idea de que una máquina sustituya en la operativa bursátil a una persona puede parecer muy atractiva y eficiente, pero no es así al no estar exenta de riesgos.

7 de septiembre de 2021

Vivienda: ¿comprarla o alquilarla? Esa es la cuestión

Sin lugar a duda, hasta ahora, España es un país de propietarios en lo que a vivienda habitual se refiere. Lo que no está muy claro es si dentro de una década esta afirmación seguirá siendo válida debido a la gran cantidad de adeptos que se está llevando consigo el alquiler.

Siempre habrá quien defienda la postura de la compra y la postura del alquiler atendiendo a sus ideas o a sus circunstancias personales, sin dejar de ser una opción mejor que la otra. Es lógico, por otra parte, preguntarse qué opinión es más ventajosa teniendo en cuenta el bajo precio del dinero en la actualidad. En el momento que nos está tocando vivir, no siempre es posible decidir entre comprar y alquilar: el alquiler se está convirtiendo en una obligación para aquellos que quieran independizarse y no se les conceda una hipoteca según las condiciones que están imponiendo las entidades bancarias. Contratar un préstamo hipotecario para adquirir una vivienda sale más a cuenta que un alquiler, pero hay que destacar que no todo el mundo está en disposición de permitírselo, aunque la cuota hipotecaria sea inferior a la renta del alquiler. El principal escollo que se encuentran los posibles hipotecados es que las entidades financieras solo conceden préstamos por el 80% del precio de venta y/o precio de la tasación, por lo tanto, es necesario disponer de unos ahorros iniciales de entre un 30 y un 35 por ciento para poder acceder a la compra de un inmueble. De esto se puede deducir que es el ahorro inicial y no los ingresos la gran diferencia ente los que compran y los que alquilan. La mayoría de los inquilinos reconocen que su nivel de ingresos es suficiente para acceder al mercado de compraventa, pero solo una minoría cuenta con los ahorros necesarios para afrontar el desembolso inicial.