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1 de junio de 2023

Las deudas son una trampa en la que es fácil caer, pero muy difícil salir

Foto by pixabay.com

Las deudas no son siempre malas. Muchas veces, si están bien manejadas, son capaces de dar una alegría al bienestar económico familiar mejorando las finanzas, siendo capaces de poner al deudor en el camino de sus sueños. Por el contrario, en otras ocasiones, las deudas se convierten en un lastre que se lleva por delante la mayoría de los ingresos, siendo el principal obstáculo para el crecimiento económico. Por eso, es esencial seguir una buena estrategia que permita devolver la deuda a su debido tiempo sin llegar a la bancarrota.

La deuda se puede definir como el dinero que se le pide prestado al nuestro yo futuro. En muchas ocasiones, el futuro es a muy largo plazo por lo que un revés económico familiar, o cualquier incidente exógeno, puede dar lugar a un aumento desmesurado de la deuda contratada. Se está viendo en la actualidad cómo la escalada de los precios ha provocado que el BCE haya subido el precio del dinero, acercando al euríbor al 4%. El alza de los precios, junto con la subida de las hipotecas, han hecho que las familias endeudadas tengan más dificultades para amortizar el principal y pagar los intereses. Llegados a este punto, para evitar el sobreendeudamiento y llegar a caer en la bancarrota, es recomendable diseñar una estrategia que comience por la necesidad o no de endeudarse y cuándo es más conveniente hacerlo.

17 de enero de 2023

La compra de valores bursátiles a crédito

De la misma forma que existen las ventas a crédito, también están las Compras a Crédito. Ambas forman parte de las operaciones a crédito que se usan para que se pueda realizar una operación de contado, Para ello, alguien le tiene que prestar al inversor los títulos necesarios (venta a crédito) o el dinero (compra a crédito).

Las compras a crédito permiten al inversor, con una visión alcista del Mercado, operar por un importe superior de efectivo que no se dispone en ese momento. Es decir, se tiene previsto realizar una operación de contado, pero no se dispone del dinero suficiente para materializar dicha operación. Para ello, no queda más remedio que conseguir el efectivo necesario pidiéndolo prestado a una entidad. Automáticamente, se le añade a la operación un alto componente especulativo pues se está usando un producto típico de apalancamiento financiero.

Por tanto, una compra a crédito es una operación sumamente sencilla: equivale a una operación de contado con un componente apalancado que es lo que hará que, en este tipo de operaciones, se necesite tener un conocimiento más profundo del Mercado y saber actuar con rapidez y suma precisión a la hora de abrir o cerrar la posición. Comprar es fácil, vender es más complicado.

10 de enero de 2023

La venta de acciones a crédito o cómo ganar dinero cuando una acción cae en Bolsa

Foto by pixabay.com
En una entrada anterior, cuando hablaba de las diferencias entre un Mercado Bursátil alcista y otro bajista, comenté muy por encima que en una Bolsa bajista también se puede ganar dinero y cómo era esta operativa.

La estrategia para ganar dinero cuando la Bolsa baja es ponerse corto, con la particularidad de que trabajar con los osos no es lo mismo que trabajar con los toros. Como dije, este tipo de operativa comienza con una orden de venta y finaliza con una orden de compra. Se vende un valor por un precio mayor que se compra y la diferencia es el beneficio que se obtiene.

Este tipo de operativa es algo más complicada que la versión alcista a la que normalmente estamos habituados a ver la Bolsa. Y así, constantemente, nos lo hacen ver los medios de comunicación. Parece ser, según ellos, que cuando la Bolsa baja, es un fracaso para los inversores. Depende. Si el proceso de inversión está inmerso en una posición corta el que baje la Bolsa es un beneficio y el desastre, como tal, sería que subiese.

9 de agosto de 2022

¿Qué es y cómo funciona un Aval Bancario?

Foto by pixabay.com

Un aval bancario es una operación de garantía mediante la cual una entidad financiera (actuando como avalista) se compromete a responder del cumplimiento de una obligación de un cliente (avalado) ante una tercera persona, que será el beneficiario de la garantía en el caso de que el avalado no lo haga. Por lo tanto, es una garantía ante el incumplimiento de una obligación y esta garantía puede estar sustentada en dinero o en bienes. Se suele utilizar en operaciones de crédito, en alquileres o en licitaciones y concursos públicos, facilitando lo que técnicamente se denomina tráfico económico para que la economía se desarrolle con normalidad. La popularidad del aval bancario viene dada por la facilidad de cobro y porque el banco ofrece la solvencia y la liquidez requerida.

Por tanto, concurren tres figuras bien diferenciadas:

  • Avalista: es la entidad financiera, que responderá de la deuda de su cliente en el caso de que este incumpla con sus obligaciones. Eso sí, sin funcionar como un seguro.
  • Avalado: es el cliente bancario, el cual, trasladará su responsabilidad sobre el avalista en el caso de incumplimiento.
  • Beneficiario: es la tercera persona, física o jurídica, que saldrá perjudicada por el incumplimiento del avalado, pudiendo exigir la responsabilidad directamente al avalista evitando su deterioro patrimonial gracias a la solvencia del banco.

24 de agosto de 2020

El Mercado Inmobiliario se desentiende de los jóvenes


Financieramente hablando, el ser humano, a lo largo de su vida, va pasando por diferentes etapas requiriendo en cada una de ellas una serie de necesidades económicas diferentes. Atendiendo a la edad, la segunda y tercera fase van desde los 19 hasta los 45 años. En ellas se comienza a decidir el futuro económico, el crecimiento profesional y el aumento del patrimonio familiar. Como saben, el principal elemento de ese patrimonio es la vivienda habitual, llegando a convertirse en el bien más esencial. Sin embargo, el Mercado Inmobiliario no se lo está poniendo fácil a los jóvenes que están comenzando su etapa laboral, ni a los que ya la tienen un tanto consolidada debido a los prohibitivos precios del alquiler y la falta de ahorros e ingresos para hacerle frente a una hipoteca. La banca, todo hay que decirlo, tampoco se lo está poniendo demasiado accesible.

Los jóvenes no encuentran más que inconvenientes a la hora de acceder a una vivienda, tanto por el camino de la compra como por el camino del alquiler. Parece como si el Mercado Inmobiliario se desentendiese de ellos: por el lado del alquiler, se están encontrando con unos precios poco asequibles que los hace alejarse de ese Mercado, sobre todo en el centro de las ciudades. Por el lado de la compra, todavía está más complicado: los salarios son bajos, no disponen de ahorros y los bancos bajo esas mimbres no están dispuestos a asumir los riesgos de impago de antaño. La concesión de un préstamo hipotecario está sujeta a una serie de condiciones más o menos idénticas en todas las entidades. La primera condición pasa por tener unos ahorros equivalentes al 30% (10% para gastos y 20% para el pago inicial de la vivienda) del precio de la vivienda debido a que la banca se limita a cubrir únicamente hasta el 80% del valor de compraventa. Los ingresos recurrentes es otra de las condiciones sin la cual no hay préstamo. Si la nómina individual no es suficiente, habrá que pedir la hipoteca conjunta con otro titular o tirar de los siempre efectivos avales o garantes. Nada que decir sobre que el trabajo sea estable y con cierta antigüedad, así como un historial crediticio totalmente limpio.

16 de julio de 2020

¿Por qué renta pedir prestado y cuesta dinero prestar?


El concepto de que el prestatario pague intereses al prestamista era una condición básica de cualquier préstamo. Esto ha sido así hasta que los tipos de interés negativos han presionado a la baja todo tipo de deuda, lo que ha sido un beneficio inesperado para el deudor, pero todo un problema para el ahorrador y el prestador. Para muestra un botón: las letras y los bonos que emite el Tesoro Público del Reino de España se encuentran en todos sus periodos con rentabilidades negativas hasta el de cinco años. Es decir, los inversores institucionales están dispuestos a depositar su dinero, aunque tenga un coste, a cambio de estabilidad y liquidez que proporciona la deuda pública de los Estados más solventes.

Las políticas monetarias que han llevado a cabo todos los bancos centrales mundiales han evitado una catástrofe monetaria global, pero han conseguido que el Mercado de Deuda se distorsione. El ahorrador no encuentra ningún beneficio en la renta fija convencional, lo que hace que tenga que acudir a otro tipo de inversiones menos conocidas y más arriesgadas, llegando a tomar decisiones erróneas, en parte influenciadas por aquellos que, conociendo la evolución de los Mercados, no son conscientes del riesgo soportado por el cliente al que se le ofrece ese producto, provocando inintencionadamente la formación de posibles burbujas. La opción de estar en liquidez, no haciendo nada con el ahorro, tampoco es una buena solución debido a que la inflación es implacable con los caudales que se guardan bajo las baldosas de la cocina.