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Los
inversores ya saben que cuando compran una acción en Bolsa son los dueños, pero
en realidad, esa acción que han comprado está representada mediante una
anotación en cuanta, suponiendo algún que otro quebradero de cabeza cuando el
organismo supervisor, llámese Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV),
decide, por algún motivo, suspender o
excluir esa acción de cotización en el Mercado de Valores.
Surge, entre
otros, el problema que se tienen unas acciones que han perdido prácticamente
todo su valor porque no se pueden negociar y, encima, el intermediario sigue
cobrando una comisión por su custodia y mantenimiento. Es cierto que no todos
los brókeres cobran cuando un valor pasa por ese trance, pero si es así no
estaría de más solicitar la eliminación del registro de anotaciones en el que
estén inscritas. Otra solución pasaría por cambiar las acciones a otro bróker
que no cobre comisiones o que acceda, sin condiciones, a la eliminación del
registro, aunque no siempre se permite.
Veamos,
entonces, qué es la suspensión y la exclusión de cotización de una acción.
Suspensión
La suspensión de negociación de las acciones de una empresa cotizada es una medida cautelar, de carácter temporal (puede durar desde unos minutos hasta años), que impone la CNMV para proteger a los inversores ante movimientos que modifiquen el desarrollo normal de la cotización. Esta medida también puede ser tomada a petición propia o por las Sociedades Rectoras. La suspensión de cotización no es un fin, es una medida paliativa para solucionar un problema. Dicha suspensión puede ser provocada por varios supuestos:
- Por la presentación o aprobación de alguna operación corporativa como puede ser el caso de una OPV, una OPA, una ampliación de capital, etc.
- Cuando la empresa cotizada incumple con algunos de los deberes implícitos a la cotización.
- Cuando una empresa pase por una situación anómala.
- Por procesos de reestructuraciones internas.
- Por un procedimiento concursal.
- Por algún hecho relevante.
Aunque las
acciones de una empresa suspendida de cotización no pueden negociarse durante
el periodo de suspensión, sigue formando pare del Mercado de Valores con sus
obligaciones y deberes ante las autoridades bursátiles y sus accionistas.
Una empresa
que está en proceso de suspensión de la cotización de sus acciones no se puede
negociar a través del Mercado Bursátil. Para deshacerse de ellas, no hay más
remedio que acudir al intermediario donde estén depositadas y solicitarle que
busque un comprador para esas acciones o acudir a un mercado no organizado OTC
(Over The Counter). Si se encuentra un comprador habrá que modificar el nombre
del titular de las acciones en el Registro de Inscripción, esa modificación es
llevada a cabo por una entidad liquidadora que esté dada de alta en Iberclear
(sociedad de gestión de los sistemas de registro, compensación y liquidación de
valores). También se puede renunciar a la titularidad de las acciones en el caso de que la empresa cotizada se considere inactiva, para ello debe de llevar
más de cuatro ejercicios sin practicar ningún asiento en el Registro Mercantil.
Una vez que
vuelven a cotizar las acciones, previamente suspendidas, suelen registrar fuertes
oscilaciones debido al aumento de volatilidad provocando grandes movimientos
especulativos.
Exclusión
La exclusión
de cotización de una acción, al contrario que la suspensión, dejará de cotizar
en el Mercado de Valores de una forma permanente. En unos casos será porque lo
solicite la propia empresa, como puede ser el caso mediante una OPA de
exclusión y, en otros, cuando el propio supervisor decide excluirla porque
incumple una serie de condiciones que la hacen incompatible con la cotización
en el Mercado Bursátil.
Los procesos
de exclusión no suelen ser rápidos con lo que el inversor se encuentra, igual
que en la suspensión, con que no puede negociar esas acciones en el Mercado.
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