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29 de julio de 2025

Principios esenciales para no naufragar en la Bolsa

La inversión en Bolsa sigue generando recelos y malentendidos en amplias capas de la sociedad. Se la asocia, muchas veces de forma injusta, con la especulación, el riesgo excesivo o incluso con el juego. Sin embargo, cuando se practica con sensatez, formación y una estrategia clara, puede convertirse en una herramienta poderosa para construir patrimonio a largo plazo, proteger los ahorros frente a la inflación y diversificar fuentes de rentabilidad.

Lejos de ser un terreno reservado a analistas de traje y corbata o a adictos a las pantallas y a los gráficos, la inversión bursátil está al alcance de cualquier persona con una mínima capacidad de ahorro y voluntad de entender las reglas básicas del juego. Porque, en efecto, esto no va de adivinar el futuro, ni de encontrar la próxima startup milagrosa, ni de seguir la moda de turno. Invertir en Bolsa es una práctica que requiere método, paciencia y una relación madura con el dinero.

En un entorno en el que las cuentas corrientes no ofrecen rentabilidad, los productos garantizados apenas cubren la inflación y el sistema público de pensiones afronta un futuro incierto, no invertir también es una decisión. Y no siempre la mejor. Pero hacerlo sin preparación, sin objetivos claros y dejándose llevar por impulsos, es casi garantía de tropiezos.

Estos principios no pretenden ser un manual cerrado, pero sí ofrecen un conjunto de ideas fundamentales que ayudan a tomar decisiones más conscientes, más prudentes y, sobre todo, más alineadas con el verdadero espíritu de la inversión.

8 de marzo de 2022

La Diversificación en una Cartera de Inversión

Si una cartera de inversión está formada por un solo valor, de momento, la intuición nos recuerda que se está asumiendo un riesgo desproporcionado por el simple hecho de que no se cumpla la predicción sobre el valor que, en definitiva, es el total de la cartera. Siendo así, el riesgo de que una inversión no vaya según lo previsto es la incertidumbre sobre el resultado a futuro. Por lo tanto y por la propia naturaleza, el inversor es partidario de la certeza y no de la incertidumbre

A todas luces, el riesgo en la inversión de un activo seguro será menor que en los activos de riesgo, de ahí la diversificación para que, en promedio, las equivocaciones no se coman la totalidad de los aciertos. El inversor invierte no para perder, su deseo es obtener siempre un beneficio, pero, como ya he dicho en otras ocasiones, las pérdidas forman parte de las ganancias y así debe de ser. En definitiva, diversificar es repartir o, lo que es lo mismo, actuar con la siguiente máxima: no poner todos los huevos en la misma cesta.

22 de junio de 2020

La Biblia como libro de enseñanza financiera


No digo nada nuevo afirmando que la Biblia es el libro más importante que se ha escrito jamás y que tanto el mundo occidental como parte del oriental, sin su existencia, serían muy diferentes de como los conocemos actualmente. No digo, tampoco, nada nuevo afirmando que es uno de los libros más leídos, copiado y traducido aun siendo ilegal su lectura o posesión en algunos lugares. Es amado y odiado, es injuriado, es alabado y maldecido, ha provocado guerras y ha hecho tambalear hasta al propio Imperio Romano. Sin embargo, manteniéndome al margen de la creencia o no de las Escrituras Sagradas, está lleno de enseñanza y sabiduría de toda índole, incluso financiera.

Sorprende que Jesús hable del dinero más veces que del cielo y del infierno. Más del 40% de las parábolas hablan de cómo manejar las finanzas personales. Algunos estudiosos de la Biblia son economistas que encuentran soluciones a los problemas financieros de hoy. Si se aplicasen los principios de Dios, dicen, dejaríamos de tener deudas, a gastar mejor el dinero, aumentaría el ahorro y seríamos más solidarios con quien lo necesita. No nos olvidemos que según se maneje el dinero, puede ser una bendición o una maldición.

11 de junio de 2020

La Volatilidad Financiera asusta, pero no mata


El incremento de la volatilidad en los Mercados Financieros es noticia generalizada, un día sí y otro también, siendo muy sensibles a cualquier situación anómala e inesperada, situación que los inversores domésticos tienen que acostumbrase a padecer a diario. Ocurra lo que ocurra, siempre habrá una explicación más o menos coherente para dar explicación a sus movimientos

La volatilidad, sin entrar en detalles matemáticos ni técnicos, mide el grado de incertidumbre existente en un activo financiero o en un Mercado. Se utiliza para cuantificar los cambios aleatorios que se producen en las rentabilidades de los diferentes productos de inversión. Nació el mismo día que nacieron los Mercados Financieros y se pueden diferenciar tres tipos: histórica (se basa en el pasado), implícita (la actual) y futura (no se conoce, se estima). Al medir las fluctuaciones que experimenta un activo con respecto a su media en un periodo de tiempo determinado, ayuda a cuantificar el riesgo asumiendo que es directamente proporcional a la volatilidad.

Conocer las características de riesgo de una determinada inversión es fundamental para entender su posible comportamiento futuro. También es importante para el conjunto de la cartera del inversor debido a que cada activo tendrá características de riesgo diferentes. Tener en cuenta esta característica contribuirá a establecer una correcta diversificación. El inversor doméstico no puede, de ninguna manera, controlar las caídas de los Mercados, pero sí puede controlar el riesgo de sus inversiones porque es directamente proporcional al beneficio futuro de la inversión. Por lo tanto, no está de más recordar que buscar el equilibrio entre ambos es algo que siempre jugará a favor del ahorrador dejando el camino más despejado al rendimiento positivo.