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5 de marzo de 2024

¿Qué es el Índice de Precios de Alquiler?

Según el INE, el 16% de los hogares españoles vive de alquiler. Al desglosar el porcentaje, éste varía en función del número de habitantes de cada municipio: 18% en municipios entre 50.000 y 500.000 habitantes y el 23% cuando se superan los 500.000 habitantes.

Alquilar una vivienda supone un gasto importante en el día a día y los precios no paran de subir debido a la disparidad existente entre la oferta y la demanda. Pero también se hace muy considerable el desembolso inicial que no todos los potenciales inquilinos pueden asumir. En términos generales, el inquilino tiene que desembolsar un importe similar a tres mensualidades para habitar una vivienda en alquiler: el mes en curso, la fianza arrendaticia y, en ocasiones, una garantía adicional.

El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha publicado recientemente su Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda con el fin de intentar, de nuevo, corregir los precios de alquiler de las viviendas. La realidad es que ninguna de las intervenciones que ha aplicado el Gobierno han sido capaces de controlar los precios. Y, según los expertos, este Sistema de Referencia de Precios tampoco será capaz de reducir la brecha existente entre la oferta y la demanda, siendo esta última creciente, lo que hace que los precios sigan “tensionados” al alza.

27 de septiembre de 2023

¿Qué es un Préstamo Hipotecario y cómo se amortiza?

Foto by pixabay.com
Pedir un préstamo hipotecario quizás sea la operación financiera más importante que una persona llevará a cabo durante toda su vida, entre otras cosas porque se contrata a muy largo plazo: prácticamente durante toda la vida laboral. Por eso, es primordial conocer todos sus entresijos y su funcionamiento, así como las diferentes opciones que se tienen de amortización.

Habitualmente se suelen usar como sinónimos los términos hipoteca y préstamo hipotecario, pero, aunque todos nos entendamos, en la realidad no lo son: un préstamo hipotecario es un contrato a través del cual una entidad presta una cantidad de dinero determinada a una persona física o jurídica para la adquisición de un inmueble, a cambio de unos intereses determinados y durante un plazo establecido para ello. Este préstamo hipotecario supone una obligación garantizada que, en caso de impago, la garantía de devolución del préstamo sería el propio inmueble. La hipoteca será precisamente esa garantía de que el pago del préstamo se llevará a cabo.

18 de abril de 2023

Incremento de precios en el Mercado Inmobiliario del Alquiler

La naturaleza está repleta de leyes que son inquebrantables, tal es el caso, por ejemplo, de la Ley de la Gravitación Universal que formalmente dice: “la fuerza con la que se atraen dos objetos es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa”, pero que coloquialmente se puede expresar como que “las cosas caen por su propio peso” y así todos la entendemos mejor.

Otra de las leyes universales es la Ley de Causa y Efecto que se basa en la idea de que “toda acción provoca una reacción, una consecuencia o un resultado”. Newton la fundamentó y la llamó la Ley de Acción y Reacción: “toda acción recibe una reacción opuesta y de igual magnitud”. Coloquialmente se puede definir como que “si quieres conservar los dientes no te metas en la vida de nadie”.

Pero hay otra ley, también universal, y que se toma muy a la ligera, que es la Ley de la Oferta y la Demanda, la cual es el principio básico sobre la que se basa la economía de mercado. Este principio indica la relación existente entre la demanda de un producto y la cantidad ofrecida de ese producto, teniendo en cuanta el precio al que se vende dicho producto. El punto de equilibrio llega cuando el demandante está dispuesto a pagar lo que el oferente pide por un determinado bien o servicio. Desglosando la ley queda que, si se produce un aumento en la demanda o una disminución en la oferta, el precio del bien o servicio lleva consigo un irremediable aumento.

18 de octubre de 2022

Perspectivas del Mercado Inmobiliario

El Índice de Precios de Vivienda (IPV), que depende del INE, tiene como objetivo medir la evolución de los precios de compraventa de las viviendas de precio libre entre personas físicas, tanto nuevas como de segunda mano. Dicho índice, ha registrado una subida entorno al 8% desde hace un año. La única capital de provincia donde el precio ha descendido ha sido Zamora, que se ha dejado un 7,5%. Ante esta escalada generalizada de precios, ya ha habido algunas voces que han salido a la palestra temiendo una posible crisis inmobiliaria similar a la que sufrimos en el 2008. Nada es imposible, pero, en este caso, no concurren las mismas circunstancias, entre otras cosas porque la oferta no ha sido capaz de cubrir todas las necesidades que demandan los compradores ni ha habido una burbuja previa que haya sido capaz de distorsionar los precios.

Recordemos que no se ha podido construir vivienda nueva debido a las restricciones que se impusieron mediante la pandemia y a la escasez de materiales. Y así ha debido de ser porque el INE lo corrobora diciendo que el 80% de todas las transacciones que se han llevado a cabo durante la primera mitad de este año han sido viviendas de segunda mano, sin existir el más mínimo colapso en los precios. De seguir así el mercado, tampoco se espera una reducción de la demanda en contraposición a una sobreoferta que sería la que presionaría los precios a la baja. Lo que nadie duda, sin saber a ciencia cierta cuándo, es que surja un enfriamiento de la demanda con el consiguiente ajuste de precio a la baja por las circunstancias que económicamente están llegando. Los precios de la inversión inmobiliaria son muy sensibles a las subidas del Euribor y mucho más en un escenario previo de tipos excepcionalmente bajos.

6 de septiembre de 2022

Ventajas fiscales al donar únicamente el Usufructo

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El pleno dominio o plena propiedad de un bien es aquella situación en la que una persona posee tanto el derecho de titularidad como el derecho a utilizar dicho bien. Por tanto, el pleno dominio se da cuando una misma persona posee la nuda propiedad y el usufructo.

Nuda propiedad: es el derecho de titularidad que una persona posee sobre un bien con la limitación de que no puede disfrutar de él ni hacer uso de este.

Usufructo: es el derecho de uso y disfrute que una persona posee sobre un bien con la limitación de que no es el titular.

La nuda propiedad y el usufructo son derechos, aunque diferentes, complementarios que recaen sobre un mismo bien.

Un bien se puede dejar en herencia o se puede donar en vida. Tomar una u otra decisión depende de múltiples factores que rozan, en muchos casos lo estrictamente personal, pero, en la mayoría de los casos, tomar una opción u otra depende del ahorro económico que conlleve, sobre todo lo gravosos que sean los impuestos.

26 de julio de 2022

Los inmuebles, el activo más antiguo y preferido de los ahorradores

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El ahorro real viene de la mano de la tenencia de activos, que no se deben de confundir con los pasivos. Confundir activo con pasivo da lugar a que las finanzas personales del inversor doméstico generen problemas que afectan de lleno a la economía familiar. La diferencia entre activo y pasivo radica en que el activo es capaz de originar ingresos y derechos de cobro, mientras que el pasivo ocasiona gastos y obligación de pagos. De una forma contable, el conjunto de bienes y derechos componen el activo, al contrario que las obligaciones que conforman el pasivo.

Un activo no es más que un bien, que tiene un valor y que alguien posee para que sea capaz de generar beneficios económicos en el futuro. Todos los activos tienen el potencial de generar un beneficio a su poseedor mediante su disfrute, su intercambio o su venta.

Por otro lado, un inmueble es un bien que no es transportable porque supondría la posibilidad de su deterioro. Por eso, su principal característica es que se mantienen fijos e inmóviles en su lugar de estancia inicial. Así, se puede decir que un edificio, una construcción, una tierra o, incluso, una mina tienen la consideración de bienes inmuebles o bienes raíces.

5 de julio de 2022

Funciones del Bróker, del Asesor y del Gestor Personal Hipotecario

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En el negocio de las inversiones, sean de la índole que sean, se requieren unos conocimientos previos y estar constantemente informado de cómo evoluciona el mercado y estar al día de cualquier modificación que exista tanto a nivel legal como funcional. Evidentemente, no se puede saber de todo, ni siquiera en los momentos actuales donde la información es en ocasiones hasta excesiva, con lo que puede llegar a ser un problema más que una solución.

En lo que a financiación se refiere, los problemas suelen venir por la limitación de dinero, de tiempo y de información adecuada que, todos juntos, pueden hacer inviable cualquier proyecto de inversión.

A la hora de adquirir una vivienda se pasa por diferentes etapas hasta llegar a la entrega de las llaves. Cada etapa tiene su propia complejidad, existiendo diferentes trámites y gestiones, que es necesario conocer. Asimismo, no se pueden cometer errores en ninguna de las partes del proceso. Por ello, no está demás contratar los servicios de un profesional que será el encargado de llevar todo el proceso, o al menos aquel en que nos encontremos más limitados. Tal sería el caso de los préstamos hipotecarios.

19 de abril de 2022

Guía de los impuestos que gravan a la Vivienda

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La Ley General Tributaria, en su artículo 2.2., letra c), define los impuestos como "los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente".

La vivienda no puede ser una excepción. Es muy raro encontrar entre la ciudadanía algún contribuyente que no tenga algo que ver con algunos de los impuestos que gravan a los inmuebles. Tanto la compraventa, como el alquiler o como la simple tenencia de una vivienda están afectados por alguno de los impuestos existentes, que no son pocos.

Desafortunadamente, es bastante frecuente no tener claro qué tributos hay que abonar en cada situación, el gasto que suponen y cómo afecta su desembolso a la salud financiera familiar, pues no dejan de ser un gasto a tener en cuenta.

14 de diciembre de 2021

Historia de las Hipotecas

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Ser propietario de un inmueble siempre ha supuesto un cierto estatus social y un signo extrínseco de riqueza, más que nada porque ser poseedor de un patrimonio físico suponía un respaldo personal ante alguna situación económica familiar adversa. Ser dueño de la vivienda propia suponía no tirar el dinero que se le daba al arrendador por el alquiler, idea que aún perdura. Sin embargo, hoy en día, ser propietario de la vivienda habitual ya no equivale a ser rico, supone ir rellenando un longevo socavón financiero llamado préstamo hipotecario. Sin él, aunque sea una de las pesadillas financieras más temida, no formaríamos parte de una sociedad de propietarios inmobiliarios. Muchos de los aspectos que hoy se dan por sabidos en una hipoteca son fruto de una larga evolución histórica.

La hipoteca se remonta a las antiguas civilizaciones griega y romana. Tanto es así que el nombre proviene del latín hypothêca, originario de la unión de las palabras griegas Hypo (debajo) y Teka (cajón), haciendo referencia a algo que permanecía oculto y que no se podía ver al no encontrar signos externos de su existencia. Pero, en realidad, su origen, tal y como la conocemos hoy, data de la época del Imperio Romano para asegurar el pago de una deuda mediante una garantía económica que estaba a disposición del acreedor, en la medida que el deudor no ejecutara el pago de la obligación contraída.

9 de noviembre de 2021

Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)

Una de las principales fuentes de ingresos de los Ayuntamientos es el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), conocido anteriormente como “Contribución Territorial Rústica y Pecuaria, la Contribución Territorial Urbana y el Impuesto Municipal sobre Solares” y que entró en vigor, siendo presidente del Gobierno Felipe González, el 1 de enero de 1990. Es un tributo municipal directo y de pago obligatorio que grava la titularidad de los derechos reales a todos aquellos propietarios o usufructuarios, físicos o jurídicos, que tienen a su nombre cualquier bien inmueble (a efectos del impuesto, el concepto de “bien inmueble” no coincide con el que se utiliza en la legislación hipotecaria ni en el Código Civil) de naturaleza urbana y rústica (pisos, casas, garajes, locales, trasteros, fincas, etc.) localizado en el municipio que lo recauda, independientemente de si aporta beneficios o no al sujeto que ocupe su titularidad. Tiene un carácter real y objetivo al cuantificar la carga tributaria sobre el valor del objeto sin tener en cuenta las circunstancias personales del sujeto pasivo.

El IBI lo abona el que fuera dueño del inmueble a día 1 de enero del año en curso, aunque posteriormente se haya vendido el inmueble. En el caso de venta y desde el año 2016, se estipula que el vendedor puede repercutir al comprador la parte proporcional del gravamen por los días pendientes hasta final de año, salvo que se pacte otra cosa. En el caso de que el inmueble esté en alquiler, salvo que se especifique lo contrario en el contrato, los impuestos y gastos generales los asume el propietario. En cualquier caso, el Ayuntamiento siempre exigirá el pago del IBI al dueño independientemente de los pactos establecidos entre arrendador y arrendatario.

28 de septiembre de 2021

Si no puedo pagar mi hipoteca, ¿qué hago?

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Muchas personas con préstamos hipotecarios, por desgracia, se han tenido que hacer esta pregunta en un momento difícil de su vida y la respuesta no es fácil, pero no está todo perdido y sí se puede hacer algo. Ese algo, quizás, no sea la panacea, pero es un atisbo que en muchos casos ha dado satisfactorios resultados.

Todas las crisis, sean sorpresivas o no, siempre dejan graves secuelas, pero también gran cantidad de lecciones aprendidas que se podrán usar en el futuro si la situación se repitiera. Las crisis anteriores han tenido consecuencias importantes en el Mercado Hipotecario porque muchos ciudadanos habían comprado su vivienda en plena burbuja inmobiliaria y, de pronto, la economía doméstica se les puso en su contra, siendo incapaces de pagar las cuotas hipotecarias aumentando la morosidad y las ejecuciones hipotecarias los castigaron sin misericordia, no sabiendo ni qué hacer en la mayoría de los casos.

Pues bien, un préstamo hipotecario suele ser para casi toda una vida y un posible revés económico familiar siempre sobrevuela durante todo el tiempo que perdure la deuda. Si se está pagando una hipoteca y, por el motivo que sea, la economía doméstica no es suficiente para hacerle frente a las cuotas hipotecarias, que implacablemente caen cada mes, es el momento de armarse de coraje y atacar la situación sin demora para no llegar al momento tan comprometido del impago y perder, por ejemplo, la vivienda familiar, como ocurrió en el pasado cuando estalló la burbuja inmobiliaria, dejando a muchas familias en la calle sin su morada habitual. La información y la formación, en materia hipotecaria, resulta vital para saber en qué punto del préstamo hipotecario nos encontramos para atacar el problema de una forma más activa y eficaz. Cualquier problema que surja, se debe de afrontar lo antes posible, incluso antes de que ocurra. Ante las primeras dificultades para hacerle frente a las cuotas hipotecarias hay que buscar soluciones fehacientes.

7 de septiembre de 2021

Vivienda: ¿comprarla o alquilarla? Esa es la cuestión

Sin lugar a duda, hasta ahora, España es un país de propietarios en lo que a vivienda habitual se refiere. Lo que no está muy claro es si dentro de una década esta afirmación seguirá siendo válida debido a la gran cantidad de adeptos que se está llevando consigo el alquiler.

Siempre habrá quien defienda la postura de la compra y la postura del alquiler atendiendo a sus ideas o a sus circunstancias personales, sin dejar de ser una opción mejor que la otra. Es lógico, por otra parte, preguntarse qué opinión es más ventajosa teniendo en cuenta el bajo precio del dinero en la actualidad. En el momento que nos está tocando vivir, no siempre es posible decidir entre comprar y alquilar: el alquiler se está convirtiendo en una obligación para aquellos que quieran independizarse y no se les conceda una hipoteca según las condiciones que están imponiendo las entidades bancarias. Contratar un préstamo hipotecario para adquirir una vivienda sale más a cuenta que un alquiler, pero hay que destacar que no todo el mundo está en disposición de permitírselo, aunque la cuota hipotecaria sea inferior a la renta del alquiler. El principal escollo que se encuentran los posibles hipotecados es que las entidades financieras solo conceden préstamos por el 80% del precio de venta y/o precio de la tasación, por lo tanto, es necesario disponer de unos ahorros iniciales de entre un 30 y un 35 por ciento para poder acceder a la compra de un inmueble. De esto se puede deducir que es el ahorro inicial y no los ingresos la gran diferencia ente los que compran y los que alquilan. La mayoría de los inquilinos reconocen que su nivel de ingresos es suficiente para acceder al mercado de compraventa, pero solo una minoría cuenta con los ahorros necesarios para afrontar el desembolso inicial.

31 de agosto de 2021

La Hipoteca: nuestro préstamo más importante

La inversión más importante que se realiza a lo largo de la vida es la compra de la vivienda habitual. Lo ideal sería tener los ahorros suficientes para afrontar dicha compra sin dificultades, pero la realidad no es esa. La realidad es que, si se quiere una vivienda en propiedad, hay que acudir a una entidad financiera para que nos preste el dinero para su adquisición.

Una hipoteca es un crédito que se concede para comprar una vivienda, habitual o no, que se garantiza con la propia vivienda. La cuota a pagar se divide en dos partes: por un lado, estará la parte de amortización del capital prestado y, por el otro, los intereses convenidos según la oferta vinculante.

En el mercado existen diferentes tipos de hipotecas que se pueden clasificar por el tipo de interés (hipoteca tipo fijo, hipoteca tipo variable, hipoteca tipo mixto), por el tipo de cuota (hipoteca de cuota fija, hipoteca de cuota variable), por el tipo de cliente (hipoteca para jóvenes, hipoteca para no residentes, hipoteca para colectivos), por el tipo de inmueble (hipoteca VPO, hipoteca primera vivienda, hipoteca segunda o sucesivas viviendas) y por su naturaleza (hipoteca multidivisa, hipoteca inversa, hipoteca subrogada).

22 de junio de 2021

La dificultad para comprar una vivienda aumenta con cada generación

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No estoy dando ninguna exclusiva si digo que comprar una casa es el sueño de la mayoría de los españoles. Está tan arraigada la necesidad de tener una en propiedad para vivir en ella que rara es la vez que se plantea como una inversión, convirtiendo a España en uno de los países con mayor número de propietarios y con más número de viviendas por unidad familiar. Sin embargo, la compra de una vivienda suele ser la mayor inversión de nuestras vidas y, además, condicionará el resto de las opciones financieras a las que tiene acceso el inversor doméstico. Considerar a la vivienda como un activo financiero de cara al futuro hace que su compra se vea también desde otro prisma diferente y no solo como para usarla como morada. Observen en su círculo de conocidos como casi todos hablan, sobre todo en los ciclos económicos alcistas, del precio de su vivienda, aunque no tengan ninguna intención de venderla; por el contrario, en los ciclos bajistas, apenas si se menciona debido a que, como antes, no hay intención de ponerla en venta.

Según revela un estudio del Banco Central europeo (BCE) sobre la vivienda en España, la dificultad para comprar una casa ha ido aumentando con cada generación. El informe evidencia que mientras que en 1988 se necesitaban menos de tres años de salario bruto para comprar una casa, en la actualidad se necesitan más de siete, continuando con una tendencia alcista y sin vistas a que mejore. Hace años, a diferencia de la actualidad, tener unos ingresos bajos no era un excluyente para acceder a una casa. Una explicación muy superficial pasa por cuantificar la divergencia existente entre el avance imparable de los precios inmobiliarios y el estancamiento que se viene produciendo de los salarios (descontando la inflación) en términos reales.

22 de febrero de 2021

Cómo complementar la pensión pública con la vivienda

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Los miembros de la generación “baby boomers” (los nacidos entre 1960 y 1975) se preparan para vivir su tercera vida impregnada de todo lo que han aprendido, enfrentándose al gran reto de la longevidad que les hará coexistir con un posible escenario de ajuste a la baja de las pensiones públicas unido a la falta de ahorro acumulado, lo que les hará sufrir un posible empobrecimiento de su nivel de vida en su época dorada debido a una mayor cantidad de personas pasivas que tendrán implícita la condición de vivir más años, lo que implica que los pensionistas que se van incorporando al Sistema de Pensiones Español serán los que más recursos necesiten debido a que serán los que más tiempo permanezcan en el mismo.

Ante este caldo de cultivo, tendrán que hacer frente a una pensión insuficiente para sus necesidades financieras, problema que se verá agravado al no disponer ya de tiempo suficiente como para generar un ahorro periódico durante su corta etapa restante de actividad, no siendo conscientes, a lo largo de su vida laboral, del beneficio que supone el ahorro para complementar el importe de la pensión pública. Entrecomillo “ahorro” porque no es exacto decir que esta generación no ha ahorrado: lo ha hecho, pero en vivienda, dejando de lado los activos financieros. España es un país de propiedades inmobiliarias donde más del 70 por ciento de la riqueza de las familias se encuentra en que su vivienda habitual es en propiedad; además, según una encuesta realizada por el Banco de España, casi el 40% tiene más de una vivienda. En ningún gran país europeo hay tanto ahorro concentrado en vivienda, llegando a ser más de 600.000 millones de euros los que las personas mayores de 65 años cuentan en su patrimonio inmobiliario. Esta circunstancia hace que esa fuente de ahorro pueda ser susceptible de convertirse en liquidez sin, en la mayoría de los casos, dejar de morar en la vivienda habitual. No nos olvidemos que la mayoría prefiere envejecer en su morada de toda la vida y dejarla en herencia a sus descendientes. Esa liquidez bien se podría usar para potenciar los ingresos durante el periodo de jubilación.

3 de septiembre de 2020

Las SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario)

La inversión en vivienda ha sido siempre algo que los españoles llevamos dentro, siendo para la mayoría, la mayor inversión que realizará en su vida. Esa inversión adquirida con el fin de buscar la rentabilidad por su propia revalorización o usando la vía del alquiler, supone un gran desembolso inicial para el inversor doméstico, añadiendo la dificultad de la falta de liquidez inmediata en el caso de que se quiera deshacer la posición. Por todo eso, creo que los inversores particulares estamos de enhorabuena ante la introducción en España, allá por el 2009, de las SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) porque así se tiene más fácil el acceso al Mercado Inmobiliario. Con este tipo de activos acompañados del precio de la vivienda y el alquiler por el sendero alcista, las SOCIMI se han convertido en auténticas protagonistas existiendo más de 70 cotizadas en la Bolsa española. 

Estas sociedades de inversión están inspiradas en los REIT (Real Estate Investment Trust) que nacieron en EE.UU. con el objetivo de que las inversiones inmobiliarias a gran escala fueran accesibles para el pequeño inversor. La fórmula para hacerse partícipe de una de ellas no varía mucho de la inversión en cualquier otra empresa cotizada, ya que se hace a través de la compra de acciones en el Mercado de Valores.

24 de agosto de 2020

El Mercado Inmobiliario se desentiende de los jóvenes


Financieramente hablando, el ser humano, a lo largo de su vida, va pasando por diferentes etapas requiriendo en cada una de ellas una serie de necesidades económicas diferentes. Atendiendo a la edad, la segunda y tercera fase van desde los 19 hasta los 45 años. En ellas se comienza a decidir el futuro económico, el crecimiento profesional y el aumento del patrimonio familiar. Como saben, el principal elemento de ese patrimonio es la vivienda habitual, llegando a convertirse en el bien más esencial. Sin embargo, el Mercado Inmobiliario no se lo está poniendo fácil a los jóvenes que están comenzando su etapa laboral, ni a los que ya la tienen un tanto consolidada debido a los prohibitivos precios del alquiler y la falta de ahorros e ingresos para hacerle frente a una hipoteca. La banca, todo hay que decirlo, tampoco se lo está poniendo demasiado accesible.

Los jóvenes no encuentran más que inconvenientes a la hora de acceder a una vivienda, tanto por el camino de la compra como por el camino del alquiler. Parece como si el Mercado Inmobiliario se desentendiese de ellos: por el lado del alquiler, se están encontrando con unos precios poco asequibles que los hace alejarse de ese Mercado, sobre todo en el centro de las ciudades. Por el lado de la compra, todavía está más complicado: los salarios son bajos, no disponen de ahorros y los bancos bajo esas mimbres no están dispuestos a asumir los riesgos de impago de antaño. La concesión de un préstamo hipotecario está sujeta a una serie de condiciones más o menos idénticas en todas las entidades. La primera condición pasa por tener unos ahorros equivalentes al 30% (10% para gastos y 20% para el pago inicial de la vivienda) del precio de la vivienda debido a que la banca se limita a cubrir únicamente hasta el 80% del valor de compraventa. Los ingresos recurrentes es otra de las condiciones sin la cual no hay préstamo. Si la nómina individual no es suficiente, habrá que pedir la hipoteca conjunta con otro titular o tirar de los siempre efectivos avales o garantes. Nada que decir sobre que el trabajo sea estable y con cierta antigüedad, así como un historial crediticio totalmente limpio.

29 de junio de 2020

El protagonismo de la vivienda durante el confinamiento


El estado de alarma ha dado para mucho, hasta para meditar cómo será nuestra casa en un futuro. Razonando, se ha visto que, según la tipología de la vivienda, no todos han sufrido el confinamiento de la misma forma. No ha sido lo mismo pasar la clausura en un piso interior y sin vistas a la calle (aproximadamente, el 8% de la población no ha podido aplaudir a los sanitarios desde su ventana) que aquellos cuya vivienda poseía balcón o terraza. No ha sido lo mismo pasar este periodo en un ático que en un sótano. No ha sido igual vivir una familia en 50 m2 que en 150. Ni ha sido lo mismo estar confinado en un piso que en una casa con jardín o piscina. Ni ha sido igual en el centro que en la periferia. Y tampoco ha sido equiparable en el mundo urbano que en el rural.

En las ciudades, sobre todo, se ha visto cómo los edificios de viviendas han ido evolucionando: mientras que en los años 80 y anteriores rara era la vivienda que no tenía un balcón o una terraza, las más recientes han ido prescindiendo de ese espacio que en el confinamiento ha sido un auténtico balón de oxígeno. Es más, la tendencia ha sido que todos aquellos que adquirieron una vivienda con terraza han optado por cerrarla, aprovechando su espacio al dárselo al interior adquiriendo así la vivienda más metros útiles. En otros casos, los balcones se están usando como trasteros o como lugar de anclaje del compresor del aire acondicionado. Los moradores han preferido salones más amplios que el espacio semimuerto que las terrazas proporcionan a las viviendas.

19 de abril de 2020

Qué es el PER y para qué sirve

A la hora de decidirse por una empresa cotizada u otra para invertir en ella a través de los Mercados Financieros, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, las ratios bursátiles que son los instrumentos de medida que se utilizan para valorar las empresas, tanto si cotizan en Bolsa como si no. Las ratios bursátiles consisten en relacionar el valor de la empresa en cuestión, sector o Mercado y un parámetro bursátil que bien puede ser el beneficio, el cash-flow (flujo de caja), el dividendo, etc. De la relación anterior surge el PER: Price Earning Ratio o Ratio Precio-Beneficio.

¿Qué es el PER?

El PER mide la relación entre el precio de Mercado de una compañía cotizada y el beneficio total de la misma. O, dicho de otra forma, indica el número de veces que el beneficio por acción de una empresa está contenido en el precio de la acción de esa determinada compañía. El PER es, por tanto, una ratio (lo usan tanto analistas fundamentales como técnicos) que permite juzgar si es el momento apropiado o no de invertir en una empresa y ver su posible evolución en el futuro.