Las empresas se crean para obtener beneficios y, algunas
veces, tienen la necesidad de expandirse para poder mantener el entramado de su
estructura de negocio, llegando al límite de que las adquisiciones y las fusiones
con otras empresas rozan la agresividad yendo en contra de los intereses de los
accionistas de la empresa absorbida. Las compañías atacadas no tienen más
remedio que defenderse de las compañías atacantes y para ello existen,
financieramente hablando, estrategias de defensa para protegerse de las
empresas atacantes. Llegados a este punto, es cuando entran en el campo de
batalla las figuras del Caballero Negro y la del Caballero Blanco,
ambas enemigas entre sí y relacionadas con una OPA (Oferta Pública de Adquisición)
hostil, siendo dos agentes muy importantes en el entorno económico y muy influyentes
en todo el amplio contexto de las finanzas, sobre todo cuando se trata de fusiones,
adquisiciones y ampliaciones entre empresas.