7 de marzo de 2023

¿Qué es y cómo se contrata la Deuda Pública?

El Estado necesita dinero para financiar su gasto: bien sea para materializar inversiones y servicios o para resolver la falta de liquidez. Para financiar sus actividades usa principalmente tres medios con el fin de obtener recursos financieros: los impuestos, expansión monetaria y emisión de Deuda Pública.

Por Deuda Pública o Deuda Soberana se entiende el conjunto de dinero que el Estado pide prestado a inversores institucionales, particulares y otros países. Ese capital que el Estado adquiere prestado lo consigue mediante la emisión pública, autorizada por ley, que se instrumenta en títulos suscritos por los prestamistas gozando dicha deuda de prioridad absoluta en los presupuestos de gastos. La Deuda Pública total de un país es la suma de la deuda de todo el conjunto de las Administraciones Públicas, afectando al funcionamiento de la economía, a la oferta monetaria, al tipo de interés, al ahorro y a su forma de canalización.

Cuando el Estado gasta más de lo que ingresa aparece el Déficit Público, lo que obliga a recurrir a fuentes de financiación externas realizando emisiones de activos financieros, en este caso títulos de deuda como es el caso de las Letras del Tesoro, los Bonos o las Obligaciones. El tipo de interés de estas emisiones dependerá de las propias políticas monetarias de los Gobiernos locales o de los Bancos Centrales, así como de la confianza que tengan los Mercados Financieros en el Estado a la hora de devolver el dinero. Puede darse el caso que entre un país y otro exista diferencias con respecto al tipo de interés pagado, esa diferencia se denomina Prima de Riesgo.

La Deuda Pública se presenta como una de las mejores opciones para inversores con un perfil conservador que no quieran exponer su dinero a demasiado riesgo. Siempre se ha considerado como renta fija por su carácter defensivo, debido a la gran seguridad de recuperación del capital invertido y a los rendimientos que genera, aunque eso no quiere decir que sea susceptible de sufrir pérdidas en algún momento. El tipo de estructura de la Deuda Pública es a plazo fijo, es decir, hasta el vencimiento no se recupera la inversión, por eso es necesario también un Mercado Secundario en el cual se negocien los títulos para que el ahorrador pueda hacer líquida su inversión antes del vencimiento.

Para invertir en Deuda Pública hay que acudir a los mercados específicos para poder comprar y vender los valores o títulos que emite periódicamente el Tesoro Público. Hay dos mercados: el primario y el secundario.

Mercado primario: En este mercado los valores se compran mediante subasta competitiva o no competitiva en el momento en que se emiten los títulos de deuda. A esta adquisición se le conoce con el nombre de suscripción y el Estado, por ley, garantiza el capital y la revalorización hasta su vencimiento. Las operaciones en este mercado resultan muy sencillas y con apenas comisiones, por eso, es recomendable para los inversores domésticos hacerlo a través de las Cuentas Directas del Banco de España y acudiendo a cualquiera de las subastas no competitivas.

Mercado secundario: En este mercado se pueden negociar los valores, pero una vez que ya han sido emitidos por el Estado. Aquí los precios se rigen por la ley de la oferta y la demanda y no se garantiza el capital de la inversión inicial. Los títulos se negocian mediante los intermediarios financieros y no ofrecen mucha liquidez. Los precios fluctúan según exista oferta y demanda, tipos de interés o cualquier situación económica o financiera que atraviese el emisor. Los particulares también pueden acceder a este mercado a través de la plataforma electrónica SEND (Sistema Electrónico de Negociación de Deuda), supervisada por la CNMV, donde se podrá elegir un amplio escenario de vencimientos sin necesidad de esperar a que se produzca la propia subasta, pudiendo fijar el precio al que se desea hacer la transacción. Su funcionamiento es similar a la operativa de las acciones en Bolsa y se puede hacer a través de cualquier intermediario financiero que tenga acceso a la plataforma.

El plazo de duración al que se emite la Deuda también tiene su importancia para la política económica. Ésta puede ser: Deuda a corto plazo (aquélla cuyo vencimiento es igual o inferior a un año, estando representada por las Letras del Tesoro), Deuda a medio plazo (representada por los Bonos) y Deuda a largo plazo (está representada por las Obligaciones).

Según la propia web del Tesoro Público, los valores de Deuda Pública se dividen en:

  • Letras del Tesoro: Son valores de renta fija a corto plazo que se emiten mediante subasta y al descuento por importes múltiplos de 1.000 €. Actualmente se emiten a 3, 6, 9 y 12 meses. Las variaciones que experimentan en el mercado secundario son bastante reducidas por tratarse de valores a corto plazo.
  • Bonos y Obligaciones del Estado: Son valores de renta fija emitidos a un plazo superior a dos años mediante subasta competitiva. Los Bonos y las Obligaciones comparten las mismas características excepto los plazos: los Bonos se emiten a 2, 3 y 5 años y las Obligaciones a 10, 15, 30 y 50 años, pudiendo ocurrir que en momentos puntuales los periodos de vencimiento puedan verse modificados hasta el punto de que sea perpetua. Los importes para invertir han de ser múltiplos de 1.000 €.

En el BOE (Boletín Oficial del Estado) se publican, a comienzos de cada año, el calendario de subastas de Letras, Bonos y Obligaciones del Tesoro. Aun así, éste se reserva la posibilidad de cancelarlas o modificarlas, por eso, hasta que no se realice el comunicado en el tablón de noticias no se sabrá si se convoca o no la subasta.

Una vez conocida la fecha de la subasta, el inversor dispone aún de unos días para apuntarse en el Banco de España y realizar un depósito previo siendo, como ya he comentado, la inversión mínima de 1.000 €.

Las peticiones de suscripción pueden ser de dos tipos:

  • Competitivas: El inversor debe indicar el importe que desea adquirir y el precio expresado en tanto por ciento del valor nominal.
  • No competitivas: El inversor sólo necesita indicar el importe que desea adquirir y el precio resultante será la media de la subasta. Este tipo de peticiones son las más recomendables para el inversor minorista pues, de esta forma, se garantiza la adquisición a no ser que la subasta quede desierta. Tiene la desventaja que no se conoce el precio hasta que no son asignadas.

¿CÓMO SE ADQUIEREN?

La Deuda Pública se puede adquirir de varias formas. Todas ellas, muy sencillas. El inversor tiene a su disposición varias vías y procedimientos.

  • A través de la Cuentas Directas del Tesoro: por Internet, en la propia página web del Tesoro donde se necesitará el DNI electrónico o certificado digital; o bien acudir a las oficinas del Banco de España con el DNI. Estas opciones son las más económicas pues la comisión está fijada en un 1,5 por mil, con un mínimo de 90 céntimos de euro y un máximo de 200 euros sobre el importe que se debe de transferir.
  • A través de Bancos e Intermediarios Financieros: También se realiza por este medio de forma muy sencilla. La gran desventaja radica en las elevadas comisiones de intermediación que, en la mayoría de los casos, hacen inviable la inversión si la rentabilidad de la Deuda emitida es inferior al importe de las comisiones.
  • A través de la plataforma SEND. Esta plataforma supone un gran avance y transparencia para el ahorrador doméstico de cara a su protección ganando en autonomía e independencia.

La Deuda Pública puede formar parte de cualquier cesta de inversión a modo de diversificación, sirviendo también crear nuestro propio fontesoro con vistas al futuro, sobre todo si nuestra jubilación por edad está cerca y no se quiere arriesgar el capital acumulado. Con la renta fija también se puede llevar a cabo escenarios de especulación, pero eso está dedicado a los más profesionales.

La inversión en Deuda Pública también permite la posibilidad de crear nuestro propio Fondo de Inversión Garantizado sin intermediarios. Es relativamente fácil, aunque aquí ya se entra de lleno en la Ingeniería Financiera, en este caso a nivel casero.

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