31 de enero de 2023

"Economía Básica" de Thomas Sowell

El contexto donde se mueven los ciudadanos en el mundo actual está estrechamente relacionado, de forma individual o colectiva, con la economía, por lo que la formación en este campo es imprescindible para la mejora de las propias capacidades de los individuos teniendo en cuenta que, sin quererlo y tarde o temprano, siempre habrá un momento en que la relación con las finanzas será un hecho. Así, la falta de una educación económica doméstica provocará un desfalco en la vida cotidiana del momento y que se acrecentará, a modo de efecto mariposa, en la futura. “Nada es más fácil que tener buenas intenciones. Pero cuando no se entiende cómo funciona una economía, las buenas intenciones pueden llevar a consecuencias desastrosas para naciones enteras”.

Las crisis siempre tienen la particularidad de aflorar las cuitas que traen la causa y dejan lecciones practicables en un futuro para evitar que se repitan los mismos males. En España, por ejemplo, ha quedado patente la baja cultura económica de la población, aun en el caso de que se posea un nivel cultural relativamente elevado. Este problema, ya convertido en endémico, quizás comience a tener una solución si la mayoría de la población leyese “Economía básica”.

En esta ocasión traigo, como su nombre indica, un libro de economía básica para entender cómo funciona la economía, sin afianzarse en datos extensos ni fórmulas matemáticas que lo corroboren. Su autor, Thomas Sowell, simplemente dejará patente en este manual los principios generales sobre los que se cimienta la política económica para que los pueda entender cualquier lector, independientemente del grado de formación económica que posea, porque, como él mismo dice, “los problemas económicos son fácilmente comprensibles para el común de los mortales. Se necesita aprender de lo obvio, más que indagar en lo oculto”.

Thomas Sowell, muy influenciado al principio por Karl Marx, trabajando para la administración estadounidense en Puerto Rico, se dio cuenta de que la imposición de un salario mínimo dejaba a buena parte de los trabajadores fuera del mercado laboral. A partir de ahí, sus críticas económicas al progresismo han sido notables, olvidándose para siempre de Marx. Se doctoró en economía por la Universidad de chicago y en 2002 recibió la Medalla Nacional de Humanidades. Su pensamiento económico y político combina elementos conservadores y libertarios. Ha escrito más de una treintena de libros, ente los que cabe destacar el de esta reseña por tener un estilo ameno y fácilmente comprensible, y por abordar temas tan cercanos como los precios, los mercados, el papel de los gobiernos, el dinero, el ahorro, el comercio, la productividad, el trabajo, los salarios y hasta el mercado internacional.

Este libro es, sin duda, a pesar de su extensión, uno de los mejores libros de economía para introducirse en ella desde los fundamentos más básicos. Cada capítulo, sin usar gráficos ni expresiones incomprensibles, afecta a todos los ámbitos de la sociedad, haciendo un monográfico de cada tema que trata para intentar conseguir desmontar las ideas erróneas y preconcebidas que todos tenemos de la economía. Hace un repaso a todos los términos que se supone que conocemos porque se los hemos oído comentar a algún portavoz politizado o tertuliano, llámese todólogo, en los medios de comunicación. Falacias como las leyes de los salarios mínimos defendidas por los sindicatos o las políticas cortoplacistas son desmontadas de inmediato. Para ello, usa infinidad de ejemplos sacados de la historia más reciente para explicar los conceptos económicos que deberían ser conocidos y comprendidos por todos los mortales en términos de simple sentido común. Sin abandonar en ningún momento la economía, apunta hacia escenarios políticos al mantener que la economía es una faceta de la vida en sociedad: “la riqueza es la única cosa que puede prevenir la pobreza y el crecimiento de la riqueza ha reducido la pobreza mucho más decisivamente que los cambios en la distribución del ingreso”.

El que más o el que menos es ignorante sobre algún tema complejo, y no opina de él porque lo desconoce. Pero en tema de políticas económicas la cosa es diferente debido a que cualquier decisión que se tome tendrá una influencia directa en nuestras vidas. Ante tesituras de este estilo uno puede estar informado, desinformado o mal informado. “Economía básica” nos pone en el camino más fácil para llegar a la información con la idea fundamental de que aprender economía sea tan simple como estar informados.

En vez de delegar el pensamiento en otros que tan preocupados se muestran por nuestro bien, cuántas lágrimas nos ahorraríamos si pensásemos por nosotros mismos. Regálale a tu amigo o a tu hijo este libro, es el manual de economía escrito desde el sentido común para que se defienda de los moralistas ignorantes.

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