Al nacer,
somos unos seres totalmente dependientes de otros para después, de una forma
gradual, ir adquiriendo independencia que nos hará dueños de nuestra propia
persona. Una vez lograda la tan anhelada independencia, seguimos madurando y
observamos que las personas independientes consiguen lo que quieren gracias a
su esfuerzo. También vemos que las que son dependientes necesitan de otras para
conseguir lo que quieren. Entonces, somos conscientes de que la
interdependencia forma parte de la naturaleza como un todo y ahí es donde las
personas interdependientes, aquellas que combinan sus esfuerzos con los de
otras, son realmente las que mayores éxitos cosechan. Consciente de ello, el
autor ahonda precisamente en ese tema, haciéndonos reflexionar sobre cada uno
de nuestros actos, sobre cómo conseguir un cambio adecuado para lograr la
verdadera efectividad de la misma forma que lo ha hecho “la gente altamente
efectiva”.