Cuando el precio de una acción oscila de forma anómala, el SIBE (Sistema de Interconexión Bursátil Español) dispone de una serie de mecanismos diseñados para la protección de los precios para los casos en que la volatilidad se sale de su cauce. Estos mecanismos de protección, frente a situaciones de volatilidad extrema, fueron implantados en la Bolsa española el 14 de mayo de 2001 en sustitución de los límites de negociación que existían del orden del 15 al 25%. Es lo que se conoce con el nombre de Subastas de Volatilidad.
Por lo tanto, las Subastas de Volatilidad son un mecanismo que permiten suspender temporalmente la cotización de un valor que presenta una excesiva oscilación en los precios, pretendiendo así controlar la alta volatilidad frenando al Mercado para que haya una ordenación adecuada en los precios de oferta y demanda.
Estas Subastas se producen cuando un valor intenta negociarse por encima o por debajo de su Rango Estático o Dinámico. La Subasta dura cinco minutos, a lo que se le añade un cierre de treinta segundos durante los cuales, en cualquier momento, sin previo aviso y sin posibilidad de tener extensiones, se acaba la subasta y se asignan los títulos. Del precio resultante surgirán los nuevos precios estático y dinámico siguiendo el valor su negociación con normalidad. Durante el periodo que dura la Subasta se pueden introducir, modificar y cancelar órdenes, pero en ningún caso existirán cruces de operaciones.
La ruptura de cualquiera de los rangos provoca las Subastas de Volatilidad por ruptura del rango estático, Subastas de Volatilidad por ruptura del rango dinámico y las posibles extensiones en las subastas de apertura y cierre.