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21 de febrero de 2024

Una ladrona invisible llamada Inflación

Foto by pixabay.com

La divulgación del dato de la inflación es una información que preocupa al ciudadano, y en mayor medida al ahorrador, ya que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos bienes y servicios que en un periodo anterior.

Da la sensación de que la inflación es un tema de preocupación reciente, sin embargo, no es así, es un concepto que ya está asociado a la economía desde hace mucho tiempo.

El IPC y la inflación, aunque están estrechamente relacionados, no son lo mismo. Ambos son indicadores de precios y en ocasiones se escucha que la inflación ha subido o bajado en función de los datos del IPC, pero esto no siempre es así. La principal diferencia entre ambos radica en que el IPC es un índice que está basado en la evolución de una cesta de consumo con unos productos en concreto. En cambio, la inflación indica la subida generalizada de los precios de una economía y se utiliza en la contabilidad nacional de un país.

Según el INE, en los últimos 30 años el IPC ha subido un 108%. Esto quiere decir que, a largo plazo, una mala gestión del ahorro puede llevar a que el esfuerzo para conseguirlo haya sido en vano. De ahí le viene el nombre de “ladrona invisible”.

La inflación se despertó con las políticas monetarias que llevaron a cabo los gobiernos de los Bancos Centrales para reanimar la economía en la época de la pandemia. Los expertos consideran que la inflación debe de mantenerse en unos niveles muy cercanos al 2% para que tenga una influencia positiva en la economía de un país. A partir de ese nivel saltan las alarmas y los Bancos Centrales ponen en marcha su maquinaria para atajar un problema que, sin quererlo, fue en parte provocado por ellos.

8 de noviembre de 2022

El negocio bancario

Sin ser amigos íntimos, la banca y los ahorradores siempre han ido cogidos de la mano, pero en un constante tira y afloja. Ambos saben que ese odio cariñoso mutuo trasciende porque existe la necesidad de vivir en simbiosis. El ahorrador acude al banco con sus ahorros para que éste se lo custodie y, ya de paso, le dé algún beneficio. El banco capta fondos del ahorrador para colocarlos y satisfacer las necesidades de sus clientes. Siendo así, en síntesis, ese es el negocio primario de la banca: la intermediación financiera. Y así debe de ser. Pero la banca, no conformándose con ese negocio, desea y consigue dar un servicio integral al cliente, convirtiéndose en auténticos supermercados financieros donde el beneficio lo obtienen por múltiples canales y productos al obtener un diferencial positivo entre las captaciones y las colocaciones.

Pero no siempre los negocios de una empresa van bien y cuando es así, hay mucha gente que sufre. Por el contrario, cuando el negocio de la banca no funciona somos todos los que padecemos sus fracasos. Lo hemos visto y deseo, por el bien de todos, que no se repita. Tanta mella ha hecho este deterioro que se ha creado un nuevo mapa bancario con nuevas normas, provocando una desviación total del negocio bancario. Todas las autoridades han salido al quite para conseguir, dentro de lo posible, un futuro de la banca sostenible y con un crecimiento de calidad, intentando hacernos olvidar el fracaso bancario del pasado. Si las condiciones económicas eran favorables no era suficiente motivo para bajar la guardia y sobreseer el componente riesgo. Así nos fue y así lo llevamos pagando desde entonces.

5 de abril de 2022

El trance de pasar de Ahorrador a Inversor

Foto by pixabay.com
Los españoles, en general, tenemos más de ahorradores que de inversores y esa estrategia, en un entorno de bajos tipos de interés y alta inflación, sale bastante cara debido a la constante pérdida de poder adquisitivo para todo ese ahorro acumulado. No olvidemos, que, según las encuestas realizadas, más de la mitad del ahorro de todas las unidades familiares está en productos cuyo riesgo es ínfimo, lo que hace que no se consiga ningún rendimiento. Y lo peor no es eso, lo peor es que la amenaza de la inflación sobrevuela los ahorros acumulados haciendo que el interés real que recaiga sobre ellos sea negativo. Por esta razón, al patrimonio personal hay que prestarle la atención precisa para que no quede en ningún momento desatendido, dejando de tener sentido canalizar el ahorro a través de productos de inversión que hace ya bastante tiempo dejaron de ser rentables. Todo el ahorro que en el pasado no haya ofrecido un rendimiento superior a la inflación solo ha supuesto una merma del poder adquisitivo. Habrá que dejar el camino del ahorrador que antaño tantas satisfacciones dio a los ahorradores convencionales y habrá que coger el camino del inversor para no sacrificar los posibles rendimientos futuros. Ha llegado el momento de concienciarse de que el dinero tiene la obligación de trabajar para nosotros en productos diferentes a los depósitos, cuentas, pagarés o Letras del Tesoro porque ya no son una solución que aporte rentabilidad positiva sin riesgo ni esfuerzo. La cultura financiera y la aversión al riesgo (posibilidad de obtener un resultado diferente al esperado) son probablemente los dos factores más importantes que han llevado a esta situación.

Adentrarse en la aventura de pasar de ahorrador a inversor no es fácil en ningún caso, pero mucho menos si hay que hacerlo por necesidad. Por eso, todos los expertos recomiendan hacerlo con una cantidad inicial moderada para familiarizarse con los vaivenes de los Mercados Financieros por el impacto que produce en el patrimonio del inversor y, por supuesto, no caer en el pánico ante las habituales correcciones ni en la euforia de los también habituales momentos de subida.

13 de julio de 2021

El éxito en la Bolsa

El alquimista. Pietro Longhi

De la misma forma que el alquimista de la antigüedad se esforzaba por la búsqueda de la piedra filosofal junto con la panacea universal, algunos ahorradores-inversores buscan también la fórmula del éxito en la Bolsa y lo establecen como su quimera. Muchos aprendices y falsos alquimistas, tenidos por auténticos, gozaron de prestigio y apoyo durante siglos; es más, gracias a eso se hicieron grandes descubrimientos químicos que duran hasta la actualidad dando origen a la ciencia química, pero no encontraron lo que buscaban tan ansiadamente. También se llenó el mundo de charlatanes con pócimas y brebajes mágicos que lo único que conseguían era vender, a toda costa, su producto “milagroso” engañando, como siempre, al necesitado y al incauto. 

No es nuevo, haciéndose eco esta bitácora de ello, que la inmensa mayoría de los ahorradores que depositan sus ahorros en la Bolsa pierden dinero: lo pierden, debido a que su búsqueda se limita a obtener dinero fácil. Han observado a inversores de Bolsa que han tenido un gran éxito y piensan que lo han tenido gracias a que han encontrado el método secreto. Claro, como es secreto, no lo van a difundir a cualquier precio. Pues nada más lejos de la realidad: el que ha obtenido éxito en Bolsa, que los hay, lo ha conseguido gracias al duro trabajo y no a “pelotazos” como alguna mayoría cree. También, y es verdad, existe la suerte, pues la Bolsa tiene una parte que es azar y esa es la peor, es la que ciega y hace volver a probar y probar, pero muchas veces es implacable y la suerte nos abandona dando como resultado una pérdida mayor que la ganancia que nos prestó la Bolsa cuando la suerte estaba de nuestro lado.

16 de marzo de 2021

Las subastas de Apertura y Cierre bursátil

Las sesiones de Bolsa tienen lugar todos los días hábiles que marque el calendario bursátil. En la española, compuesta por cuatro bolsas de valores (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia), como en el resto de las bolsas europeas, el horario de contratación comprende desde las 9:00 hasta las 17:30 horas. Todas abren y cierran a la vez con la particularidad de las subastas de apertura y cierre. Éstas consiguen, y esa es su función, una adecuada formación de los precios en los momentos de la apertura y el cierre de cada sesión.

Estas subastas son periodos de negociación del Mercado en los que se pueden introducir, modificar y cancelar órdenes de compraventa, pero que no se ejecutarán para que el sistema calcule un precio de equilibrio entre la oferta y la demanda. De esta forma, la subasta de apertura nos asegura, al comienzo de la sesión, el precio de los diferentes activos y, la subasta de cierre nos asegura que ningún inversor pueda influir en el precio de cierre para que éste sea representativo de la sesión. Al final de cada subasta se le añaden 30 segundos de cierre aleatorio. En estos 30 segundos implican que el horario de apertura y cierre se encuentre en ese periodo aleatorio.

15 de febrero de 2021

Fórmulas de retribución al accionista

La imaginación no tiene límites hasta cuando se usa con el fin de encontrar fórmulas de retribución al inversor. Las empresas están obligadas a navegar en dos mares: contentar al inversionista buscando un medio de pago que suponga el menor impacto negativo en sus cuentas. Esto hace que la estrategia de remuneración al accionista vaya más allá del clásico pago de dividendos, pasando hasta por la realización de ampliaciones de capital para evitar que tengan que pagar dinero en efectivo cuando los resultados han mermado. Cada fórmula empleada debe ser valorada por el inversor pues todas ellas tienen implicaciones fiscales importantes y una posible dilución del accionariado. 

Uno de los derechos de los accionistas, reconocido por ley, es el de participar en el reparto de las ganancias de la sociedad disponiendo ésta de diversas fórmulas para retribuirles. 

Entre las formas de retribución más habituales están: Dividendo, Scrip Dividend, Devolución de Prima de Emisión, Ampliación de Capital Liberada, Pago con Cargo a Autocartera y Prima de Asistencia a Juntas. 

30 de noviembre de 2020

¿Qué es y qué indica el TER en un Fondo de Inversión?

El Fondo de Inversión es el activo financiero más versátil para el ahorrador porque raro será no encontrar uno que no se adapte a nuestras necesidades. El inversor doméstico se fija en la rentabilidad conocida que ofrece mermándola los gastos y costes que lleva implícito el fondo; por esta razón, es muy importante conocer de antemano ese tipo de gastos que serán decisivos a la hora de calcular la posible rentabilidad que ofrezca el fondo elegido. De esta forma, creo que debe ser de obligado conocimiento para todos los partícipes el Ratio de Gastos Totales o, en inglés, Total Expense Ratio (TER). El TER es el porcentaje anualizado de gastos que soporta y lleva implícitos un Fondo de Inversión sobre su patrimonio. Este dato deberá aparecer en el folleto del fondo y en los informes trimestrales que se envían a los partícipes.

El beneficio que ofrezca este tipo de activo financiero se debe a la pericia del gestor a la hora de invertir el patrimonio del conjunto de los partícipes restándole los gastos. Atendiendo a esto, nos fijaremos en la categoría que mejor se adapte a nuestras necesidades de inversión para luego observar el que más beneficios obtiene y menores gastos. Por lo tanto, el TER debe de estar presente siempre a la hora de decidirse por un fondo u otro independientemente del entorno del Mercado. El que un fondo tenga un TER más elevado que otro no quiere decir que sea mejor ni peor, tampoco indicará nada sobre sus rendimientos de inversión pues todo eso dependerá de la propia gestión, pero sí nos dejará muy claro en qué cuantía disminuirán todos esos resultados a la hora de plasmarlos en los beneficios que obtendrán los partícipes.

31 de agosto de 2020

Las desventuras del pequeño accionista


Parece ya hasta cotidiano que de vez en cuando en la Bolsa aparezca alguna compañía con problemas serios en sus cuentas interiores. Una de las últimas, ya sabéis, Abengoa. ¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre! solía repetir con frecuencia un antepasado mío. No ha sido la primera ni será la última, por desgracia. Y, lo peor de todo, es que seguirá siendo así y siempre pillará implacablemente a algún que otro pequeño ahorrador-inversor.

La historia ha ido dejando algún que otro legado donde al pequeño accionista le han quemado sus ahorros:

Recordaréis, hace tiempo ya (1993), la intervención y destitución del consejo de administración del Banco Español de Crédito (BANESTO) por parte del Banco de España por la existencia de un gran agujero patrimonial.

En 2001, Enron fracasa debido a un fraude en su contabilidad.

En 2002 la empresa de telefonía de EEUU WorldCom quiebra por la falsedad en sus cuentas.

En 2003 se descubre que la italiana Parmalat falseó sus cuentas durante unos cuantos de años y tiene que salir a su encuentro el propio gobierno italiano.

Aún suenan, por recientes, los acordes de Pescanova en nuestro país debido a su deuda oculta. O la quiebra de Gowex por falsear sus cuentas.

La quiebra en 2008 del banco Lehman Brothers, la salida a Bolsa de Bankia y los problemas del banco portugués Espírito Santo es por todos conocidos.

Las estafas piramidales de Forum, Afinsa, Madoff o Gescartera son ejemplos que algunos ahorradores, buscando un beneficio extra para su inversión, no olvidarán nunca.

Las Preferentes o los llamados Valores Santander no han hecho más que mermar las cuentas de aquellos incautos inversores que adquirían lo que no sabían que adquirían. Que ahora esperan que los tribunales le devuelvan aquel dinero que se quemó y que lo único que están viendo es el humo suspendido en el ambiente.

16 de julio de 2020

¿Por qué renta pedir prestado y cuesta dinero prestar?


El concepto de que el prestatario pague intereses al prestamista era una condición básica de cualquier préstamo. Esto ha sido así hasta que los tipos de interés negativos han presionado a la baja todo tipo de deuda, lo que ha sido un beneficio inesperado para el deudor, pero todo un problema para el ahorrador y el prestador. Para muestra un botón: las letras y los bonos que emite el Tesoro Público del Reino de España se encuentran en todos sus periodos con rentabilidades negativas hasta el de cinco años. Es decir, los inversores institucionales están dispuestos a depositar su dinero, aunque tenga un coste, a cambio de estabilidad y liquidez que proporciona la deuda pública de los Estados más solventes.

Las políticas monetarias que han llevado a cabo todos los bancos centrales mundiales han evitado una catástrofe monetaria global, pero han conseguido que el Mercado de Deuda se distorsione. El ahorrador no encuentra ningún beneficio en la renta fija convencional, lo que hace que tenga que acudir a otro tipo de inversiones menos conocidas y más arriesgadas, llegando a tomar decisiones erróneas, en parte influenciadas por aquellos que, conociendo la evolución de los Mercados, no son conscientes del riesgo soportado por el cliente al que se le ofrece ese producto, provocando inintencionadamente la formación de posibles burbujas. La opción de estar en liquidez, no haciendo nada con el ahorro, tampoco es una buena solución debido a que la inflación es implacable con los caudales que se guardan bajo las baldosas de la cocina.

24 de abril de 2020

La difícil tarea de ser inversor doméstico

Hace ya algún tiempo, leí la entrevista que una publicación económica le hizo a un gestor de un mega fondo cuya política de inversión estaba basada en la Renta Variable. Explicaba cómo, sin ningún tipo de escrúpulo, era capaz de romper soportes o resistencias a su antojo, con la única intención de equivocar al “pobre incauto inversor doméstico” y a los analistas técnicos, para que entrasen o saliesen de los valores que él marcaba. De esta forma conseguía mover las acciones para lucro del fondo que gestionaba. Si ese gestor era capaz de hacer eso, pienso yo, los demás inversores institucionales también lo podrían hacer pues, al mover cientos de millones, moverán el Mercado. Efectivamente, así era, así es y, por desgracia, así será.

Lo anterior, que no deja de ser una realidad anecdótica dejando al pequeño inversor como el perdedor del Mercado, me viene al pelo para hablar del papel que les toca representar a los inversores domésticos, particulares o minoristas. Ya lo he dicho alguna vez: les toca, simplemente, recoger las migajas de los cadáveres que dejan tras de sí los grandes tiburones financieros.