El contexto
donde se mueven los ciudadanos en el mundo actual está estrechamente
relacionado, de forma individual o colectiva, con la economía, por lo que la
formación en este campo es imprescindible para la mejora de las propias
capacidades de los individuos teniendo en cuenta que, sin quererlo y tarde o
temprano, siempre habrá un momento en que la relación con las finanzas será un
hecho. Así, la falta de una educación económica doméstica provocará un desfalco
en la vida cotidiana del momento y que se acrecentará, a modo de efecto
mariposa, en la futura. “Nada es más fácil que tener buenas intenciones. Pero cuando
no se entiende cómo funciona una economía, las buenas intenciones pueden llevar
a consecuencias desastrosas para naciones enteras”.Las crisis
siempre tienen la particularidad de aflorar las cuitas que traen la causa y
dejan lecciones practicables en un futuro para evitar que se repitan los mismos
males. En España, por ejemplo, ha quedado patente la baja cultura económica de
la población, aun en el caso de que se posea un nivel cultural relativamente
elevado. Este problema, ya convertido en endémico, quizás comience a tener una
solución si la mayoría de la población leyese “Economía básica”.