20 de julio de 2021

Los Perros del Dow

Una de las estrategias más simples y sencillas, en lo que a inversión en los Mercados Financieros se refiere, es la que se conoce con el nombre de “Los Perros del Dow” (Dogs of the Dow).

En 1991, Michael O’Higgins fue el creador de esta simple estrategia que publicó en su libro “Beating the Dow” (Batiendo al Dow). Posteriormente fue difundida y popularizada por la revista estadounidense “Barron’s”. Tan popular se hizo que se creó una gran industria a su alrededor y se crearon varios fondos de inversión basados en esta sencilla estrategia. Tan buena fue en su momento que durante varios años batió en rentabilidad al Dow Jones, pero tanto se popularizó que dejó de funcionar debido a que sufrió tales transformaciones que perdió su eficacia.


Esta estrategia consiste en comprar, a principios de año, con la misma ponderación y sin importar la cantidad de dinero destinada a la cartera, los 10 valores con mayor rentabilidad por dividendo del Dow Jones. Al año siguiente, la cartera se vuelve a reestructurar con el mismo criterio eliminando los valores que no cumplan con el criterio y añadiendo los que sí lo cumplan. Esto se hace de forma casi automática pues sólo hay que sacar el resultado por dividendo esperado de las diferentes compañías que forman el índice y ordenarlas de mayor a menor.

Realmente se trata de una estrategia de configurar y dejar funcionar sola: no se miran los valores seleccionados de nuevo hasta el final del año que viene y no se reajusta la composición de la cartera en ningún momento del año. Esto es lo que hace que implementar esta estrategia a una cartera de valores sea tan fácil.

Su uso no está condicionado a que se haga los primeros días de cada año natural, se puede hacer en cualquier momento, con la condición de que la cuenta del año se haga desde la fecha de su creación. Es más, si se hace durante el primer trimestre del año, después de que las empresas empiecen a emitir sus primeros resultados, la estrategia se hace mucho más efectiva y funciona mejor. Para ver los beneficios que genera hay que esperar, al menos, un año, y eso en Bolsa es LARGO PLAZO.

Debido a que la estrategia era tan simple y generaba unos beneficios más que satisfactorios, se intentó mejorar para que fuese más eficaz. La mayoría de los estudiosos de la estrategia dicen que nunca consiguió superar la rentabilidad de la original.

Los Perros del Dow no se limitan únicamente al Dow Jones, se puede usar en cualquier índice, por ejemplo, el IBEX 35. Es más, los resultados en otros índices también fueron satisfactorios.

La rentabilidad por dividendo viene condicionada, entre otras variables, por el precio de cotización de la acción. Entonces, las acciones más rezagadas del índice en cuestión están por debajo del precio de mercado, pero se consideran buenas por el simple hecho de figurar en el índice. Al invertir en ellas, se hace pensando en su rebote, que el mercado las ponga en su lugar correspondiente para así poder sacarle una rentabilidad más que aceptable tanto por incremento de valor como por rentabilidad vía dividendos. Pero desafortunadamente, no se tiene la garantía de que esto sea así pues existe la posibilidad de que la empresa que se haya añadido a la cartera cotice a un precio excesivo; o que esa empresa sea cíclica y esté ante el final del ciclo; o, simplemente, se ha comprado una empresa con problemas que no salen a la luz hasta que está en cartera. Es decir, al escoger las acciones que proporcionan un mayor dividendo es posible que estemos eligiendo las compañías que estén infravaloradas, pero como la rentabilidad por dividendo resulta de dividir el dividendo estimado para ese año/precio de la acción, esta rentabilidad por dividendo se “normalizaría” en caso de que aumente la cotización de la acción.

La rentabilidad por dividendo viene condicionada, entre otras variables, por el precio de cotización de la acción

La cartera formada por Los Perros tiene a su favor la diversificación pues se invierte en varias acciones que, por lo general, no pertenecen al mismo sector, aunque algunas sean coincidentes. Además, hay que tener en cuenta que, como se escogen 10 valores, la equivocación en uno de ellos afectaría sólo a un 10% de la cartera.

Esta estrategia no tiene ningún fundamento ni técnico ni fundamental, únicamente se basa en la rentabilidad por dividendo. La mayoría de los inversores profesionales opinan que no es la mejor estrategia para seguir de cara a la inversión en Bolsa, pero no dejan de reconocer que cuando esta estrategia funciona, lo hace bastante bien.

Una variable de esta estrategia es comprar los 10 valores que más hayan bajado durante el año. Si se mantienen en el índice después de la primera revisión quiere decir que son empresas solventes y que, por cualquier motivo, han bajado más que las demás. Según las estadísticas, esta variante falla mucho más y se cree que surgió como engaño de la original para disipar su atención.

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