14 de marzo de 2023

Razones para invertir en los Fondos de Inversión

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El Fondo de Inversión es uno de los activos financieros más versátil, atractivo y completo de los ahorradores para hacer sus inversiones. Entre otras cosas, por sus múltiples ventajas tanto fiscales como monetarias, así como por cubrir todas las necesidades financieras de cualquier inversor por muy dispar que sea su perfil. Son capaces de ofrecer acceso a múltiples Mercados, haciendo que cualquier ahorrador pueda tener un gestor profesional que se haga cargo de la gestión de su cartera.

Un Fondo de Inversión es una institución de inversión colectiva formada por el patrimonio que aportan inversores físicos o jurídicos llamados partícipes. Está formado por las tres siguientes figuras que intervienen directamente en su funcionamiento. Por un lado, está la Sociedad Gestora que es la responsable de la gestión y la administración siguiendo unas directrices establecidas con anterioridad y que deberán ser conocidas por el partícipe. Por otro, y diferente de la anterior, existe una Sociedad Depositaria cuya misión es la de custodia, garantía y vigilancia de las inversiones que realiza la Gestora. Y, finalmente, está el partícipe que es el dueño de la parte proporcional del patrimonio del Fondo según las participaciones asignadas en las aportaciones dinerarias realizadas.

Es bastante difícil buscar el producto financiero más atractivo para rentabilizar los ahorros, pero ahí están los Fondos de Inversión para suplir esa carencia por las siguientes razones que hacen que los ahorradores se decanten por uno de ellos:

Gestión profesional.

Detrás de cada Fondo de Inversión hay todo un grupo de gestores que se dedican a tiempo completo a encontrar las mejores oportunidades de inversión para integrarlas en el propio Fondo. Así, el inversor o partícipe no tiene que dedicar a la inversión parte de su tiempo y esfuerzo, tenga o no conocimientos financieros, pues para eso, por nimio que sea el importe, delega a los gestores las decisiones de inversión. La gestión profesional implica un valor añadido a este tipo de activos que se verá reflejado en la rentabilidad y en la protección del capital invertido.

Diversificación.

Los Fondos de Inversión deben de cumplir con una política de gestión de riesgos, lo que les obliga a realizar una diversificación lo más eficiente posible. Un inversor individual no podría invertir en la gran cantidad de activos que invierten los Fondos de Inversión a lo largo y ancho de todo el mundo, permitiendo el beneficio de una gran variedad de estilos de inversión ajustándose a cada perfil de riesgo de cada inversor. Esta es la razón por la que los Fondos son los productos financieros más eficientes en lo que a diversificación se refiere, debido a que ofrecen una gran variedad de productos en la cesta de activos en los que invierten y a un coste reducido.

Seguridad.

Los Fondos de Inversión no forman parte de los balances de las instituciones financieras. Eso quiere decir que el partícipe, ante cualquier problema que pudiera surgir, no se vería perjudicado. La entidad gestora y la depositaria están separadas de tal manera que la gestión no tiene contacto directo con los activos de los partícipes al estar depositados en una cuenta separada. Además, todo está supervisado y auditado porque los reguladores de cada país imponen una serie de requisitos, en nuestro caso la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) que además regula la información que debe de recibir el ahorrador.

Liquidez.

El monto de la inversión que se realice en un Fondo de Inversión se puede recuperar en cualquier momento, basta con vender una parte o la totalidad de la participación. La liquidez está asegurada porque existen unas normas de obligado cumplimiento para controlar la liquidez de un Fondo con el fin de dar cabida a la venta de las participaciones de los inversores.

Fiscalidad.

En los Fondos de Inversión es el propio partícipe quien decide cuándo pagar los impuestos. Esto es así porque únicamente en el momento de la venta del Fondo es cuando hay que tributar por las plusvalías. Sin embargo, el traspaso de un Fondo a otro, sea del mismo tipo o diferente, no hay que tributar por ello, lo que hace que tengan una fiscalidad sumamente atractiva al ir capitalizando los incrementos del patrimonio que facilita el interés compuesto, difiriendo el pago de impuestos al momento que sea más favorable para el partícipe.

Fácil acceso.

Los Fondos de Inversión permiten que cualquier ahorrador, con una reducida inversión, pueda tener en su cartera los mismos activos que los inversores institucionales. A través de ellos, se puede acceder a cualquier tipo de Mercado y activo consiguiendo que en una pequeña cartera quepa el universo en pleno. La facilidad de la inversión ahorra tiempo, dedicación y buena parte del estrés que implica seguir la evolución del Mercado. Como el valor liquidativo de cada Fondo de Inversión se actualiza diariamente, es sencillo conocer el valor real de cualquier posición de inversión. El fácil acceso abre un abanico de posibilidades como complemento a las estrategias más habituales que se llevan a cabo en los Mercados.

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