El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un impuesto que hay que tener en cuenta cuando se ejecuta una operación entre particulares en la que se contemple la transmisión de un bien o un derecho de uso. Este impuesto está regulado por el Real Decreto 828/1995, de 29 de mayo.
El ITP es un
impuesto indirecto que grava la transmisión inter vivos de toda clase de
bienes y derechos que forman el patrimonio tanto de las personas físicas como
las jurídicas. Este impuesto está cedido a las Comunidades Autónomas que tienen
competencia normativa para modificar algunos parámetros del tributo, como es el
caso de los tipos impositivos y las bonificaciones que consideren convenientes.
Por eso, los contribuyentes afectados por el ITP se verán en mayor o menor
medida afectados por la imposición del tributo en función de la Comunidad
Autónoma donde tengan su residencia, debido a que los valores son muy
diferentes. Su cálculo está influenciado por las políticas monetarias de cada región,
así como de las características propias de cada zona.