El dividendo es esa parte de los beneficios o reservas de
una sociedad que se reparte entre los accionistas como remuneración al capital
invertido, siendo proporcional al número de acciones en posesión y al tipo de
éstas.
La crisis está haciendo estragos y las compañías también
están pasando lo suyo, hasta tal punto que han optado por eliminar el dividendo
en efectivo y lo han sustituido por otra fórmula de retribución denominada
Scrip Dividend.
El Scrip Dividend (dividendo en acciones) es otra
alternativa más que tienen las empresas para retribuir a sus accionistas
siendo, por cierto, desde hace algún tiempo, bastante habitual entre las
cotizadas españolas, asignándole nombres como “Dividendo Elección”, “Dividendo
Opción”, “Dividendo Flexible” … Su mecánica de funcionamiento no es compleja,
pero sí puede entrañar alguna dificultad su entendimiento y por qué las
compañías, en un momento determinado, se decantan por este tipo de retribución.
La empresa, en vez de repartir los beneficios destinados a
los dividendos, opta por hacer una Ampliación de Capital totalmente liberada,
asignándole al inversor tantos derechos como acciones tiene para, al finalizar el
proceso, aumentar la compañía el número de acciones en circulación. Los
derechos cotizarán en el Mercado y estarán sujetos a la ley de la oferta y la
demanda. La compañía anunciará el precio de partida de cada derecho que será el
mismo al que la empresa se compromete (o no) a pagar al accionista que quiera
venderle sus derechos. Indicará también la proporción del factor de canje y el
calendario que seguirá el proceso del Scrip Dividend.