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Ese año, la Reserva Federal decidió comenzar con una
subida gradual de tipos, mientras que el Banco Central Europeo los bajó
hasta el 0%: Estados Unidos se recuperaba de la crisis, se acercaba al pleno
empleo y ya empezaba a tener algunos problemas con la inflación; mientras,
Europa seguía sufriendo tasas de desempleo demasiado elevadas y disfrutaba de
estabilidad de precios. El caso es que por primera vez en muchos años el
ciclo monetario en Estados Unidos era opuesto al de Europa. La volatilidad
en los mercados bursátiles también se dejó notar viendo cómo unos valores no
dejaban de subir mientras que otros se desplomaban hasta mínimos históricos. En
ese sentido, ese año, parecía haber registrado un patrón diferente, con alzas
continuas que solo se verían interrumpidas por fueres movimientos correctivos
que apenas duraban unos días.
En noviembre de 2016 el The Wall Street Journal,
periódico estadounidense enfocado hacia la economía y los negocios, se hacía
eco de cómo unas monjas de la abadía alemana de Mariendonk (monasterio benedictino en Grefranth,
distrito de Mülhausen, cerca de Kempen, en la diócesis de Aquisgrán), más
concretamente la hermana Lioba Zahn, salvaron la economía de su convento
invirtiendo sus ahorros en activos financieros.