Todos, alguna vez, hemos usado la expresión “vivir de las
rentas” como petición de uno de nuestros deseos para el futuro, pero vivir sin
trabajar o sin tener que hacerlo por obligación, la mayoría de las veces, se
queda simplemente en un deseo. Esa idea, que le pone lo dientes largos a muchos
ahorradores y es un auténtico furor en las redes sociales, es muy tentadora y
ha sido bautizada como Libertad Financiera o Independencia Financiera
por Robert Kiyosaki en su libro Padre Rico, Padre Pobre. Kiyosaki mantiene
que, con la adecuada cultura financiera, cualquiera puede ser capaz de llegar a
la independencia financiera. La misma idea, pero expresada de otra forma, la
corroboró el archiconocido inversor Warren Buffett diciendo que “si usted es un
ahorrador ligeramente superior al promedio, gastando menos de lo que gana, a lo
largo de su vida, no podrá evitar hacerse rico”.
Lo normal es que las personas reciban un sueldo para
sufragar los gastos que ocasiona la vida a cambio del trabajo que realizan. En
realidad, los ingresos vienen porque se intercambia el tiempo, la sabiduría o
las habilidades por un sueldo. Sin embargo, la libertad o independencia
financiera es recibir los ingresos suficientes que permitan vivir, asumiendo
todos los gastos que se generen, sin la necesidad de invertir el tiempo en el
trabajo para obtener una remuneración. Ser financieramente independiente se
puede conseguir si sucede que: exista una cantidad de dinero suficiente como
para no trabajar o tener la cantidad de activos suficientes como para que los beneficios
pasivos (aquellos ingresos que se reciben sin la realización de un esfuerzo)
sean capaces de sufragar la totalidad de los gastos.