La pauta estacional, como es el caso que trae causa esta
entrada, es un comportamiento repetitivo del Mercado en un periodo muy concreto
y únicamente su análisis está basado en la estadística, no teniendo nada que
ver el análisis fundamental ni el técnico. La estadística es una media, por
lo tanto, que existan pautas no quiere decir que se cumplan siempre, por lo que
el riesgo de que no se cumpla siempre estará ahí. La seguridad en el
comportamiento de la Bolsa no deja de ser una utopía.
El Santa Claus Rally o, en español, Rally de Navidad
o Rally de Fin de Año es una pauta alcista comprendida entre los últimos cinco
días de cotización del año que termina y los dos primeros del año que comienza.
Esa es la razón por la que los medios especializados y profesionales financieros,
cuando finaliza el año, siempre hablan de esta pauta. El término, en
definitiva, se utiliza para describir la tendencia alcista del Mercado de
Valores durante el periodo de tiempo navideño. Es más, dice la estadística que
si este fenómeno no se cumple el año será malo para los Mercados Financieros.
La primera evidencia que se conoce de esta pauta estacional
fue un análisis que presentó Wachel en 1942 al Journal of the Business de
la Universidad de Chicago, mostrando que desde diciembre a enero de 1927 hasta
1942 hubo una subida en el Mercado de Valores del índice Dow Jones Industrial
Average. Desde entonces ha habido variaciones, pero la versión más conocida y
popularizada es la Yale Hirsch de 1973 (fundador del Stock Treder’s Almanac
y uno de los teóricos más importantes del Mercado Bursátil que estableció, ya
en 1968, que los Mercados atraviesan ciclos de alzas y bajas que se relacionan
con ciertos eventos periódicos). Hirsch observó la recuperación de los Mercados
entre los cinco últimos días del año y los dos primeros días del siguiente,
llegando a la conclusión en 2019 que, si la pauta no se cumple, estadísticamente,
el año siguiente sería bajista o, en el mejor de los casos, plano.
Los expertos no se ponen muy de acuerdo para explicar el
buen comportamiento, en promedio, de esta pauta. Sin embargo, sí coinciden en
que es cuando se producen los ajustes y rebalanceos de las carteras de final y
comienzo de año, los ajustes fiscales de última hora, los bajos volúmenes de
operaciones haciendo que el Mercado se mueva con más facilidad, el posicionamiento
de los grandes fondos de inversión, la reinversión de los dividendos, las
aportaciones a Planes de Pensiones se hacen más significativas al final de cada
año para aprovechar las desgravaciones que llevan implícitas (lo que supone que
los Fondos de Pensiones tengan que trasladar parte de ese dinero que reciben a
valores bursátiles con el consiguiente movimiento del Mercado) y, como no, el
componente psicológico de la propia pauta (al tener un componente estadístico
cierto, los que la conocen se posicionarán del lado de las compras y ayudarán a
que se siga cumpliendo). A éstas hay que añadir la necesidad que tienen las
casas de análisis y los gestores de carteras de batir al Mercado para poder cumplir
con sus objetivos y maquillarles un poco los resultados a sus clientes.
A priori, no es predecible si a final de año se cumplirá el Rally
o no. Lo que sí es cierto es que, si durante un periodo largo de años se compra
a final de año y se vende en los primeros días del siguiente, el resultado, de media,
será positivo para el inversor. Y será positivo porque es una de las pautas
estacionales más fiable y rentable que existe, aunque nada esté escrito de antemano
en los Mercados Financieros.
La seguridad en el comportamiento de la Bolsa no deja de ser una utopía.
Este fenómeno no tiene por qué producirse todos los años,
pero los inversores tienden a anticiparse a posibles movimientos bursátiles lo
que puede llevar a trasladar este movimiento a otro periodo del año; por
ejemplo, al mes de noviembre. Entonces, en este caso, se dice que la pauta
estacional se ha adelantado.
El Rally de Navidad hay que enlazarlo con el denominado “Efecto Enero”. Así, si la Bolsa registra plusvalías al cierre de la quinta sesión del
año, el ejercicio será alcista y al contrario si la posición acumula minusvalías.
Todas las pautas están ahí para ofrecer una visión
orientadora de lo que ocurre en los Mercados en unas determinadas fechas, en
ningún caso pueden convertirse en una decisión operativa exenta de riesgo. La
operativa vendrá consolidada por los análisis precedentes a la operativa y, en
este caso, lo que nos dice este Rally es cómo ha reaccionado el Mercado ante
situaciones del calendario similares. Como todos los valores no actúan de la misma
forma, habrá que seguir siendo selectivos con los que han de formar la cartera. En
fin, una vez más: “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”.
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