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Clase baja: se corresponde con las capas más
desfavorecidas de la sociedad, siendo sus ingresos inferiores al 30% de la
renta media. Las personas que integran esta clase social tienen serios
problemas para acceder, por ejemplo, a una vivienda debido a su bajo poder
adquisitivo.
Clase media: a su vez se subdivide en clase
media/baja y clase media/alta. Es la más abundarte y se corresponde con aquella
población que pueden acceder a bienes en propiedad con cierta solvencia. Poseen
un poder adquisitivo tal que les permite vivir con cierta holgura dependiendo
de la diversificación geográfica. El sueldo oscila entre el 30% por debajo de la
renta media y hasta un 150% por encima.
Clase alta: también existen varias categorías,
pero de inferioridad numérica con respecto a las otras clases. La componen
personas con alto y muy alto poder adquisitivo, con una elevada capacidad de
adquisición de bienes. Sus ingresos están por encima de un 150% de la renta
media.