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11 de abril de 2023

Diferencias de pensamiento entre las clases sociales

Foto by pixabay.com
Son varios los parámetros que determinan a qué clase social se pertenece, pero será el nivel de ingresos y el poder adquisitivo quien determine a qué clase social se pertenece. Desde un punto de vista simplista y basado en las características financieras se reconocen tres tipos de clases sociales:

Clase baja: se corresponde con las capas más desfavorecidas de la sociedad, siendo sus ingresos inferiores al 30% de la renta media. Las personas que integran esta clase social tienen serios problemas para acceder, por ejemplo, a una vivienda debido a su bajo poder adquisitivo.

Clase media: a su vez se subdivide en clase media/baja y clase media/alta. Es la más abundarte y se corresponde con aquella población que pueden acceder a bienes en propiedad con cierta solvencia. Poseen un poder adquisitivo tal que les permite vivir con cierta holgura dependiendo de la diversificación geográfica. El sueldo oscila entre el 30% por debajo de la renta media y hasta un 150% por encima.

Clase alta: también existen varias categorías, pero de inferioridad numérica con respecto a las otras clases. La componen personas con alto y muy alto poder adquisitivo, con una elevada capacidad de adquisición de bienes. Sus ingresos están por encima de un 150% de la renta media.

6 de abril de 2021

El efecto Mateo

En esta bitácora, cuando hablaba de la Biblia como libro de enseñanza financiera, decía que era sorprendente que Jesús hablara más veces del dinero que del cielo y del infierno. Pues he aquí otro ejemplo de ello.

La expresión “efecto Mateo” proviene de la cita bíblica que aparece en la Parábola del Sembrador y en la Parábola de los Talentos del Evangelio de San Mateo (Mateo 13,12 y Mateo 25,29, respectivamente), en la Parábola de las Diez Minas del Evangelio de San Lucas (Lucas 19,26) y en la Parábola del Sembrador del Evangelio de San Marcos (Marcos 4,25): “porque a quien tiene, se le dará y sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará”.

Robert K. Merton (1910 – 2003), profesor de Sociología de la Ciencia en Harvard, en Tulane y en la Universidad de Columbia, dejando de lado lo eclesiástico de la cita bíblica, fue el primero que utilizó el concepto de “efecto Mateo” aplicándolo a la producción científica y explicándolo en su artículo The Matthew effect in sciencie publicado en 1968 en Science, teniendo un gran impacto y extendiéndose a otras disciplinas como la psicología, la educación, las finanzas… Decía Merton que un científico de nombre reconocido tendrá menos problemas para hacer valer sus investigaciones, sobre un determinado tema, que otro cuyo nombre y habilidades todavía sean desconocidas: tanto el éxito como el reconocimiento queda siempre relegado a una misma minoría privilegiada, dándose el caso que en la mayoría de las ocasiones los inventos científicos no se le atribuyen al que lo descubrió en primer lugar.

16 de abril de 2020

Horticultura Financiera



La horticultura es la disciplina que se ocupa de las técnicas y los conocimientos relativos al cultivo de las plantas de huerto destinadas al consumo. Por otro lado, las finanzas es una rama de la economía que se encarga del estudio de la obtención del capital para su posterior inversión con el fin de rentabilizar los ahorros. A simple vista, se puede decir que una disciplina y la otra se encuentran a años luz. Sin embargo, si se asocian, no parecen ya tan distantes pues las técnicas usadas para obtener buenos resultados tienen cierta similitud.

El horticultor doméstico se afana en la tarea de la preparación de sus huertos para cosechar las mejores hortalizas según la temporada para, en el momento de la recolección, llenarse con la satisfacción de degustar algo criado y cultivado por él mismo. De forma similar, el ahorrador o inversor doméstico se afana en la tarea de buscar el mejor producto financiero para rentabilizar sus ahorros, con el fin de satisfacer sus necesidades financieras en el futuro. La mayoría tienen sus ahorros invertidos en activos financieros de más o menos riesgo, según su intermediario le ha recomendado o según la intuición o forma de invertir de cada uno de ellos. Los beneficios que van a obtener de la huerta van a ser manjares, seguro. Los beneficios que obtendrán de sus inversiones serán los que tengan que ser acordes al acierto de su inversión y, lo principal, según el trabajo realizado para que esos ahorros les renten proporcionalmente al esfuerzo y al trabajo realizado con anterioridad.