La Acción de Oro o Acción Dorada (Golden Share,
en inglés), nunca exenta de polémica por vulnerar los principios de libre
mercado, es un tipo de acción que confiere a su poseedor (suele ser un Estado o
una Organización Gubernamental) el derecho de voto o de veto sobre los demás
accionistas de cara a ciertas operaciones corporativas, anulando así los derechos
políticos de los demás accionistas. También es usada por los Gobiernos para
desincentivar a los inversores no deseados. Este tipo de títulos suelen ser habituales
en las compañías públicas que han sufrido o están en proceso de una
privatización. De forma asidua, puede ocurrir que este tipo de acciones estén
en manos de accionistas privados como garantía o intereses particulares de un
tercero. El poseedor de una Acción de Oro se asegura con ella que los cimientos
fundamentales de una compañía no serán modificados por el cambio de los dueños
de las acciones ordinarias. La Acción Dorada suele mostrar su brillo en los
procesos de fusión, adquisición, escisión, disolución, venta de activos o
cambios en el consejo de administración de una empresa, cotizada o no.