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3 de agosto de 2021

La inviabilidad del Sistema de Pensiones en la España Rural

Foto by pixabay.com
Envejecer no es una opción, pero sí es algo individual y diferente. Es cierto que la época de la historia en la que se ha vivido, el lugar, la cultura, la forma, el sexo y la compañía son unos parámetros que condicionan el envejecimiento personal. Jubilarse en el mundo rural nada tiene que ver con hacerlo en el mundo urbano. Muchos de los jubilados que viven en el mundo rural, porque nunca lo abandonaron, no han roto de forma total con la actividad que desarrollaron durante su vida activa, pero tampoco lo desean: ha sido su medio de vida. El modelo de envejecimiento rural es diferente al urbano, atendiendo a que la mayoría de los mayores han quedado solos porque todos sus hijos han participado del éxodo rural, transformando las estructuras familiares sociales de nuestros pueblos.

Una de las grandes aspiraciones para la mayoría de los españoles es la posibilidad de cobrar una pensión con la que satisfacer sus necesidades financieras, después de haber cumplido religiosamente con los años de cotización obligatorios que estipula la Seguridad Social, suponiendo un gran alivio y satisfacción para muchos trabajadores. Todos ellos se preguntaron, y los que estamos en activo en la actualidad nos lo preguntamos ahora, si cuando llegue a la edad dorada se podrá llevar la vida a que se aspira. La respuesta nunca fue fácil (ahora tampoco) porque influyen multitud de factores. La procedencia de los ingresos de los mayores rurales se observa que el 75% de sus rentas provienen de la pensión de jubilación.

21 de septiembre de 2020

La despoblación bancaria se ceba en el mundo rural

Foto: pixabay.com
El éxodo rural ha ido dejando a los pueblos cada vez más despoblados lo que ha afectado a que los bancos tomen el mismo camino. Tanto es así, que el 48% de los municipios españoles no cuentan con ninguna sucursal complicándole la vida a sus moradores.

La reducción de las oficinas bancarias comenzó hace ya 30 años cuando surgieron los movimientos de concentración corporativa de la moderna banca española. El Banco Central se fusiona con el Hispano Americano. El conglomerado alfabético BBVA surge del Banco Bilbao, Vizcaya y Argentaria (fruto de la agrupación de todos los bancos públicos). El Santander se hace con Banesto, se fusiona con el Central Hispano, adquiere el Banco Popular y todas sus filiales y todo se junta en una única entidad: el Santander. Las Cajas de Ahorro, más de lo mismo: por poner algún ejemplo, Caja España se forma a partir de la Caja de Zamora, León, Valladolid y Palencia y; Caja Duero, surge de la fusión entre las Cajas de Salamanca y Soria. Las Cajas de Ahorro, maltrechas por la crisis bancaria, optaron por unirse entre ellas y reestructurarse convirtiéndose la mayoría en entidades privadas. Actualmente, el sector bancario tiende a concentrarse más. Como muestra el gigante que surgirá de la fusión entre Bankia con CaixaBank dejando la puerta abierta para que otras entidades opten por navegar por la misma estela.

22 de mayo de 2020

La brecha digital en la España vacía



Estamos inmersos en una nueva revolución, en un nuevo periodo histórico, en el que habitan a sus anchas la generación de los nativos digitales, con la característica común del impacto que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están provocando sobre la sociedad, hasta llegar al punto de su transformación pasando a llamarse sociedad de la información.

Esta sociedad tiene la característica común de haber cambiado la forma de vivir, de pensar y hasta la forma en la que nos relacionamos y comunicamos con nuestro alrededor. Pero todo avance siempre trae consigo el riesgo de exclusión: el riesgo de diferenciar aquellos que pueden formar parte de esta revolución de aquellos que no pueden y se quedan fuera de esta innovación. Tener limitado el acceso al mundo TIC significa estar en una situación de desigualdad de acceso a la información, a la formación y a los bienes culturales, sin obviar la desigualdad de oportunidades ante, por ejemplo, las demandas del nuevo mercado laboral o las dificultades para la correcta gestión de nuestras necesidades financieras, debido a que ya existe información a la que solo se puede acceder mediante Internet y que se difunde únicamente por medios digitales.