Ahora que peligra el futuro de las pensiones, el “Movimiento
FIRE” asegura que es posible jubilarse antes de cumplir los 50 años
(incluso antes de los 40) cambiando, únicamente, el estilo de vida. Si nos
remontamos al pasado, con trabajar se tenía solucionado el tema de las
pensiones porque para eso se pagaba a la Seguridad Social. Esa pensión de
jubilación aseguraba la independencia financiera en el momento de llegar a la
edad dorada. Y así ha sido. Es más, cuando la crisis llegó al momento más
álgido de la estrangulación financiera, no pocos se refugiaron en las pensiones
de sus ascendientes, incluso sacándolos de sus residencias para poder sortear
sus peores momentos económicos. El caso es que las pensiones cumplieron
milimétricamente, como si de un reloj suizo se tratase, con su cometido. Por el
contrario, el futuro no es tan lisonjero: seguirá habiendo pensiones, seguro,
pero se verán reducidos los importes a percibir hasta límites insospechados.
Con este panorama tan desolador, aderezado por los peores pronósticos de los
gurús económicos, las próximas generaciones nos veremos trabajando hasta los 75
años para percibir una pensión ridícula, que no cubrirá ni siquiera nuestras
necesidades económicas más esenciales.
En medio de este contexto, y cuando parece que está más
complicado el futuro de las pensiones, llega el “Movimiento FIRE” (Financial
Independence and Retire Early -Independencia Financiera y Jubilación Temprana-).
Sin parar de ganar adeptos en España (copiando la idea de países como Estados
Unidos, Alemania o Reino Unido) viene con nuevas ideas para solucionar nuestro
porvenir financiero. El movimiento surge en el momento en que el consumismo
está más arraigado entre la población, animando a los jóvenes a ahorrar para
poder dejar de trabajar, apostando por la austeridad y la generación de
ingresos pasivos (aquellos que no requieren de una presencia física o una
actuación directa) con el fin último de conseguir la independencia financiera.