Alquilar una
vivienda supone un gasto importante en el día a día y los precios no paran de
subir debido a la disparidad existente entre la oferta y la demanda. Pero
también se hace muy considerable el desembolso inicial que no todos los
potenciales inquilinos pueden asumir. En términos generales, el inquilino tiene
que desembolsar un importe similar a tres mensualidades para habitar una
vivienda en alquiler: el mes en curso, la fianza arrendaticia y, en ocasiones,
una garantía adicional.
El Ministerio
de Vivienda y Agenda Urbana ha publicado recientemente su Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda con el fin de intentar, de
nuevo, corregir los precios de alquiler de las viviendas. La realidad es que
ninguna de las intervenciones que ha aplicado el Gobierno han sido capaces de
controlar los precios. Y, según los expertos, este Sistema de Referencia de
Precios tampoco será capaz de reducir la brecha existente entre la oferta y la demanda, siendo esta última creciente, lo que hace que los precios sigan
“tensionados” al alza.