Sus inicios
se remontan a 1986 cuando Menachem Brenner y Dan Galai, profesores de economía e
investigadores de la volatilidad en los mercados, crearon el primer índice de volatilidad
al que llamaron Index Sigma (debido a que el símbolo sigma –σ- se refiere a la
volatilidad en las matemáticas del mundo financiero). Posteriormente, en 1992,
la Chicago Board of Options Exchange creó su propio índice basado en la
volatilidad disponible para el trading y para los analistas financieros.
Gracias al trabajo del profesor Whaley se creó en 1993 el índice de volatilidad
VIX. Desde entonces, otras Bolsas han creado también su propio índice de volatilidad
tal es el caso del VNX (Índice de Volatilidad del Nasdaq100), VXD (Índice de
Volatilidad del DowJones30), el VCAC (Índice de Volatilidad del CAC40), el
VDAX-NEW (Índice de Volatilidad del DAX30), el VSTOXX (Índice de Volatilidad
del Eurostoxx50) …
El VIX es un
índice que mide la volatilidad esperada a 30 días de las opciones del mercado
de Chicago (CBOE o Chicago Board Options Exchange) en el índice Standard &
Poor’s 500 (S&P 500). Sus componentes para realizar el cálculo, mediante
una compleja fórmula, son las opciones call y put cuyo vencimiento es superior
a los 23 días e inferior a los 37. Las variaciones que experimenta lo hacen en
un rango entre 0 y 100, haciendo fácil la medición en términos porcentuales. Si
el valor del VIX tiende a 0 se entiende como un sentimiento de confianza hacia
la economía. Si, por el contrario, el valor que representa tiende a 100 se
entiende como un reflejo del pesimismo o miedo por parte de los inversores. Como
se puede observar, se trata de una correlación inversa con respecto al resto de
los índices: si el VIX sube, el resto de los índices bajan y viceversa. Se
distinguen tres niveles: Entre 0 y 20 (escasa volatilidad y el S&P500 está
en tendencia alcista), entre 20 y 30 (la volatilidad aumenta y el S&P500
puede revertir la tendencia) y entre 30 y 100 (la volatilidad es alta y el
pánico se cuela entre los inversores asistiendo a una fuerte corrección del
S&P500). Los inversores más conservadores usan los niveles 0-15, 15-25, y
25-100. Los más agresivos usan los niveles 0-25, 25-40 y 40-100.
La historia
está para recordarla y, en lo que al VIX CBOE se refiere, ha habido momentos de
verdadero pánico en los Mercados Financieros: en 1998 llegó a marcar un valor
de 60 al colapsarse los mercados financieros rusos. En 2001 llegó a 58 puntos a
raíz de los atentados del 11 de septiembre. En 2002, debido a los escándalos de
Enron, el índice llegó a marcar también 58 puntos. En 2008 llegó hasta los 78
puntos debido al estallido de la crisis hipotecaria. En 2018 también por
problemas financieros alcanzó los 50,30 puntos. Y, recientemente, en el mes de
marzo de 2020, debido a las medidas que se tomaron para frenar al coronavirus,
superó los 80 puntos.
Los
inversores también podemos usar el índice VIX para operar como si de otro
índice se tratase, sin poder replicarse, pero sí hacerlo a través de derivados,
futuros y opciones. Abrir posiciones en él es tan simple como contratar un CFD
en el sentido que se desee. Abrir posiciones largas o cortas en VIX son útiles
también en el caso de coberturas: si la predicción es errónea las pérdidas en
el VIX podrían verse compensadas por los beneficios de la posición directa.
El miedo y el
pánico son unos sentimientos mucho más poderosos que la avaricia y la euforia.
Cuando la Bolsa sube el precio se mueve lento, pero seguro: los inversores se
mueven con tranquilidad. En el caso contrario, cuando la Bolsa cae, lo hace de
una forma más rápida y aparece el pánico con muchas más órdenes de oferta que
de demanda hundiendo el precio a una velocidad de vértigo. Por esta razón se
dice que “la Bolsa sube por la escalera y baja por el ascensor”. Al final, de
lo que se trata es de sincronizarse con el flujo del Mercado y aquí es donde el
VIX realiza su trabajo dando buenas pistas y motivos para posicionarse de forma
alcista o bajista, según corresponda. Como todos los indicadores, no es
infalible, pero puede ser de gran ayuda.
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