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La Bolsa, definida en el artículo 64 del Código de Comercio
de 1829 como un “lugar de reunión de comerciantes y agentes mediadores en
donde se conciertan o cumplen las operaciones de contratación de activos
mobiliarios”, es un mercado donde se negocian activos financieros poniendo
en contacto a empresas y ahorradores con el fin de canalizar el ahorro y la
financiación de la inversión a través de una organización regulada, ofreciendo
seguridad jurídica y facilitando la accesibilidad a los participantes. A la
Bolsa acuden, por tanto, las empresas (haciendo pública su situación
financiera) que necesitan recursos monetarios para alcanzar sus objetivos
(mercado primario) y los ahorradores que desean obtener una rentabilidad
invirtiendo su dinero (mercado secundario). Al imperar la Ley de la Oferta y la
Demanda, el precio de los productos financieros que en la Bolsa se negocian son
precios objetivos al tener correspondencia directa con el valor que el propio
mercado ofrece por ellos. También, las fluctuaciones bursátiles están
influenciadas por los ciclos económicos y por las expectativas de futuro.
El propio mercado es quien marca la pauta de su
funcionamiento al interactuar en ella directamente los demandantes y los
oferentes, haciendo que los precios fluctúen tanto al alza como a la baja. Un
sistema predefinido hace coincidir las órdenes de compra con las de venta
informando a compradores y vendedores del precio de cotización en ese instante
determinado. Con ese dato en tiempo real, ambas partes toman la decisión que en
ese momento consideren más adecuada según sus idearios inversionistas. Para
ello, las cuatro figuras siguientes son las encargadas de que todo funcione según
lo previsto: Emisor (empresa que emite los títulos), Regulador (organismo que
supervisa su funcionamiento), Intermediarios e Inversionistas.
En la Bolsa se compran y venden valores financieros que,
según la RAE (Real Academia Española) son “títulos representativos o
anotaciones en cuenta de participación en sociedades, de cantidades prestadas,
de mercaderías, de depósitos y de fondos monetarios, futuros, opciones, etc.,
que son objeto de operaciones mercantiles”.
Vendedor y comprador se ponen en contacto a través de un
intermediario que cobra una comisión por cada transacción que realice. Las
acciones adquiridas se registran en una cuenta de valores a nombre del inversor
titular, bien pudiendo ser una persona física o jurídica.
Las principales características de la inversión en Bolsa son
su liquidez, su rentabilidad y su seguridad. Su liquidez porque la operativa de
compraventa es muy ágil y no es necesario esperar a vencimientos como ocurre
con otros productos financieros. La forma de rentabilizar las inversiones puede
ser, básicamente, de dos formas diferentes: por una parte, las ganancias vienen
dadas por el resultado entre el precio de compra y el de venta; y, por otro, a
través de los propios dividendos que reparten las empresas cotizadas con cargo
a los beneficios obtenidos. Y, su seguridad al ser un Mercado regulado, pero
nunca está garantizado el capital invertido.
la Bolsa es el mayor barómetro que existe para predecir la evolución de la economía de un país
Los Mercados Financieros actuales son cada vez más complejos
y están abiertos a todo el público, de tal manera que cualquiera puede acudir a
ellos con su dinero. Pero también, la ingeniería financiera no cesa de crear
nuevos productos de inversión, lo que provoca que no todos los valores sean
aptos para el amplio conjunto de ahorradores. De ahí la necesidad de que, si se
quiere acudir a la Bolsa para rentabilizar los ahorros, sea necesaria una
cierta formación financiera inicial. La inversión en Bolsa, por su naturaleza,
no es segura en lo que a rentabilidad se refiere: de igual forma se pueden
obtener plusvalías que minusvalías. Por el contrario, lo que sí ofrece es
liquidez, pero únicamente si existe contrapartida al precio al que se esté
dispuesto a vender o comprar.
La Bolsa siempre está sujeta a los riesgos de los ciclos
económicos modificando la cotización de los títulos. Además, el Mercado es muy
sensible al impacto de los acontecimientos económicos, políticos y sociales.
Por esta razón se dice que la Bolsa es el mayor barómetro que existe para
predecir la evolución de la economía de un país.
Todos los países cuentan con su propia Bolsa de Valores para
llevar a cabo sus actividades bursátiles. A su vez, las empresas cotizadas se
agrupan en índices mostrando el comportamiento general de los valores que
componen ese índice. Las principales Bolsas mundiales y sus respectivos índices
que la componen son:
En América está la Bolsa de Nueva York (NYSE) cuyos índices
más importantes son el Dow Jones y el Nasdaq. En América Latina la Bolsa más
importante es la de Sao Paulo cuyo índice se llama Bovespa. En Europa se ubica
una de las Bolsas mayores del mundo, la de Londres, que acoge el índice FTSE
100. En Alemania destaca la Bolsa de Fráncfort cuyo índice de referencia es el
DAX. El índice de referencia de la Bolsa de París es el CAC 40. En España
contamos con cuatro plazas bursátiles (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) y
el índice más destacado es el Ibex 35. En Asia la Bolsa más importante es la de
Tokio siendo su índice de referencia el Nikkei 225. En china está la Bolsa de
Shanghái y su índice más conocido es el SSE Shanghái Composite.
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