18 de junio de 2020

Cuádruple hora bruja

Las Brujas de Goya
Para la Bolsa, cada tercer viernes de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre no son un viernes cualquiera. En esos días se produce un peculiar fenómeno que es conocido en la jerga bursátil como “Cuádruple Hora Bruja”. Este término, que proviene de las tres brujas de Macbeth de Shakespeare, es muy conocido entre los inversores y lo esperan con impaciencia por lo que pueda ocurrir. Suele ir acompañado de un mayor volumen de negociación y una mayor volatilidad lo que, a menudo, viene asociado a terribles consecuencias. Por eso, los inversores domésticos deben estar todavía más pendientes de lo habitual.

A diferencia de lo que ocurre con las acciones, que tienen una vida indefinida (salvo casos excepcionales de quiebra, liquidación, fusión…), los derivados (opciones y futuros) tienen una fecha de vencimiento prefijada. A las 12:00 vencen los futuros sobre el Esurostoxx 50; a las 13:00 los del DAX; antes de la apertura del Mercado Americano los del S&P 500, Nasdaq y Dow Jones (en este mercado no existen futuros sobre acciones); y, por último, los del IBEX35 que lo hacen entre las 16:15 y las 16:45.

El término “Cuádruple Hora Bruja” se utiliza para indicar el vencimiento simultáneo de los contratos trimestrales de opciones y futuros sobre índices y las opciones sobre acciones. Por otro lado, los vencimientos mensuales también crean su propia posición abierta cada tercer viernes de mes lo que provoca su propia “Hora Bruja”.




A esa hora, se le asigna el calificativo de “Bruja” por la volatilidad que adquieren los precios de los valores en un periodo muy corto de tiempo de una forma misteriosa y sin ningún motivo aparente que actúe como catalizador. Esa volatilidad viene motivada porque el futuro y el contado están distantes en puntos. En consecuencia, el mercado de contado de los valores subyacentes se adapta para que ese diferencial sea mínimo. Digamos que este hecho, un tanto insólito, se asemeja mucho al mundo de la brujería y al de los hechiceros.

Según cuenta la publicación online de BME, esto ocurre “como consecuencia de que las carteras de estos valores que estaban cubriendo los derivados se han de deshacer cuando los contratos de futuros y opciones vencen. Por ejemplo, en el mercado español, el precio de liquidación del futuro IBEX 35 se calcula como la media aritmética del índice IBEX 35 entre las 16:15 y las 16:45 de la fecha de vencimiento, tomando un valor por minuto. Durante este periodo, los operadores que arbitran entre contado y derivados tienen que deshacer su posición en el mercado de contado a razón de una trigésima parte de la cartera por minuto durante 30 minutos. El motivo de hacerlo así es para replicar lo más posible el precio de liquidación del futuro”.

En esos periodos los inversores deben tomar la decisión de cerrar la posición que tienen abierta, o bien hacer lo que se denomina “roll over”, que es traspasar la posición abierta al siguiente vencimiento. Para realizar el llamado “roll over”, simplemente se vende la posición antes de la fecha de vencimiento y simultáneamente se compra la misma posición en la siguiente fecha.

Como dije antes, las consecuencias pueden ser terribles pues la “Cuádruple Hora Bruja” suele crear jornadas bursátiles inestables en las que los índices pasan de las ganancias a las pérdidas en breves momentos. Por si fuera poco, los inversores aprovechan para tomar posiciones para el siguiente trimestre, lo que provoca una tendencia indefinida a corto plazo. Además, los grandes inversores, tratan de influir en la evolución de acciones e índices en los momentos previos al vencimiento para ganar más dinero cuando ocurra el cierre. En el mercado de derivados, se gana o se pierde dinero en función del comportamiento de los activos subyacentes que sirven como base para crear las opciones o futuros.

Resumiendo, y a modo de consejo:
  1. Marcar en el calendario los días del año que ocurre esto.
  2. Evitar operar las tardes del tercer viernes de cada mes.
  3. Procurar no tener ninguna orden de compra o venta activa en ese momento, se ejecutará no al precio más recomendable.
  4. Eliminar los stops dinámicos programados hasta que pase todo el ruido y el mercado vuelva su posición de estabilidad.
  5. El volumen de negocio de ese día no se contabilizará.
  6. Las medias móviles exponenciales de corto plazo se distorsionarán y darán lecturas falsas.
Los inversores minoristas siempre deben estar a bordo del buque de los mayoristas y no abandonarlo hasta que ellos no desembarquen. Al apearse de él y coger otro barco que no sea el de ellos, no se sabrá hacia dónde se dirige y el desconcierto estará servido: los inversores domésticos por sí solos no crean mercado ni tendencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario