Las entidades financieras, igual que las personas o las empresas, habitualmente, acuden a otros bancos a pedir financiación cuando tienen que hacer frente a operaciones financieras y no disponen del saldo suficiente. Por ese dinero que se prestan pagan el interés correspondiente y a esto es a lo que se denomina Mercado Interbancario.
Precisamente,
el Euríbor, acrónimo de Euro Interbank Offered Rate (Tipo Europeo de Oferta
Interbancaria), es el tipo de interés al que los bancos se prestan el dinero
entre sí en el Mercado Interbancario de la Zona del Euro.
El Euríbor se
publicó por primera vez el 30 de diciembre de 1998 y entró en vigor el 1 de
enero de 1999, unos días antes de la puesta en marcha del euro como moneda
europea, cuando el Banco Central Europeo consideró necesario una nueva
referencia interbancaria dentro de la Unión Europea. Anteriormente, en Europa,
ya se conocía el AIBOR, muy parecido al actual Euríbor. Además, cada mercado
tenía su propio tipo de referencia: el PIBOR en Francia, el FIBOR en Alemania o
el MIBOR en España.
El Euríbor se
calcula diariamente, usando una metodología que utiliza la mayor cantidad de
información posible de las operaciones reales que se han realizado en la
jornada anterior en los distintos plazos de vencimiento (una semana, un mes, tres
meses, seis meses y un año). Cada día, una selección de las entidades bancarias
más importantes de la Eurozona remiten al EMMI (Instituto Europeo de Mercados
Monetarios, en inglés European Money Markets Institute) el tipo de interés que
han aplicado para los préstamos interbancarios. De la lista, el EMMI elimina el
15% de los tipos más altos y el 15% de los más bajos; sobre el 70% de los datos
restantes se calcula la media aritmética y el valor que resulte ese será el Euríbor
que se publique.
El valor del Euríbor
para cada uno de los plazos para los que se calcula se publica cada jornada
laboral a las 11:00 AM, hora de Europa Central.
Debido a que
la anterior metodología del cálculo no era muy fidedigna, en enero de 2020 se
cambió la fórmula del cálculo. El problema que había anteriormente era que los bancos no
utilizaban los tipos reales en las operaciones, lo que daba lugar a susceptibles
manipulaciones con el fin de modificar la evolución del valor del Euríbor. Lo
que se hace después del cambio de la metodología del cálculo es que el EMMI
utiliza tres tipos de fuentes reales:
- Interés real al que se prestan el dinero las entidades bancarias seleccionadas el día anterior de la publicación.
- Se tiene en cuenta las operaciones que se realizan en los días más cercanos.
- Se tiene en cuenta las operaciones que no se pueden encuadrar en las categorías anteriores.
Si por alguna
causa no hay datos de alguna de las fuentes detalladas, se usará la siguiente.
La relación
entre el Euríbor y los tipos de interés son directamente proporcionales: el
precio al que consigan los bancos el dinero que les presta el Banco Central
repercutirá directamente en la evolución del Euríbor. En ocasiones, las
variaciones de la oferta y la incertidumbre monetaria pueden influir también en
este indicador.
Según la RAE,
el Euríbor “es el tipo de interés que se aplica a los préstamos en euros entre
los grandes bancos, y que se usa con frecuencia con referencia a los préstamos hipotecarios cuyo tipo de interés es variable”. Y es cierto. El Euríbor se
considera el tipo básico de referencia por el mercado hipotecario y todo tipo
de productos derivados como futuros, swaps, etcétera. Hasta tal punto que,
según el EMMI, el total de instrumentos financieros y contratos que están
referenciados al euríbor superan los 100 billones de euros.
Por tanto, es
un indicador esencial para comprender y decantarse por una hipoteca variable o
fija, siendo uno de los factores más influyentes en lo que se paga al mes por
la hipoteca variable al estar ésta ligada a la evolución del Euríbor. El tipo
de interés suele estar compuesto por un diferencial fijo y el valor del Euríbor
y puede ser renovado de forma anual o semestral, tomando como dato el último publicado.
El porcentaje que suelen usar los bancos para los préstamos hipotecarios es la
media mensual del indicador a un plazo de doce meses, calculándose como la
media aritmética simple.
Si la
hipoteca es variable, el valor del interés bajará si el Euríbor desciende o
subirá si éste también sube, por eso los tenedores de este tipo de hipotecas
deben estar siempre familiarizados con la evolución que experimente este indicador.
Día a día no es muy grande la varianza, pero en pocos meses sí puede ser
bastante significante. La evolución del Euríbor debe de verse como algo natural
y que hay que tener siempre en cuenta, para bien o para mal.
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