29 de noviembre de 2022

¿Cómo afectan los tipos de interés a la economía y los mercados?

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El tipo de interés es el precio del dinero por utilizar una determinada cantidad de dinero durante un tiempo determinado en una operación financiera. Se mide en términos porcentuales sobre un principal y es establecido por las autoridades monetarias que suelen ser los Bancos Centrales por tener mayor influencia en la economía: La FED en Estados Unidos, el BCE en Europa, el Banco de Inglaterra, de Japón, de Suiza, Canadá, Australia, etc. En una economía de libre mercado, los tipos de interés también están determinados por la oferta y la demanda del crédito.

Una de las misiones de los Bancos Centrales es intentar que la inflación se mantenga en niveles moderadamente adecuados para que la economía fluya adecuadamente. Si consideran que la inflación es demasiado baja, disminuyen el precio del dinero. Si, por el contrario, es demasiado alta, se aumenta el precio del dinero hasta que se consiga reducir. Todas estas medidas tienen sus consecuencias en la economía, en el consumo y en los mercados financieros.

Con el aumento de los tipos de interés los préstamos y las hipotecas concedidas a interés variable se encarecen debido a que la cuota que se paga incluye, por una parte, devolución del principal y, por la otra, los intereses, por lo que la cuota se ve incrementada. Otra consecuencia del alza de tipos es que la renta fija renta más. Y, como decía, al encarecerse el dinero, la inflación baja debido a que el consumo se resiente por los costes de financiación.

La alteración de los tipos de interés también tiene su repercusión en los mercados financieros, de tal forma que cualquiera que se adentre en este mundo deberá estar muy atento a los movimientos que experimente. Cuando la variación es al alza, se produce un trasvase de dinero de la renta variable a la fija. Los inversores siempre buscan mitigar el riesgo. Cuando no se encuentran cómodos con los aumentos de volatilidad optan por vender renta variable, provocando así descensos en las Bolsas y con el efectivo obtenido lo destinan a adquirir activos de renta fija. A su vez, altos tipos inciden negativamente en el consumo, lo que perjudica a los ingresos de las empresas cotizadas. Y como la Bolsa vive de las expectativas, cuando la financiación es más cara, repercute en las cuentas de resultados y directamente en el precio de la cotización que se resiente. Por el contrario, una baja tasa de interés favorece a los mercados bursátiles en detrimento de la renta fija.

Con respecto a la renta fija, puede dejar de ser fija debido al movimiento que experimentan los tipos de interés: cuando suben, si se vende el cupón anticipadamente se perderá dinero, por el contrario, cuando bajan, si se vende el cupón anticipadamente se ganará dinero. Ya sé que puede sonar a una incongruencia, pero es así en la realidad. Otra cosa diferente es mantener el cupón hasta su vencimiento: en ese caso, si no quiebra la entidad depositaria, se recuperará el principal con los intereses pactados.

Las divisas también se ven afectadas, y mucho, ante las variaciones del precio del dinero. Si un Banco Central aumenta el tipo de interés, su moneda se revalorizará con respecto a otras que sus Bancos Centrales no han movido ficha. Los inversores, en este caso, venden la moneda del país que no ha incrementado el interés y compran la moneda del país que sí ha aumentado su precio.

Los movimientos de los tipos de interés también afectan a la economía doméstica. Una bajada de tipos de interés penaliza al ahorrador (no confundir con inversor) y una subida lo beneficia. Además, cualquier tipo de préstamo se verá implicado en los movimientos que experimente el precio del dinero. Si, por ejemplo, la hipoteca ya está contratada y es a interés variable, las cuotas dependerán de la variación que haya experimentado el dinero. Si se solicita una nueva, esta será más cara o barata en función de las variaciones de los tipos.

Los Estados también se ven muy afectados ante las variaciones del precio del dinero, sobre todo aquellos que tienen un alto índice de deuda con respecto al PIB. Ante un aumento del precio del dinero, los Estados deben atajar el problema lo antes posible para evitar que el dinero que se pague por el sobre coste del aumento del precio haya que detraerlo de otros usos.

En resumen, se observa cómo la evolución de los tipos de interés son un elemento clave en el funcionamiento de los mercados financieros, en la economía doméstica y de un país, y cómo las decisiones que se tomen sobre las variaciones del precio del dinero tienen una gran influencia en cualquier tipo de necesidad de financiación, tanto en el sector público como en el privado. Una de las fuerzas más importantes del dinero es que pueda circular sin demasiados impedimentos, y los tipos de interés pueden condicionar ese movimiento, dependiendo del lado que se distorsione las consecuencias, financiera y económicamente hablando, pueden llegar a ser catastróficas.

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