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10 de septiembre de 2020

La cartera del mono


El método de entrada en los Mercados Financieros no es lo más importante, ni tampoco lo es el momento si el objetivo es una inversión a largo plazo. Sin embargo, la gestión de la cartera sí es de vital importancia debido a que se van retirando aquellos valores que peor se están comportando y conservando los que obtienen mejores resultados. Por otro lado, no todos los inversores y analistas opinan que la efectividad de los Mercados Financieros proviene de los análisis previos, sin ser efectivos a la hora de pronosticar los futuros movimientos de los activos, sino que los Mercados se mueven de una forma impredecible y aleatoria, aunque repliquen los ciclos económicos.

En los años 70, el economista y escritor Burton Gordon Malkiel, autor del libro “Un paseo aleatorio por Wall Street”, defendía la gestión pasiva (comprar un activo y mantenerlo en cartera) frente a la gestión activa (gestionar la compraventa de un activo con el fin de batir al Merado) postulándose a favor de que los precios de las acciones cotizadas reflejan toda la información disponible en el Mercado. De ninguna manera justificaba el cobro de comisiones por parte de los gestores al manifestar que los Mercados Financieros se mueven de forma aleatoria. Malkiel siempre ha mantenido que sin información privilegiada no era posible obtener más beneficios que el propio Mercado y afirmaba que un mono, con los ojos tapados y lanzando dardos sobre una lista de empresas cotizadas, generaría retornos similares o mejores a los de cualquier cartera de un analista.

27 de abril de 2020

Predecir la evolución de los Mercados Financieros


Las predicciones en los Mercados Financieros están muy relacionadas con las predicciones meteorológicas. El tiempo atmosférico es prácticamente impredecible, pero se puede deducir la evolución más probable y con eso es con lo que nos quedamos. Lógicamente, cuanto más corto sea el plazo de predicción más asegurado estará el resultado del estudio predictivo. Predecir el comportamiento de un activo, sea de la índole que sea, a largo plazo, es el sueño de cualquier inversor. Y digo a largo plazo porque en el corto, los diferentes métodos que existen, tanto técnicos como fundamentales, logran muy buenos resultados usando datos del pasado en sus cálculos.

Para predecir el tiempo atmosférico el meteorólogo usa gráficos de isobaras, gráficos de la dirección del viento, fotos que le proporcionan los satélites y todo sustentado por la propia ciencia de la meteorología. En los Mercados Financieros se dispone también de gráficos que muestran la evolución de un activo en todas sus facetas, existiendo multitud de indicadores técnicos que ayudan a construir un escenario estratégico, se dispone de figuras chartistas que se repiten constantemente en el tiempo, se usan informes del valor intrínseco de la empresa, así como un análisis de expectativas presentes y futuras, llevando a los analistas a predecir la evolución de un activo asumiendo un mínimo error en el cálculo. Pero claro, la dirección del viento puede cambiar en cualquier momento, sin avisar, entonces la predicción se va al traste con todo el estudio.