10 de enero de 2023

La venta de acciones a crédito o cómo ganar dinero cuando una acción cae en Bolsa

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En una entrada anterior, cuando hablaba de las diferencias entre un Mercado Bursátil alcista y otro bajista, comenté muy por encima que en una Bolsa bajista también se puede ganar dinero y cómo era esta operativa.

La estrategia para ganar dinero cuando la Bolsa baja es ponerse corto, con la particularidad de que trabajar con los osos no es lo mismo que trabajar con los toros. Como dije, este tipo de operativa comienza con una orden de venta y finaliza con una orden de compra. Se vende un valor por un precio mayor que se compra y la diferencia es el beneficio que se obtiene.

Este tipo de operativa es algo más complicada que la versión alcista a la que normalmente estamos habituados a ver la Bolsa. Y así, constantemente, nos lo hacen ver los medios de comunicación. Parece ser, según ellos, que cuando la Bolsa baja, es un fracaso para los inversores. Depende. Si el proceso de inversión está inmerso en una posición corta el que baje la Bolsa es un beneficio y el desastre, como tal, sería que subiese.

El primer problema con el que se encuentra el inversor es que no todos los intermediarios financieros ofrecen la posibilidad de posiciones cortas. Es más, algunos brókeres sí permiten esta operativa, pero no a determinados inversores debido a que es necesario operar a crédito o con productos apalancados no aptos para los no iniciados. Es necesario un profundo conocimiento, pues, en algunos casos, se puede perder más de lo invertido inicialmente.

En el mercado español existen varios tipos de productos para ganar dinero cuando un valor es bajista. Entre ellos destacan las ventas a crédito, CFD’s, ETF’s inversos, Warrants, Opciones y Futuros. En esta entrada me centraré en las ventas a crédito y se quedarán para las sucesivas cada uno de los productos que he enumerado anteriormente.

Las ventas a crédito

Las ventas a crédito es el clásico por excelencia para ganar dinero con la caída de una acción. Se encuadran dentro de las operaciones a crédito, siendo un caso concreto de las operaciones de contado. Como no se puede vender un título que no se tiene, es necesario recurrir a un prestamista para que lo preste y así poder venderlo para luego comprarlo, cuando haya bajado, y devolvérselo al prestamista con los intereses pactados inicialmente. El vendedor a crédito es, pues, un inversor con un sentimiento bajista.

La ganancia vendrá dada por la diferencia entre la venta inicial y la compra posterior. Por eso, esta operativa comienza con una venta y finaliza con una compra. Según el intermediario financiero o bróker pedirá unas garantías, suelen ser estas del 25% del importe de los títulos y, a su vez, marcará un efectivo mínimo y máximo. Esto dependerá, en gran medida, del cliente inversor y la afinidad que tenga con el intermediario. Ya me entendéis.

En las ventas a crédito, los derechos económicos que tengan las acciones serán del prestamista, así como los dividendos, derechos de suscripción preferente, primas de asistencia a juntas, etc. Estas aportaciones no perjudican al vendedor a crédito, puesto que la minusvalía que estas operaciones suponen se compensa con un menor precio a pagar por la compra futura de las acciones debido a que el reparto de dividendos, por ejemplo, es descontado de la acción en el momento de su pago.

Esta operativa goza de máxima liquidez en el Mercado pues, al fin y al cabo, es la compraventa a la que habitualmente se está acostumbrado. Sin embargo, lo que limita la liquidez será la contrapartida prestamista pues el bróker puede que no tenga las acciones que se necesitan para realizar la operación.

Las comisiones aplicadas son tan variables como intermediarios existen, pero suelen aplicar el estándar de una compraventa larga.

Especial cuidado se tendrá si el producto que se usa viene apalancado pues, de la misma forma que se gana un montón cuando la acción baja, en la misma proporción se pierde cuando sube. Por eso, el control de pérdidas debe de ser y será exhaustivo por bien del inversor. La tendencia será siempre la amiga del inversor; si se va en contra de ella las consecuencias pueden ser nefastas. Se trata, por tanto, de operaciones con un alto componente especulativo que requiere del inversor un conocimiento más profundo del mercado.

Usar posiciones cortas significa que las largas se usan con soltura y sin ningún tipo de dudas. Quiero decir con esto, que antes de comenzar con esta operativa bajista hay que dominar plenamente la alcista y tener un perfecto conocimiento del Mercado y su funcionamiento. Por lo tanto, está totalmente desaconsejado para los no iniciados. En cualquier caso, si una acción baja, ya subirá. Es cuestión de tiempo y de no quedarse atrapado en ella.

Hay brókeres que están ofreciendo este servicio a inversores minoristas con cursos de iniciación muy interesantes. No tengo ni qué decir, que la formación, venga de donde venga, siempre es necesaria. El bróker basará la formación para su operativa y, es posible que no valga para otro diferente. Al fin y al cabo, el intermediario es un tanto “indiferente”. Además, estos cursos suelen ser gratuitos, ¿qué más se puede pedir? Que asesoren. Pues también tienen ese servicio.

Para iniciarse en esta operativa se debe de comenzar por hacerlo de forma virtual y hasta que no se consigan beneficios recurrentes no se debe pasar al mundo real.

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