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No hago
ningún descubrimiento al mencionar la problemática de la vivienda, ya sea en
compra o en alquiler. En el primer caso se necesita un ahorro de unos 50.000
euros y, en el segundo, los precios son inasumibles. Ambos casos dificultan la
emancipación de los jóvenes debido a las dificultades del acceso a la vivienda.
El Banco de España ha cuantificado el problema obteniendo unos resultados
extremadamente alarmantes, pudiendo llegar a pensar si se está visualizando ya
un nuevo estallido de una burbuja inmobiliaria. Con el fin de satisfacer la
demanda actual y futura es necesario construir 600.000 viviendas de aquí a
2025, pero se da la circunstancia que únicamente se construyen 100.000 al año.
Paradójicamente, también es necesario crecer demográficamente.
En las
grandes ciudades, la construcción es muy limitada, mientras que la población
sigue aumentando, lo que provoca un estrangulamiento de la oferta de vivienda,
causa más que probable del continuo aumento de los precios, tanto en alquiler
como en compra. En el ámbito rural, el problema no es tan significativo. La ley de la oferta y la demanda es una ley universal: en el caso que nos ocupa, la
demanda tiende a aumentar, mientras que la oferta disminuye, y el resultado es
que el precio aumenta. ¿Hasta cuándo? Hasta que la oferta y la demanda tiendan
a aproximarse al equilibrio.
Las causas de la distorsión son:
- Falta de suelo
(no por espacio, sino por liberación).
- Ley de la vivienda (ha añadido más
complejidad).
- Inseguridad jurídica para los propietarios.