La inversión de la curva de rendimientos es uno de los
acontecimientos más temidos por los inversores porque suele anticipar una
recesión económica. Pero ¿por qué su inversión suele predecir futuras
recesiones?
La curva de rendimientos de tipos de interés es la línea
gráfica que compara la evolución de los tipos de interés a diferentes
vencimientos. Lo normal es que los Bonos a más corto plazo ofrezcan un
rendimiento más bajo que los emitidos a más largo plazo. Es decir, las Letras, Bonos
y Obligaciones del Tesoro Público, en condiciones normales, ofrecen
rentabilidades más altas a medida que aumenta su fecha de vencimiento, provocando
que la curva de tipos tenga una pendiente ascendente. Esto es así porque los
inversores exigen un mayor rendimiento a los plazos más largos, debido a que un
cambio de salud financiera del prestatario es más conocido en el corto plazo
que en largo, aumentando el riesgo de impago en el segundo caso, por eso el
tipo de interés es mayor. Una de las máximas de la inversión es que el riesgo y
el rendimiento son directamente proporcionales: a mayor riesgo, mayores intereses.
Es de todos sabido que en el largo plazo todo es posible, mientras que en el
corto existe un mayor registro, lo que repercute en una mayor tranquilidad con
respecto al riesgo.
La curva de tipos de interés se grafica de una forma muy sencilla:
en el eje vertical cartesiano se marca la rentabilidad y en el eje horizontal
los diferentes plazos de tiempo. Uniendo los puntos cartesianos se genera una
línea gráfica que representará la curva del rendimiento, permitiendo observar
de un simple vistazo las expectativas de los inversores en cada plazo concreto.
Si la curva resultante no es ascendente, indica una desconexión entre los
Bancos Centrales y los inversores de Bonos. Es decir, los Bancos Centrales, al
controlar los tipos en el corto plazo, intentan enfriar la economía y los
inversores pagarán menos por los bonos a largo plazo, anticipándose a un menor
crecimiento económico. Cuando comprar un Bono a corto plazo sale más rentable
que comprar uno a largo, el diferencial entre ellos se hace negativo,
provocando que la línea de los rendimientos se grafique por debajo del eje
horizontal. Cada vez que esto ha ocurrido así en las cuatro últimas décadas, la
recesión económica ha aparecido en un periodo comprendido entre los 10 y los 24
meses posteriores.
Cuando la curva se invierte, es posible que no se esté ante
una recesión inminente, debido a que, según los expertos, la inversión debe de
ser negativa durante todo un trimestre, para comenzar a valorar si el aviso que
supuestamente emite es fiable para identificar el comienzo o no de una
decadencia económica. Lo que sí es cierto es que los inversores se muestran más
cautelosos y los Mercados de Renta Fija y Variable se resienten, porque se
antepone el ahorro a la inversión e, incluso, el ahorro al consumo. Los que
leen los gráficos de los rendimientos de los diferentes periodos y sacan sus
propias conclusiones, tienen a la historia de su parte porque les ha dado la
razón en varias ocasiones.
Un estudio del Banco de la Reserva de San francisco dice que
las veces que la curva de rendimientos se ha invertido, exceptuando la
inversión producida en 1966, ha precedido a una desaceleración o recesión en
los EE. UU. a un año vista. Debido a la mayor globalización existente, el
entorno actual difiere con los casos ocurridos anteriormente, aunque la
estadística establezca unas probabilidades demasiado altas de que se vuelva a
repetir la historia. Los Bancos Centrales han hecho alguna intervención
relevante en el Mercado de Bonos, por lo que como indicador de una futura
recesión puede no ser tan fiable como en otras ocasiones.
Lo que sí está claro es que la forma invertida de la curva
se producía en contadas ocasiones, considerándose un hecho insólito con graves
consecuencias; sin embargo, los expertos vaticinan que estas variaciones de la
curva de tipos a partir de ahora serán más habituales, debido a los cambios de
los factores que de forma implícita y explícita llevan los rendimientos de los
Bonos. La última crisis creó escuela y dio lugar a una nueva forma de tratar
los tipos. Ahora, con la lección aprendida, entiendo, las recesiones serán más
fáciles de identificar y, por lo tanto, de atajar.
La curva de rendimientos de tipos de interés es la línea gráfica que compara la evolución de los tipos de interés a diferentes vencimientos
Una visión de colapso económico del futuro viene también
debido a que las Bolsas están próximas a tocar techo, leyéndose minuciosamente
las presentaciones de los resultados que trimestralmente hacen, provocando un
aumento de la volatilidad ante cualquier lectura en falso que se produzca.
Todos los indicadores adelantados, siendo la curva de tipos
uno de ellos, están basados en la estadística. Como del pasado se aprende y el
futuro se planea, los inversores toman nota y se ponen a la defensiva por lo
que pueda ocurrir. Tanto es así, que, aunque la curva en sí no provoca la
recesión (porque no es la causa), sí influye en el sentimiento inversor tensando
los Mercados ante una sensación de incertidumbre y sentimiento de lo que pueda
ocurrir.
Todos los ciclos económicos terminan con una recesión;
ahora, cuándo llegará la próxima dependerá de cuándo finalice el ciclo; por el
medio, surgirán un sinfín de señales correctas o falsas que habrá que
interpretar adecuadamente.
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