La Ley de la
Gravitación Universal también se cumple en los Mercados Financieros. Ya se sabe
que llegar a la Luna es muy costoso y lento, pero regresar a la Tierra es mucho
más rápido y violento.
En la jerga
bursátil hay un viejo dicho, muy conocido y pronunciado por los inversores, que
expresa muy acertadamente la evolución de las cotizaciones bursátiles. Hace
referencia a que los movimientos al alza en los mercados bursátiles suelen
darse a un ritmo más lento que los movimientos a la baja: “La Bolsa sube por la escalera y baja por el ascensor”. Subir por
la escalera es más costoso y lento que si se hace por el ascensor, pero si la
bajada se hace directamente por el ascensor la velocidad se intensifica
utilizando un esfuerzo y un espacio de tiempo muy reducido en comparación con
hacerlo por la escalera.
El dicho no
es más que una metáfora que se cumple en la mayoría de los casos. Tiene su
explicación porque, a menudo, los principales movimientos alcistas de la Bolsa
son progresivos, graduales y utilizan para ello un largo periodo de tiempo. Por
el contrario, las correcciones en Bolsa son mucho más rápidas, intensas y
profundas, materializándose en un periodo de tiempo mucho menor. Llegan cuando
los operadores se lanzan en tromba a vender sus posiciones por culpa de que
algún acontecimiento o noticia inesperada ha surgido entorpeciendo el ciclo bursátil
alcista. Puede ocurrir también por una simple recogida de beneficios o por un
movimiento brusco de un gran tenedor que barre el Mercado rompiendo los
soportes y haciendo saltar todos los Stops Loss, provocando un aumento
desmesurado del volumen de negociación en un corto periodo de tiempo.