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1 de febrero de 2022

La Regla del 50/20/30 para el Ahorro

Las finanzas personales se componen principalmente de tres partes bien diferenciadas y necesarias: los ingresos, los gastos y los ahorros. A su vez, gestionar la economía doméstica supone un reto que para muchos se convierte en un verdadero calvario. Por eso, aplicar un orden desde el mismo momento en que se percibe el ingreso es más que necesario y, además, producente tanto en el momento presente como en el futuro. Por si fuera poco, los expertos suelen complicarlo todo un poco más al afirmar que es necesario disponer de un fondo de emergencia con el que cubrir ente tres y seis meses los gastos de subsistencia, pero no es posible si no se destina una parte de los ingresos al ahorro y ahí es donde surge uno de los principales problemas de las finanzas personales en lo que a gestión se refiere. El planeamiento de la gestión de las finanzas del hogar nunca requerirá de un enfoque único, pero una estrategia como la de esta simple regla puede ofrecer un punto de partida para los que se inician en el control de los gatos personales.

No es difícil encontrar a gente que piensa que el ahorro depende únicamente del dinero que se ingresa. En parte tiene su lógica: si se gana poco, es posible que la mayor parte se destine a lo cotidiano, mientras que, si los ingresos son más abultados, es posible que se pueda destinar una partida a algún capricho o incluso al ahorro.

14 de septiembre de 2020

El EBITDA: ¿Qué es, cómo se calcula y para qué sirve?

Cualquier Análisis Fundamental de una empresa que se precie, no puede prescindir de uno de los indicadores financieros más conocidos e imprescindibles a la hora de la valoración. Ese indicador no es otro que el EBITDA.

¿Qué es?

El EBITDA es el Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization que traducido al castellano sería algo así como el Beneficio Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización o, dicho de otra forma, más coloquial, el beneficio bruto de explotación antes de la deducibilidad de los gastos financieros. Es decir, si una empresa no necesitase pagar ningún impuesto por estar financiada completamente con sus propios recursos, el beneficio que generase coincidiría con el EBITDA midiendo, así, la capacidad de la empresa para generar ganancias considerando únicamente su actividad productiva.

16 de abril de 2020

Primero ahorrar... y luego invertir


Para poder invertir, en cualquiera de sus versiones, primero hay que ahorrar. Y aquí es donde surge el primer problema. Ser ahorrador en la situación actual es sumamente complicado y, por si fuera poco, nos inculcan que debemos ser más consumidores que nunca. Ahorro y consumo se puede decir que son palabras antónimas, pero no por eso incompatibles.

PRIMERO AHORRAR…


Ahorrar es, entre otras definiciones, reservar alguna parte del gasto ordinario o guardar dinero como prevención para necesidades futuras. Si esta definición la convertimos en una fórmula matemática quedaría algo así como que

ingresos – gastos = ahorro

Atendiendo a la fórmula anterior, se puede decir que el ahorro no es un extra, es una parte de la administración de los ingresos con respecto a los gastos. Por lo tanto, si ingresos y gastos son valores similares, no existe ahorro. Sólo si los ingresos son mayores que los gastos, existirá el ahorro siempre y cuando los gastos no estén condicionados a los ingresos que, por otro lado, es lo habitual. A mi modo de ver, utilizar esta fórmula con el fin de ahorrar es un error, porque no es eficaz obtener el ahorro con lo que sobre de haberle restado a los ingresos los gastos.