La disciplina
de la economía como ciencia ha originado varios estudios para satisfacer las
necesidades de la humanidad. Uno de esos estudios ha dado lugar a la
postulación de la Ley de la Oferta y la Demanda consiguiendo que la relación
entre productores y consumidores sea cada vez más constante.
La economía
de mercado (libre competencia) está basada sobre el principio de la Ley de la Oferta
y la Demanda, por la cual, el precio de un bien o servicio se fija cuando se
alcanza el punto de equilibrio entre la cantidad de la oferta y la cantidad de
la demanda según la escuela neoclásica. Ese precio de equilibrio, dentro de un
mercado de competencia perfecta, será el punto donde se corte la curva de la
oferta y la de la demanda, igualándose, por tanto, la cantidad demandada a la
cantidad ofertada. La Ley de la Oferta y la Demanda está formada, a su vez, por
dos leyes individuales: La Ley de la Oferta (hace referencia a la cantidad que
se ofrece de un producto o servicio donde cuanto menor sea el precio menor será
la oferta) y la Ley de la Demanda (hace referencia a la cantidad que se demanda
de un producto o servicio donde a menor precio mayor será la demanda). La
conjunción de ambas leyes hace variar los precios de los bienes y servicios,
así como la competencia que, por su cuenta, hace que cuando se demande un
producto habrá alguien que lo produzca y lo oferte produciéndose una
interacción directa en el precio final del bien.