La primera cita
que se tiene de esta regla, que sigue resultando de utilidad en la actualidad,
data de hace más de 500 años. Aparece por primera vez explicada en el libro “Summa
de Arithmetica”, publicado en 1494 y cuyo autor, el italiano Fray Luca
Bartolomeo de Pacioli (1445 – 1517), fue un fraile franciscano, matemático,
contador, economista y profesor, precursor del cálculo de probabilidades y
reconocido históricamente por haber formalizado y establecido el sistema de
partida doble (se basa en una doble anotación: el debe y el haber), que
es la base de la contabilidad moderna.
El citado
libro está catalogado como un completo resumen de las matemáticas del Renacimiento
y se le considera el primer manual de contabilidad de la historia. Varios
de los conocimientos descritos fueron ideados por Pacioli, otros de las
escuelas indias e islámicas, pero no aclara el origen de la regla que trae
causa esta enterada. Fue vendido por 1,2 millones de dólares en la casa de
subastas Chistie’s de Nueva York.
La “Regla
del 72” permite, a través de un simple cálculo, tomando como referencia el
número 72, comprender de forma rápida y sencilla los beneficios del interés compuesto, así como proyectar la evolución de variables económicas. Con ella se
puede determinar, de una forma muy sencilla y de manera aproximada, cuánto tiempo
llevará duplicar un capital inicial. O, de forma inversa, saber la tasa
de interés necesaria para, en un determinado periodo de tiempo, duplicar el
capital. Siendo esta regla tan simple y útil, no son muchos los profesionales financieros
que la conocen.