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2 de enero de 2024

"La semana laboral de 4 horas" de Timothy Ferris

¡Claro que el título es una utopía! La propuesta de su autor, Timothy Ferris (emprendedor y multifacético escritor), es seguir una serie de acciones con el fin de trabajar menos horas a la semana, ser más eficiente en el trabajo y generar más ingresos con menos horas activas de dedicación.

El libro está plagado de ejemplos e ideas para todas aquellas personas que saben que, con un cambio en su trabajo, serán más eficientes haciendo caso omiso al dicho de que “siempre se ha hecho así”; para todas aquellas que quieran organizarse mejor en el trabajo o tengan en mente montar su propio negocio; para todas aquellas que quieran tener más tiempo libre para hacer lo que realmente desean; en definitiva, para todas aquellas que les pueda servir para forjar el trabajo ideal, dando igual si trabajan por cuenta propia o por cuenta ajena, y que siempre tienen en la boca la típica expresión de que “no tengo tiempo para nada”.

La crisis ha dejado una oferta de empleo con sueldos a precio de saldo, pero, por el otro lado, han surgido empresas muy exitosas y eficientes que nada tienen que ver con los pensamientos del pasado, léase Granier, Cash Converters…

10 de agosto de 2021

El Interés Simple, el Compuesto y el Porcentaje

La idea de interés, tal y como la conocemos ahora, parece haber surgido de forma natural en las sociedades agrícolas y ganaderas, reflejando su visión en la reproducción natural del ganado. Los Sumerios utilizaban la palabra mash como interés y también era la forma de denominar los terneros. Tokos era la forma de denominar los intereses en la antigua Grecia, así como a la descendencia del ganado. El latín pecus o rebaño dio origen al vocablo pecuniario. 

Las primeras referencias históricas que existen sobre el cobro de intereses se remontan a textos religiosos de las llamadas religiones del libro, que se oponían inicialmente al préstamo de dinero con interés. Aristóteles condenaba la usura como contraria a la naturaleza de las cosas, concretamente, a la naturaleza del dinero, puesto que como decía el filósofo: “el dinero tiene como fin el intercambio de bienes y no el de reproducirse, como en un parto”; los intereses del dinero serían por ende los “hijos del dinero”. 

El interés se puede interpretar como el precio del tiempo, permitiendo mover el dinero ganado (gastando tiempo de nuestra vida) hacia el futuro y hacia el pasado. El tipo de interés equilibra la oferta y la demanda de dinero en diferentes momentos de tiempo. Así un ofertante de dinero se lo presta a un demandante a cambio de un tipo de interés determinado.

El interés es un indicador que permite medir el rendimiento que produce un capital o el costo de un crédito, siendo proporcional al volumen de los haberes iniciales, a la duración de la inversión y al tipo de interés aplicado. Se diferencian dos tipos: el simple y el compuesto.