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27 de julio de 2020

El devenir del Dinero


En este mundo, si algo hay paradójico es el dinero: no tiene valor por sí mismo, pero es el bien más codiciado; no tiene fuerza, pero es capaz de mover el mundo; la salud es lo más importante, pero se cambiaría un proceso gripal por una buena cuenta corriente; el dinero no te da la felicidad, pero te deja a un paso de ella… Qué razón tenía Quevedo cuando escribía “Y pues es quien hace iguales / al rico y al pordiosero, / poderoso Caballero es don Dinero”. No importa si se tiene por su origen o por pedir limosna. Al fin y al cabo, el tener dinero es como la muerte: a todo el mundo iguala. Ya en la Edad Media, el Arcipreste de Hita escribió en su miscelánico “Libro del Buen Amor”: “El dinero es alcalde y juez muy alabado, / es muy buen consejero y sutil abogado, / alguacil y merino, enérgico, esforzado; / de todos los oficios es gran apoderado”.

Hablar de dinero es pensar en monedas y billetes, pero no siempre ha sido así. Es más, hoy tampoco es así. En las economías de subsistencia se intercambiaban bienes o servicios mediante el trueque y ese era su medio de pago. Comprador y vendedor tenían que ponerse de acuerdo y estar interesados en los bienes que ofrecía cada parte. El trueque no era más que ofrecer lo que se tiene de sobra para recibir lo que a otro también le sobra. Lógicamente, tenía que existir la necesidad de aquello que en exceso poseía uno y al otro le hacía falta. La humanidad siempre ha hecho lo posible por cubrir sus necesidades. El intercambio entre dos productos era muy sencillo, pero se complicaba mucho cuando el número de bienes y servicios comenzó a ser bastante amplio.

9 de julio de 2020

Curva de Laffer


Los impuestos son una fuente fundamental de ingresos que disponen los Estados para llevar a cabo sus cometidos. La lógica dice que a mayores impuestos mayor será la recaudación, pero, en realidad, esa afirmación no tiene por qué repercutir necesariamente en un aumento de los ingresos fiscales. Los gobiernos e instituciones tienen muy complicado saber en qué momento deben subir o bajar los impuestos para conseguir mayores niveles de recaudación hacendística.

En el otoño de 1970 cenaban juntos en un restaurante de Washington el jefe y el subjefe del gabinete del presidente Gerald Ford (Donald Rumsfeld y Dick Cheney, respectivamente), un periodista del Wall Street Journal (Jude Wanniski) y el economista de la Escuela de Chicago, Arthur Laffer. Conversaban sobre la situación económica del país y la necesidad o no de subir los impuestos con el fin de aumentar la recaudación. En un momento dado, Laffer, tomó el control de la conversación al espetar que el Estado, para aumentar la recaudación, debería reducir los impuestos en vez de subirlos. Los políticos y el periodista discreparon de inmediato ante semejante propuesta soltando una carcajada al unísono. El economista, al no tener un papel a mano, tomó su servilleta de tela blanca y en ella esbozó la conocida Curva de Laffer, en forma de campana, para explicar de forma esquemática, en un eje de coordenadas cartesianas, la relación entre el Tipo Impositivo y los Ingresos Fiscales, y cómo el aumento de los impuestos no produciría el resultado esperado, es más, provocaría el efecto contrario: una reducción de los ingresos. Con ese dibujo plasmado en una servilleta (la cual se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Historia Estadounidense de Washington) Laffer fue capaz de explicar su teoría que, a todas luces, iba en contra de la lógica económica de la época.

15 de junio de 2020

El impacto de la Economía Disruptiva

La aparición de Internet, junto con el surgimiento de las nuevas tecnologías, todo ello aderezado con la globalización, hace surgir un nuevo modelo empresarial transformando al existente con la creación de nuevas prestaciones. De esta forma, se modifican los puestos de trabajo, los mercados, los servicios y hasta el propio funcionamiento de la industria, llegando a una economía disruptiva donde el cliente es investigado con el fin de resolver todas sus inquietudes favoreciéndole su estado de bienestar.

La Economía Disruptiva, que lleva con nosotros bastante tiempo, no es más que una serie de cambios abruptos que se producen en todos los sectores influyendo en la transformación de la industria y en los sectores más tradicionales. Ese impacto que está produciendo hace que el mundo cambie, aunque se lleve por delante la parte más conservadora ante la renovación de productos, tecnología, ideas y servicios.

Paralelamente, la tecnología disruptiva se convertirá en la tecnología dominante o tecnología ‘alfa’, considerándose como la única alternativa posible menospreciando cualquier estrategia que desee subsistir sin subirse a su carro. La tecnología tradicional tiene que ceder renunciando a su nicho para que las nuevas fórmulas vayan ocupando su puesto, consiguiendo mayores cuotas de mercado. Un ejemplo muy ilustrativo es el desarrollo que ha tenido la fotografía digital frente a la tradicional. La fotografía convencional, con unos costes elevados de revelado, capituló ante a una incipiente fotografía digital, de menor calidad de imagen, pero mucho más asequible para aquellos con un menor poder adquisitivo. Poco a poco ha llegado hasta hoy desbordando totalmente la fotografía del revelado con un aumento considerable de la resolución, aparejado con unos menores costes y una gran facilidad para el almacenamiento, convirtiendo a toda la sociedad en fotógrafos capaces de captar cualquier instante, hasta el punto de que ya no queda lugar en la tierra ni momento inoportuno que no esté inmortalizado.


18 de mayo de 2020

La crisis económica más anunciada de la historia


Una crisis económica es el periodo de un ciclo económico que se caracteriza por tener efectos negativos en la economía debido a la escasez del flujo del dinero, pudiendo ocasionar daños patrimoniales, sociales y políticos por ser el germen del malestar poblacional debido a que suelen ser combatidas con medidas impopulares. Se caracteriza, además, por molestos inconvenientes en el articulamiento del propio sistema económico y por la inestabilidad en los Mercados. Las crisis que se producen en una economía forman parte de un ciclo económico, donde tras una etapa de crecimiento y expansión, sucede otra de punto máximo, estancamiento y posterior contracción.

Las principales causas que llevan al desencadenamiento de una crisis económica suelen ser por catástrofes naturales, sociales o políticas; por alocadas fluctuaciones en el precio de las materias primas; o por la aplicación de erradas políticas económicas. Las consecuencias son siempre negativas produciendo grandes impactos sociales y políticos, pobreza, desaceleración y depresión económica.

14 de mayo de 2020

El Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM)


El Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) es el índice de referencia para el cálculo de ingresos a la hora de la concesión de ayudas, subvenciones, subsidios de desempleo o prestaciones sociales. Antes de 2004 se utilizaba como referencia para estas ayudas el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

El IPREM surge ante la necesidad de desvincular el SMI de las ayudas debido a que mientras que el aumento del SMI beneficiaba a los trabajadores, perjudicaba a los partícipes de ayudas y subsidios. Para evitar esta “incongruencia” se creó un nuevo indicador que desvinculase los salarios de las ayudas. Desde su creación, no ha existido una correlación del aumento de sus cuantías; tal ha sido así, que el SMI ha aumentado bastante más que el IPREM: mientras que el SMI se viene revisando al alza casi todos los años, el IPREM lleva congelado varios años.

5 de mayo de 2020

La Inflación y sus variables

La Inflación es algo que siempre debemos tener presente a la hora de conjugar los beneficios obtenidos en nuestras inversiones, pues será la encargada de dar el interés real a una inversión. De poco sirve obtener una plusvalía de un 1% si la Inflación es del 2%; si así es, el resultado será negativo: -1%.

Antes de entrar en materia de Inflación necesito introducir un concepto por todos conocido: el IPC (Índice de Precios de Consumo). En una economía de mercado, los precios están sujetos a cambios constantes debido, principalmente, a la ley de la oferta y la demanda. En consecuencia, este índice mide, en porcentaje, la evolución de los precios de una cesta de bienes y servicios que representa el consumo de una familia media, siendo este índice el que precisamente se suele usar para medir la Inflación. La medición se realiza contabilizando el valor de una serie de productos que un consumidor promedio requiere para vivir mensualmente en el seno de una familia, de esta forma se determina cuánto dinero se necesita, de forma aproximada, para vivir en un momento y lugar determinado.

Aclarado el concepto de IPC, veremos qué es la Inflación y algunas de sus variables como la Deflación, Hiperinflación, Desinflación, Estanflación y la Reflación.

4 de mayo de 2020

El Producto Interior Bruto (PIB)


El Producto Interior Bruto (PIB) es un indicador económico que mide el valor de mercado de todos los bienes tangibles y servicios que se producen en una región o país durante un periodo específico de tiempo, siendo tal su importancia que se considera como la variable principal en la contabilidad del territorio que ha servido para su cálculo, siendo la principal medida que se usa para evaluar la riqueza de un país conociéndose también como Renta Nacional, por eso refleja a la perfección la evolución económica. Su valor no debe de confundirse con el de la Inflación: aunque PIB e Inflación utilizan los bienes y servicios para su cálculo, la Inflación no incluye todos los que forman parte del PIB. Fue creado por Simon Kuznets (premio Nobel de Economía en 1971) al incluir este término en un informe de los años 30 del siglo pasado para afianzar las cuentas financieras de los Estados Unidos.

Para su cálculo, bastante complejo, es necesario conocer cada uno de los bienes y servicios totales que han intervenido en la producción de un territorio, excluyendo las externalidades, las ventas de segunda mano, los bienes de autoconsumo y la economía sumergida (según Gestha -Técnicos del Ministerio de Hacienda- supone un 25% de la economía española). Por tanto, calcula toda la actividad económica de una región o país según ciertas premisas: únicamente se calcula la actividad económica que se realiza dentro de la propia zona de cálculo y no se descuentan los consumos de capital. Si la tasa de desviación es mayor que cero, se entiende que hay crecimiento económico; por el contrario, si la tasa es inferior a cero, dará lugar su lectura a un decrecimiento económico. Su fórmula de cálculo es la siguiente:

30 de abril de 2020

Invertir siguiendo el Ciclo Económico

La evolución de la economía no es lineal, sigue unas fluctuaciones denominadas fases, marcadas por sus diferentes ritmos de evolución. Esos periodos de expansión y contracción, más o menos predecibles, son los que generan los ciclos económicos que, bien aprovechados, son muy fértiles para ahorradores e inversores.

La historia económica ha dado muchas teorías intentando explicar la formación de los ciclos económicos. Todas ellas, de una forma u otra, convergen en que el ciclo surge de las fluctuaciones de la renta, apoyándose en la senda que experimenta la economía a largo plazo. Esas teorías tienen un problema común y es identificar los recursos que pueden modificar la tendencia tanto en un sentido como en otro. También necesitan dar explicaciones a los factores que provocan el cambio de ciclo tanto cuando está en la cima como cuando está en el valle.

¿QUÉ ES EL CICLO ECONÓMICO?

Se denomina ciclo económico a la fluctuación de la actividad global cuando casi todos los sectores convergen al unísono hacia la expansión o la recesión. Se puede medir a través de la producción, el desempleo, las quiebras, la inflación e, incluso, el déficit público. Los ciclos, atendiendo a su duración, pueden ser cortos (aquellos que duran de 30 a 40 meses), medios (los comprendidos entre 7 y 10 años) y largos (los que sobrepasan más de 10 años). En el ciclo económico, debido a sus fluctuaciones constantes, se pueden identificar varias fases: Recuperación, Expansión, Auge y Recesión.

17 de abril de 2020

El impacto del COVID-19 en los Mercados Financieros


Aunque parezca mentira, el despegue de los Mercados Financieros, después de que el Coronavirus los haya dejado en el más profundo de los abismos, estará en manos de los científicos. El inicio de la recuperación económica coincidirá con el hallazgo de la vacuna para el COVID-19, en virtud de lo cual, la cura sanitaria será también la cura económica. Dicha vacuna, o el tratamiento terapéutico efectivo sobre la pandemia, será el fósforo que inicie el disparo de las Bolsas mundiales, aunque no se evitaría la posible recesión debido a que estamos entrando en un colapso de la economía real, nada comparable con las crisis financieras de antaño.

La recuperación bursátil, en términos de porcentaje, puede, en apariencia, resultar engañosa. Me explico: cuando un valor o un índice cae un 50%, para volverse a poner en el punto de inicio de la caída, tiene que subir un ¡100%! Esta paradoja, la hemos visto muy clara con estas últimas subidas; han sido subidas, en términos de porcentaje, muy grandes, pero únicamente han sido capaces de recuperar una parte pequeña del camino de retroceso. Nuestro Ibex35, después de haber sufrido el mayor desplome en su historia en tan breve espacio de tiempo (aproximadamente un tercio de su valor) acumula un alza del 20% desde mínimos, pero aún le queda más de un 40% de subida para llegar a los máximos anuales. La experiencia nos dice que los rebotes no se consiguen de manera lineal, lo hacen encadenando caídas intermedias en forma de dientes de sierra para formar una tendencia.