29 de mayo de 2020
El arte de no quedar atrapados en las pérdidas
27 de mayo de 2020
Tasa Anual Equivalente (TAE)
25 de mayo de 2020
Tipo de Interés Nominal (TIN)
22 de mayo de 2020
La brecha digital en la España vacía
20 de mayo de 2020
Se perderá una oportunidad, pero no se perderá dinero
18 de mayo de 2020
La crisis económica más anunciada de la historia
14 de mayo de 2020
El Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM)
11 de mayo de 2020
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI)
10 de mayo de 2020
Un paseo por las principales burbujas económicas
7 de mayo de 2020
El 0,7% de la Asignación Tributaria en el IRPF
5 de mayo de 2020
La Inflación y sus variables
La Inflación es algo que siempre debemos tener presente a la hora de conjugar los beneficios obtenidos en nuestras inversiones, pues será la encargada de dar el interés real a una inversión. De poco sirve obtener una plusvalía de un 1% si la Inflación es del 2%; si así es, el resultado será negativo: -1%.
Antes de entrar en materia de Inflación necesito introducir un concepto por todos conocido: el IPC (Índice de Precios de Consumo). En una economía de mercado, los precios están sujetos a cambios constantes debido, principalmente, a la ley de la oferta y la demanda. En consecuencia, este índice mide, en porcentaje, la evolución de los precios de una cesta de bienes y servicios que representa el consumo de una familia media, siendo este índice el que precisamente se suele usar para medir la Inflación. La medición se realiza contabilizando el valor de una serie de productos que un consumidor promedio requiere para vivir mensualmente en el seno de una familia, de esta forma se determina cuánto dinero se necesita, de forma aproximada, para vivir en un momento y lugar determinado.
Aclarado el concepto de IPC, veremos qué es la Inflación y algunas de sus variables como la Deflación, Hiperinflación, Desinflación, Estanflación y la Reflación.
4 de mayo de 2020
El Producto Interior Bruto (PIB)
1 de mayo de 2020
“Sell in May and go away”
30 de abril de 2020
Invertir siguiendo el Ciclo Económico
La evolución
de la economía no es lineal, sigue unas fluctuaciones denominadas fases,
marcadas por sus diferentes ritmos de evolución. Esos periodos de expansión y
contracción, más o menos predecibles, son los que generan los ciclos económicos
que, bien aprovechados, son muy fértiles para ahorradores e inversores.
La historia
económica ha dado muchas teorías intentando explicar la formación de los ciclos
económicos. Todas ellas, de una forma u otra, convergen en que el ciclo surge
de las fluctuaciones de la renta, apoyándose en la senda que experimenta la
economía a largo plazo. Esas teorías tienen un problema común y es identificar
los recursos que pueden modificar la tendencia tanto en un sentido como en
otro. También necesitan dar explicaciones a los factores que provocan el cambio
de ciclo tanto cuando está en la cima como cuando está en el valle.
¿QUÉ ES EL CICLO ECONÓMICO?
Se denomina
ciclo económico a la fluctuación de la actividad global cuando casi todos los
sectores convergen al unísono hacia la expansión o la recesión. Se puede medir
a través de la producción, el desempleo, las quiebras, la inflación e, incluso,
el déficit público. Los ciclos, atendiendo a su duración, pueden ser cortos
(aquellos que duran de 30 a 40 meses), medios (los comprendidos entre 7 y 10
años) y largos (los que sobrepasan más de 10 años). En el ciclo económico,
debido a sus fluctuaciones constantes, se pueden identificar varias fases: Recuperación, Expansión, Auge y Recesión.