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27 de julio de 2021

"Economía en una lección", de Henry Hazlitt

Economía en una lección (Economics in One Lesson), aunque se publicó en 1946, es un libro que está de plena actualidad (el lector dará buena cuenta de ello). Es uno de los libros de divulgación económica más exitoso de la historia, haciendo un recuento de todas las falacias más comunes que han desarrollado los economistas profesionales y que tanto daño han hecho a la humanidad con especial incidencia en los más necesitados. Fue escrito por el estadounidense Henry Hazlitt (1894-1993) en un lenguaje muy sencillo y con ejemplos coloquiales, así se convirtió en un auténtico bet-seller en casi todos los países donde ha sido publicado. Hazlitt, con más de veinte libros publicados a lo largo de su dilatada vida, fue el cofundador de la Mont Pelerin Society, filósofo, economista liberal y periodista, entre otros, del The Wall Street Journal y del New York Times. El libro surge a partir del ensayo del francés Frédéric Bastiat Ce qu’on voit et ce qu’on ne voit pas (Lo que se ve y lo que no se ve) como bien indica el autor en el prefacio. El caso es que estamos ante uno de esos textos que mejoran con el tiempo ya que, cuando se publicó, no convenció a nadie de los que estaban en el poder, ni tampoco convenció a nadie en el mundo académico debido a que la influencia de Keynes en esa época era muy fuerte y cuya muerte fue justo antes de que se publicara el libro de Hazlitt.

Economía en una lección, sin ser un libro para economistas, comienza diciendo que “la Economía se halla asediada por mayor número de sofismas que cualquier otra disciplina cultivada por el hombre”. Sobre todos esos falsos argumentos económicos que se han ido popularizando durante los últimos tiempos, pretende el autor desmentirlos con ejemplos muy gráficos a lo largo de los 23 sofismas que trata de esclarecer, todos ellos ampliamente conocidos y muy influyentes en la política económica de los países.

1 de junio de 2021

¿Qué son las órdenes Stop Loss y las Take Profit?

Cuando se invierte en el Mercado Bursátil no siempre es necesario estar delante del ordenador esperando a recoger los beneficios o cortar una operación en pérdidas, hay dos herramientas para cubrir esos dos supuestos: las órdenes stop loss (límite de pérdidas) y take profit (toma de beneficios). La orden stop loss limita la pérdida y la orden take profit limita el beneficio. Son dos de las herramientas básicas más utilizadas en las operaciones bursátiles, tanto en la operativa a corto plazo como en operativas a largo plazo, tanto en posiciones cortas como largas, siendo válidas para cualquier tipo de activo financiero y pudiéndose configurar en cualquier momento mientras se encuentre la posición abierta.

Como este tipo de órdenes no están contempladas en el SIBE (Sistema de Interconexión Bursátil Español) entonces se trata de stops “mentales”, stops sobre la hoja de cálculo de la cartera o, stops que se introducen en el bróker o intermediario financiero para que según las condiciones los envíe al Mercado como si de una orden convencional de compra o venta se tratase.

El inversor debe de crear una ficha o plan de trading por valor indicando siempre el tamaño de la posición, el stop de protección y el objetivo de precios. Y esto únicamente se logra manteniendo un alto grado de disciplina pues si después de un análisis minucioso de la operativa no se es consecuente con lo que se ha analizado, el trabajo no servirá de nada.

Existe la posibilidad de programar una orden Stop Loss y una orden Take Profit en una misma operación. Si esto ocurre y salta una de las dos órdenes, la otra queda anulada automáticamente.

11 de mayo de 2021

"El hombre más rico de Babilonia", de George S. Clason

El estadounidense George Samuel Clason (1874–1957) fue soldado, hombre de negocios y escritor. Su fama le vino al escribir folletos informativos de cómo ser ahorrador y de cómo lograr el éxito financiero. Para ello, usaba parábolas localizadas en la antigua Babilonia que, posteriormente, las más famosas, fueron recopiladas en el libro “El hombre más rico de Babilonia”. Sencillo, ameno y nada extenso trata sobre finanzas cuyas recomendaciones, escritas en 1926, todavía son perfectamente válidas en nuestros días. El libro, lleno de fábulas, cuenta historias sobre Babilonia, poniéndolas en boca de personajes babilónicos para dar consejos muy inteligentes y útiles con el fin de adoctrinar sobre la Educación Financiera.

La idea principal que nos quiere transmitir es que el dinero, sin ser todo en la vida, debe de trabajar para nosotros de la misma forma que nosotros trabajamos para obtenerlo. Entender lo que tenemos que hacer con él, hará que consigamos conocer sus secretos para sacarle más rendimiento al que poseemos, sin dejar de dispensarle los cuidados necesarios para no perderlo.

El autor trata, en cada momento y en cada parábola, la importancia del ahorro y de tener una planificación financiera adecuada, dando soluciones prácticas a los problemas dinerarios de aquel tiempo que no dejan de ser los mismos que los actuales. Para ello, con un lenguaje muy sencillo de comprender, los personajes cuentan cómo debemos actuar para adquirir el dinero, cómo mantenerlo y cómo conseguir que él solo se reproduzca.

6 de abril de 2021

El efecto Mateo

En esta bitácora, cuando hablaba de la Biblia como libro de enseñanza financiera, decía que era sorprendente que Jesús hablara más veces del dinero que del cielo y del infierno. Pues he aquí otro ejemplo de ello.

La expresión “efecto Mateo” proviene de la cita bíblica que aparece en la Parábola del Sembrador y en la Parábola de los Talentos del Evangelio de San Mateo (Mateo 13,12 y Mateo 25,29, respectivamente), en la Parábola de las Diez Minas del Evangelio de San Lucas (Lucas 19,26) y en la Parábola del Sembrador del Evangelio de San Marcos (Marcos 4,25): “porque a quien tiene, se le dará y sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará”.

Robert K. Merton (1910 – 2003), profesor de Sociología de la Ciencia en Harvard, en Tulane y en la Universidad de Columbia, dejando de lado lo eclesiástico de la cita bíblica, fue el primero que utilizó el concepto de “efecto Mateo” aplicándolo a la producción científica y explicándolo en su artículo The Matthew effect in sciencie publicado en 1968 en Science, teniendo un gran impacto y extendiéndose a otras disciplinas como la psicología, la educación, las finanzas… Decía Merton que un científico de nombre reconocido tendrá menos problemas para hacer valer sus investigaciones, sobre un determinado tema, que otro cuyo nombre y habilidades todavía sean desconocidas: tanto el éxito como el reconocimiento queda siempre relegado a una misma minoría privilegiada, dándose el caso que en la mayoría de las ocasiones los inventos científicos no se le atribuyen al que lo descubrió en primer lugar.

28 de diciembre de 2020

La sopa de letras de la recuperación económica (V, W, U, L, K)

Estando inmersos en una crisis económica y social provocada por la emergencia sanitaria del coronavirus es de vital importancia conocer, cuando desaparezcan las medidas de confinamiento y se vuelva a la normalidad, cuáles serán las formas que recogerán la reactivación de los principales indicadores económicos.

Desde el momento en que una crisis acampa en un país, sea de la índole que sea, se estudian sus consecuencias y de inmediato se pone en marcha la maquinaria de especulación para anticiparse a cómo será la recuperación económica. Para ello, los economistas observan cómo evolucionan los indicadores de actividad, por ejemplo, el Producto Interior Bruto (PIB) y el desempleo, a lo largo del tiempo, y van plasmando todos los resultados en una gráfica que va mostrando la evolución de la recesión económica y su recuperación. Esos gráficos, que van dibujando milimétricamente todo el recorrido que va trazando la economía del país, adquieren unas formas determinadas que son aprovechadas por los economistas y políticos para hacer una analogía con las letras que posteriormente darán nombre a la recuperación de los PIB’s, a la evolución de los Mercados, así como a la actividad de las principales economías. Esas letras del alfabeto, a modo se sopa de letras, son las que indicarán el dibujo de la recesión y de la posible recuperación. De esta forma se habla de V, W, U, L, K y hasta de símbolos como el de la raíz cuadrada o el del logotipo de la marca deportiva Nike (o tick), en función de que la recuperación sea más rápida, más lenta o tenga recaídas inmediatas.

26 de octubre de 2020

¿Qué es un Spin-Off?

Foto by pixabay.com

Spin-Off o, en español, escisión es una locución para indicar un movimiento estructural de una empresa, cotizada o no, por el que surge una compañía que funcionará de una forma totalmente independiente desde otra ya existente denominada matriz. La empresa matriz, sin realizar una liquidación total, cede parte de sus áreas de negocio, de sus activos y pasivos a la nueva para que esta última se consolide como una empresa independiente de la que se escinde, adquiriendo independencia jurídica, financiera y comercial. La nueva compañía seguirá colaborando con su matriz en las actividades que consideren oportunas.

El Spin-Off lo suelen realizar las grandes multinacionales no para dividirse sino para crear otra unidad que lleve parte de los negocios que permitan optimizar la actividad principal de la compañía madre. La nueva compañía, con la inercia que le otorga su matriz, tiene un horizonte para crecer con nuevos negocios por delante sin que sean ensombrecidos por la actividad principal de la empresa de la que se escinde.

8 de octubre de 2020

A propósito del Día de la Educación Financiera

Todos los primeros lunes de octubre, se celebra, fomentado por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y el Banco de España, el Día de la Educación Financiera, esta vez bajo el lema “Educación para unas finanzas más seguras”, con el fin de concienciar a los ahorradores de la importancia que tiene ser poseedor de una cierta cultura financiera, evitando así que el patrimonio se vea vapuleado en las diferentes etapas de la vida monetaria de una persona. No nos olvidemos, que la prosperidad de un país depende de la prosperidad económica de cada uno de sus habitantes, al ser la ausencia de esta cultura una forma de exclusión social que camina por el sendero de la pobreza. Por eso, la celebración de este Día tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la educación financiera en la vida de los ciudadanos.

Uno de los pilares fundamentales de la sociedad moderna es el extenso periodo que cada individuo dedica a la formación escolar y profesional. A partir de ahí, los conocimientos adquiridos se intercambian por dinero a la hora de ejercer, por cuenta propia o ajena, un trabajo. Del peculio obtenido se llega al ahorro que, al no haber tenido una adecuada formación financiera en nuestra época de estudiante, no se sabe muy bien qué hacer con él, ni qué hacer a la hora de tomar ciertas decisiones monetarias que surgirán a lo largo de nuestra vida cotidiana. El dinero, nuestro medio de intercambio por excelencia, hace que las finanzas, sin quererlo, sean nuestras compañeras inseparables en los sueños y en los hechos. Nosotros, y no los economistas, seremos los gestores del patrimonio personal, siendo esa gestión la encargada de nuestro futuro y el condicionante de nuestro presente. Ya que las finanzas van a ser nuestras compañeras de viaje, no sería un despropósito si se incluyesen dentro del plan de estudios generales obligatorios, con el fin de adquirir unos conocimientos para hacer una gestión financiera adecuada de nuestros bienes al ser los errores dinerarios no solucionables. La mayoría de la sociedad española reconoce que no maneja bien su ahorro debido al desconocimiento de los diferentes productos de inversión que existen en el mercado. ¡Y eso que hemos pasado por una crisis financiera!, pero ni por esas. Si rascamos la superficie, parece que en algo se ha mejorado debido a que se le ha dado la razón a aquel dicho de antaño que decía que “la letra con sangre entra”. Hemos sufrido de lo lindo y, por la cuenta que nos ha tenido, algo hemos aprendido de la experiencia. Una adecuada formación financiera nos hubiese librado de muchos disgustos en el pasado y hubiera mejorado nuestra calidad de vida.

17 de septiembre de 2020

Nociones básicas sobre la Bolsa de Valores


El concepto de Bolsa de Valores, término que ya se ha hecho familiar entre la población, nació en el siglo XVI en Brujas (Bélgica). En un comienzo se denominó así a un edificio de la familia noble Van Der Buërse donde se realizaban transacciones económicas. En su fachada se distinguían, a modo de escudo de armas, tres monederos de piel en forma de bolsa. Según fue pasando el tiempo, la gente comenzó a conocer ese lugar como “la bolsa”.

La primera Bolsa de Valores se construyó en 1602 en Ámsterdam, fundada por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales siendo, a su vez, la primera en actuar como el Mercado actual. Más tarde, por poner algunos ejemplos, surgirían la Bolsa de Nueva York en 1792, la de París en 1794 y la de Tokio en 1878. En España tenemos la Bolsa de Madrid que se creó en 1831 (siendo su primera sesión el 20 de octubre de 1831), la de Bilbao en 1890, la de Barcelona en 1915 y, la más reciente, la de Valencia en 1970.

Según el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, es una institución, creada mediante decisiones legislativas, en la que se negocian las acciones y valores convertibles en acciones y otros valores que otorgan derecho a su adquisición o suscripción. También pueden ser objeto de contratación la renta fija, warrants, certificados y fondos cotizados. La ley de Valores ha reconocido como Bolsas de Valores a las antiguas bolsas oficiales de comercio de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.

7 de septiembre de 2020

Formación Financiera desde el colegio


A propósito del comienzo inminente del nuevo curso escolar, me pregunto qué utilidad tiene en la vida cotidiana algunos conceptos que estudié en la infancia y en la adolescencia. La primera respuesta que me viene a la cabeza es que forman parte de mi cultura general y eso ya es importante. Pero dediqué horas y horas en matemáticas, por ejemplo, a derivar e integrar. En física, cinética y dinámica. En ciencias naturales, el aparato digestivo y circulatorio de los insectos. En literatura, leer a los clásicos. En filosofía, descubrir a los pensadores. En lengua e idiomas, lo obvio. En economía y finanzas…, es curioso, no recuerdo haber estudiado nada: la suma y la resta, quizás; o el porcentaje, en el mejor de los casos. Y, mira por dónde, sin saberlo, las finanzas están presentes durante toda la vida del ser humano.

Por casualidad, ha llegado a mis manos un informe del Instituto de Estudios Financieros (IEF) donde muestra el escaso conocimiento que tienen de economía y finanzas los universitarios ajenos a estas materias. Fijaros, sólo un 10% de ellos saben diferenciar una cuenta corriente de un depósito. El 70% no sabe qué se necesita para contratar una hipoteca. No diferencian un préstamo de un crédito. Y no saben qué es un pagaré. Ante estos resultados, creo que hay que hacer algo por nuestros hijos para que puedan estar inmersos dentro de un plan de conocimientos de economía y que la educación financiera forme parte, como asignatura, en las aulas de la educación obligatoria, aunque solo sea. Lo mejor del informe, a modo de moraleja, es que son conscientes de la total desinformación que poseen en economía, pero muestran una buena predisposición a recibir toda la información que exista al respecto y que sean capaces de asumir y asimilar. Los jóvenes, usuarios habituales de medios digitales, donde 8 de cada 10 no pisan una oficina bancaria, admiten que necesitan más información financiera al tener acceso ilimitado a la inmensidad de productos y servicios financieros.

31 de agosto de 2020

Las desventuras del pequeño accionista


Parece ya hasta cotidiano que de vez en cuando en la Bolsa aparezca alguna compañía con problemas serios en sus cuentas interiores. Una de las últimas, ya sabéis, Abengoa. ¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre! solía repetir con frecuencia un antepasado mío. No ha sido la primera ni será la última, por desgracia. Y, lo peor de todo, es que seguirá siendo así y siempre pillará implacablemente a algún que otro pequeño ahorrador-inversor.

La historia ha ido dejando algún que otro legado donde al pequeño accionista le han quemado sus ahorros:

Recordaréis, hace tiempo ya (1993), la intervención y destitución del consejo de administración del Banco Español de Crédito (BANESTO) por parte del Banco de España por la existencia de un gran agujero patrimonial.

En 2001, Enron fracasa debido a un fraude en su contabilidad.

En 2002 la empresa de telefonía de EEUU WorldCom quiebra por la falsedad en sus cuentas.

En 2003 se descubre que la italiana Parmalat falseó sus cuentas durante unos cuantos de años y tiene que salir a su encuentro el propio gobierno italiano.

Aún suenan, por recientes, los acordes de Pescanova en nuestro país debido a su deuda oculta. O la quiebra de Gowex por falsear sus cuentas.

La quiebra en 2008 del banco Lehman Brothers, la salida a Bolsa de Bankia y los problemas del banco portugués Espírito Santo es por todos conocidos.

Las estafas piramidales de Forum, Afinsa, Madoff o Gescartera son ejemplos que algunos ahorradores, buscando un beneficio extra para su inversión, no olvidarán nunca.

Las Preferentes o los llamados Valores Santander no han hecho más que mermar las cuentas de aquellos incautos inversores que adquirían lo que no sabían que adquirían. Que ahora esperan que los tribunales le devuelvan aquel dinero que se quemó y que lo único que están viendo es el humo suspendido en el ambiente.

22 de junio de 2020

La Biblia como libro de enseñanza financiera


No digo nada nuevo afirmando que la Biblia es el libro más importante que se ha escrito jamás y que tanto el mundo occidental como parte del oriental, sin su existencia, serían muy diferentes de como los conocemos actualmente. No digo, tampoco, nada nuevo afirmando que es uno de los libros más leídos, copiado y traducido aun siendo ilegal su lectura o posesión en algunos lugares. Es amado y odiado, es injuriado, es alabado y maldecido, ha provocado guerras y ha hecho tambalear hasta al propio Imperio Romano. Sin embargo, manteniéndome al margen de la creencia o no de las Escrituras Sagradas, está lleno de enseñanza y sabiduría de toda índole, incluso financiera.

Sorprende que Jesús hable del dinero más veces que del cielo y del infierno. Más del 40% de las parábolas hablan de cómo manejar las finanzas personales. Algunos estudiosos de la Biblia son economistas que encuentran soluciones a los problemas financieros de hoy. Si se aplicasen los principios de Dios, dicen, dejaríamos de tener deudas, a gastar mejor el dinero, aumentaría el ahorro y seríamos más solidarios con quien lo necesita. No nos olvidemos que según se maneje el dinero, puede ser una bendición o una maldición.

8 de junio de 2020

Las seis etapas de la vida financiera de una persona

El ser humano, a lo largo de su vida, va pasando por diferentes etapas requiriendo en cada una de ellas una serie de necesidades diferentes. No nos olvidemos que se necesita saber dónde se quiere ir, siendo imprescindible dónde nos encontramos, para así reconocer cuándo hemos llegado. Financieramente hablando, no es diferente, y el individuo necesita en cada etapa de su vida unas necesidades financieras con unas determinadas características. Esas necesidades serán cubiertas por los diferentes productos financieros que se adapten a cada etapa en concreto.

Adquirir una adecuada educación financiera para gozar de una autonomía económica es uno de los procesos más complicados a los que se enfrenta una persona a lo largo de su vida. Las finanzas no son cosa de unas cuantas personas que se dedican a ello como profesión, todos deberíamos tener unos conocimientos básicos para evitar engaños, así como hacer frente a las dudas que se presenten en cualquier etapa de la vida financiera.

Los Mercados Financieros están en constante fluctuación, y nuestras necesidades financieras también están sometidas a cambios en el tiempo lo que origina mutaciones inevitables. Siendo así, es necesaria una estrategia financiera para asumir y afrontar todas las necesidades, tanto financieras como personales, que nos surjan.

Dependiendo de la edad (la pongo en cada etapa de forma aproximada), la vida financiera de una persona se puede dividir en las siguientes seis etapas, cada una con una serie de características específicas.