La globalización también afectó a la Bolsa ¡y de qué manera!
Se trató y se consiguió que la negociación del conjunto de las mayores Bolsas
europeas use parámetros parecidos. La Bolsa española se vio implicada de lleno
y tuvo, por necesidad, que llevar a cabo una serie de modificaciones nunca
vistas en nuestro sistema de negociación. En nuestros días todo parece ya cotidiano,
pero en su momento, año 2000 y 2001, fue toda una innovación y un gran avance.
Estoy hablando de la inclusión de órdenes automáticas, plazos nuevos de validez
de órdenes y, la inclusión de los Rangos
Estáticos y Dinámicos, así como las Subasta de Volatilidad.
Y, de esta forma, aparentemente sencilla, el SIBE incluye
mecanismos de control de precios para casos extremos de volatilidad. La Bolsa
americana está llena de ejemplos y cada poco se produce alguno.
Para comenzar, se implantaron las subastas de cierre, que
junto con las de apertura, aseguran una adecuada formación de los precios en
esos dos momentos tan importantes de la sesión: el comienzo y el final donde es
relativamente sencillo manipular el precio de los valores.
Inicialmente, el límite de fluctuación era del 15%, al alza o
a la baja. A partir del año 2000, y metidos ya de lleno en el nuevo entorno
bursátil, se puso de manifiesto la dificultad de mantener estos límites. Ante
esa situación, se procedió a su eliminación creándose unos rangos de
fluctuación en función de la volatilidad histórica de cada valor. De esta
forma, surgen los Rangos Estáticos y Dinámicos que veremos detalladamente a
continuación, no sin antes decir que se calculan para cada valor del Mercado
con los datos históricos de cotización. Estos Rangos son publicados mensualmente
por la Sociedad de Bolsas pudiendo especificar otro rango diferente para los
valores que, a su criterio, lo requieran. Lo puede modificar cuando lo considere
oportuno. Cuando un valor intenta negociarse por encima del Rango Estático o Dinámico
se produce una Subasta de Volatilidad.