10 de mayo de 2022

¿Qué son los Fondos de Inversión con Objetivo de Rentabilidad?

El actual entorno del Mercado Financiero no está siendo muy favorable para el ahorrador conservador que ve cómo los Depósitos y Pagarés no son capaces de batir la inflación, ve que lograr una mínima rentabilidad sin asumir riesgo es una tarea casi imposible, ve cómo la alternativa que había antes con los Fondos Garantizados es prácticamente inexistente debido a la imposibilidad de contratar cobertura a un coste razonable, ve cómo la Deuda Soberana cada vez es menos rentable y ve cómo en su oficina bancaria apenas quedan productos que satisfagan su deseo de invertir los ahorros en productos sin riesgo.

Todo está calculado. Ante la ingente cantidad de dinero que vence en los Fondos Garantizados y en los Depósitos de los ahorradores, la ingeniería financiera sale al paso y crea los Fondos con Objetivo de Rentabilidad, también llamados en inglés “Buy and Hold” (comprar y mantener). Y ya está. Misión cumplida. Las entidades financieras dan el visto bueno al producto porque es muy rentable para ellas, lo anuncian a bombo y platillo y lo comercializan como "alternativa" a los productos de ahorro más conservadores que comenté al principio, a sabiendas que la clientela para este tipo de inversión no falta en ninguna sucursal bancaria.

3 de mayo de 2022

¿Cotizarán los robots a la Seguridad Social?

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Tras una revolución mercantil los efectos económicos suelen ser positivos para el largo plazo, pero no para el corto. Por un lado, está la reducción de los costes y el aumento de la productividad. Por otro, una parte de los trabajadores son expulsados del mercado laboral como ha sido el caso del sector de la automoción y del sistema bancario.

Nuestro sistema de reparto, que no ha sido malo, siendo concebido para implantar una serie de políticas de protección de la clase obrera, con un claro enfoque asistencial y solidario, empieza a renquear: las cohortes activas cada vez son menos y las cohortes pasivas cada vez son más. Y, lo peor, es que esa divergencia cada vez será mayor debido a que la esperanza de vida sigue aumentando en similar proporción que disminuye el tiempo de cotización de la etapa en que se está en activo.

Una de las consecuencias que puede traer esta “nueva revolución industrial” será de un carácter meramente social, llegándonos a plantear la conveniencia o no de que las máquinas inteligentes, que son capaces de reducir la mano operativa del hombre, coticen a la Seguridad Social. El Parlamento Europeo, no ajeno a este problema, quiere ya ir sentando las bases sobre una legislación específica en materia de la inteligencia artificial y la robótica que afecten de una manera directa al mercado de trabajo y al sistema de la Seguridad Social. Todo ello es debido a que el desarrollo de la tecnología en el mundo de la robótica conlleva que esas máquinas inteligentes asuman en gran medida el trabajo que hasta hace poco era realizado por personas. Esa situación supone, entre otras cosas, un ahorro en lo que a cotizaciones se refiere.

26 de abril de 2022

La Ley de la Oferta y la Demanda

La disciplina de la economía como ciencia ha originado varios estudios para satisfacer las necesidades de la humanidad. Uno de esos estudios ha dado lugar a la postulación de la Ley de la Oferta y la Demanda consiguiendo que la relación entre productores y consumidores sea cada vez más constante.

La economía de mercado (libre competencia) está basada sobre el principio de la Ley de la Oferta y la Demanda, por la cual, el precio de un bien o servicio se fija cuando se alcanza el punto de equilibrio entre la cantidad de la oferta y la cantidad de la demanda según la escuela neoclásica. Ese precio de equilibrio, dentro de un mercado de competencia perfecta, será el punto donde se corte la curva de la oferta y la de la demanda, igualándose, por tanto, la cantidad demandada a la cantidad ofertada. La Ley de la Oferta y la Demanda está formada, a su vez, por dos leyes individuales: La Ley de la Oferta (hace referencia a la cantidad que se ofrece de un producto o servicio donde cuanto menor sea el precio menor será la oferta) y la Ley de la Demanda (hace referencia a la cantidad que se demanda de un producto o servicio donde a menor precio mayor será la demanda). La conjunción de ambas leyes hace variar los precios de los bienes y servicios, así como la competencia que, por su cuenta, hace que cuando se demande un producto habrá alguien que lo produzca y lo oferte produciéndose una interacción directa en el precio final del bien.

19 de abril de 2022

Guía de los impuestos que gravan a la Vivienda

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La Ley General Tributaria, en su artículo 2.2., letra c), define los impuestos como "los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente".

La vivienda no puede ser una excepción. Es muy raro encontrar entre la ciudadanía algún contribuyente que no tenga algo que ver con algunos de los impuestos que gravan a los inmuebles. Tanto la compraventa, como el alquiler o como la simple tenencia de una vivienda están afectados por alguno de los impuestos existentes, que no son pocos.

Desafortunadamente, es bastante frecuente no tener claro qué tributos hay que abonar en cada situación, el gasto que suponen y cómo afecta su desembolso a la salud financiera familiar, pues no dejan de ser un gasto a tener en cuenta.

12 de abril de 2022

Impuesto sobre el Patrimonio

La prosperidad proviene del ahorro, no del gasto. Definir un plan de ahorro lleva consigo una estabilidad financiera al crear una base económica a partir de la cual se sustenta la economía familiar, desde la más modesta hasta los grandes capitales. El primer principio para conseguir una adecuada planificación financiera es saber cuál es el monto exacto del patrimonio con el que se cuenta. Eso se consigue sumando todos los saldos existentes en cuantas bancarias, el valor de todos los inmuebles y de todos los bienes que puedan ser susceptibles de valoración y el importe de las carteras de inversión. Una vez obtenida esa suma, habrá que restarle las deudas y obligaciones contraídas por el titular. El resultado es la valoración exhaustiva de la riqueza personal o lo que, comúnmente, se conoce como patrimonio. Con carácter general se establece la exención de determinados bienes y derechos, como es el caso de la vivienda habitual del contribuyente hasta un importe máximo de 300.000€, el ajuar doméstico, Bienes Integrantes del Patrimonio Histórico, algunos objetos de arte y antigüedades, derechos de la propiedad intelectual e industrial o participaciones en determinadas entidades.

El Impuesto sobre el Patrimonio (IP), recayendo sobre las personas físicas, es un tributo individual, directo y general que grava el valor neto de la propiedad o la posesión de patrimonio y, además, es complementario del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El IP, aunque es un impuesto regulado y establecido por el Estado, está transferido plenamente a las Comunidades Autónomas. Nació con carácter transitorio y suprimiéndose en algún periodo, actualmente se ha implantado con carácter permanente y con ocho tramos que oscilan entre el 0,2% y el 2,5%, aunque su cuantía variará en función del territorio donde se presente, es más, algunas autonomías superan la horquilla mencionada. También, dependiendo de qué Comunidad Autónoma, existe un mínimo de patrimonio exento.

5 de abril de 2022

El trance de pasar de Ahorrador a Inversor

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Los españoles, en general, tenemos más de ahorradores que de inversores y esa estrategia, en un entorno de bajos tipos de interés y alta inflación, sale bastante cara debido a la constante pérdida de poder adquisitivo para todo ese ahorro acumulado. No olvidemos, que, según las encuestas realizadas, más de la mitad del ahorro de todas las unidades familiares está en productos cuyo riesgo es ínfimo, lo que hace que no se consiga ningún rendimiento. Y lo peor no es eso, lo peor es que la amenaza de la inflación sobrevuela los ahorros acumulados haciendo que el interés real que recaiga sobre ellos sea negativo. Por esta razón, al patrimonio personal hay que prestarle la atención precisa para que no quede en ningún momento desatendido, dejando de tener sentido canalizar el ahorro a través de productos de inversión que hace ya bastante tiempo dejaron de ser rentables. Todo el ahorro que en el pasado no haya ofrecido un rendimiento superior a la inflación solo ha supuesto una merma del poder adquisitivo. Habrá que dejar el camino del ahorrador que antaño tantas satisfacciones dio a los ahorradores convencionales y habrá que coger el camino del inversor para no sacrificar los posibles rendimientos futuros. Ha llegado el momento de concienciarse de que el dinero tiene la obligación de trabajar para nosotros en productos diferentes a los depósitos, cuentas, pagarés o Letras del Tesoro porque ya no son una solución que aporte rentabilidad positiva sin riesgo ni esfuerzo. La cultura financiera y la aversión al riesgo (posibilidad de obtener un resultado diferente al esperado) son probablemente los dos factores más importantes que han llevado a esta situación.

Adentrarse en la aventura de pasar de ahorrador a inversor no es fácil en ningún caso, pero mucho menos si hay que hacerlo por necesidad. Por eso, todos los expertos recomiendan hacerlo con una cantidad inicial moderada para familiarizarse con los vaivenes de los Mercados Financieros por el impacto que produce en el patrimonio del inversor y, por supuesto, no caer en el pánico ante las habituales correcciones ni en la euforia de los también habituales momentos de subida.

29 de marzo de 2022

"El ahorrador astuto" de Rafael Rubio Gómez-Caminero

“El ahorrador astuto” es un libro de lectura sencilla, accesible, práctico y didáctico pensado para que el ahorrador doméstico gestione su patrimonio, como un inversor avezado, con el fin de sacar partido a sus ahorros por pequeños que sean, “tratando de evitar los engaños a partir de unos mínimos conocimientos”. No nos olvidemos que la picaresca española, financieramente hablando, tiene mucho que ver con la escasa cultura financiera que existe. Bajo esa premisa, no queda ni un solo palo sin tocar: renta fija, renta variable, Bolsa, fondos de inversión, etc. A su vez, está sazonado con la constante manifestación de buscar la seguridad y evitar el engaño debido al desconocimiento de los diferentes productos financieros existentes en el Mercado.

El autor es periodista y escritor especializado en información económica y financiera. Ha dirigido el diario “La gaceta de los negocios” y el semanario “Inversión”. Fundador de “Bolsalia” y profesor de varios cursos y másteres. Colaborador en “Finanzas.com”, presidente del Consejo Editorial de “Inversión & Finanzas.com” y actualmente director de la revista “Asesores Financieros EFPA”. Tras su dilatada carrera paralela a los Mercados Financieros, al escribir el libro, ha aplicado criterios muy parecidos a cuando se quiere adquirir un bien material cualquiera: esgrime todo lo que se necesita saber para enfrentarse a los Mercados Financieros, así como a aquellos que comercializan los productos que allí se negocian. Constantemente se afana en “evitar engaños” como los acontecidos y que, de todos, por desgracia, son ya sabidos. Para ello, acerca al lector esos productos poco conocidos, animándolo a utilizarlos con la debida prudencia e información, pero sin miedo, porque después de la lectura, el cliente ahorrador, estará predispuesto a enfrentarse a los típicos “vendedores de humo” que traten de colocarle productos financieros con el único sentido de beneficiar al comercializador. La época actual tampoco lo pone demasiado fácil: es muy complicado mantener el poder adquisitivo del ahorro al lado del poder destructivo de la inflación y de los impuestos asumiendo un riesgo “controlado”.

22 de marzo de 2022

El escenario económico de la Estanflación

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Ya sé que no a todo el mundo le interesa la economía, pero a todos nos debe de preocupar esta situación ya que afecta de lleno a nuestra economía y prosperidad familiar. La Estanflación es un escenario económico no deseado y muy peligroso en que, habiendo inflación, se produce un estancamiento generalizado de la economía. Un país que se encuentre con la combinación de estos dos procesos, que raramente ocurren, sufrirá un estancamiento económico con un crecimiento de los precios y, además, se le sumará un porcentaje alto de desempleo, echando abajo cualquier previsión de crecimiento. Sin remedio, el monstruo de la Estanflación dejará abierta la puerta a una crisis y a la pobreza: mañana seremos más pobres que hoy.

La historia es cíclica y se repite cada cierto tiempo, pero en diferente estrato. Y esto no es nuevo, ya en el Génesis 41 se narra cómo después de siete años de abundancia vendrán otros siete de hambruna. Pero tampoco hay que remontarse a la antigüedad para ver situaciones parecidas y que se repiten de nuevo ahora. Me estoy refiriendo a los años 70 del siglo pasado, cuando la estanflación hizo acto de presencia arrasando la economía y con ella los Mercados Financieros.

15 de marzo de 2022

¿Qué es el Índice VIX o Índice del Miedo?

Hay muchos indicadores bursátiles que ayudan a tener una visión de lo que está aconteciendo en los Mercados Financieros para tener claro lo que se puede y lo que no se puede hacer en un momento determinado. Por ejemplo, siempre que hay una modificación de la volatilidad (medida del movimiento del precio de un activo en lugar de una medida del precio como tal) de una forma extraordinaria en los Mercados Financieros los profesionales del sector y los medios de comunicación financieros, para valorarla, suelen recurrir a la observación de los valores que muestra el Índice de la Volatilidad (VIX, Volatility Index). A este índice también se le conoce como Índice del Miedo, Índice del Sentimiento del Inversor, CBOE VIX (Chicago Board Options Exchange Market Volatility Index) o S&P 500 VIX.

Sus inicios se remontan a 1986 cuando Menachem Brenner y Dan Galai, profesores de economía e investigadores de la volatilidad en los mercados, crearon el primer índice de volatilidad al que llamaron Index Sigma (debido a que el símbolo sigma –σ- se refiere a la volatilidad en las matemáticas del mundo financiero). Posteriormente, en 1992, la Chicago Board of Options Exchange creó su propio índice basado en la volatilidad disponible para el trading y para los analistas financieros. Gracias al trabajo del profesor Whaley se creó en 1993 el índice de volatilidad VIX. Desde entonces, otras Bolsas han creado también su propio índice de volatilidad tal es el caso del VNX (Índice de Volatilidad del Nasdaq100), VXD (Índice de Volatilidad del DowJones30), el VCAC (Índice de Volatilidad del CAC40), el VDAX-NEW (Índice de Volatilidad del DAX30), el VSTOXX (Índice de Volatilidad del Eurostoxx50) …

8 de marzo de 2022

La Diversificación en una Cartera de Inversión

En el mundo de las inversiones, la diversificación es un concepto tan antiguo como vigente. Pocos principios se mencionan con tanta frecuencia y, sin embargo, se aplican con tanta superficialidad. Diversificar no es un eslogan ni una receta universal, simplemente es una filosofía de gestión que parte de una verdad sencilla y contundente: el futuro es incierto, y nadie tiene la capacidad de anticipar con exactitud qué ocurrirá en los mercados.

El principio de la prudencia en los mercados

Toda inversión nace de una hipótesis, una expectativa sobre el comportamiento de un activo en el tiempo. Pero esa expectativa, por muy fundamentada que esté, siempre está sujeta al error. Concentrar todo el capital en un solo valor o en un único sector es asumir que esa predicción se cumplirá al cien por cien, sin margen para lo imprevisto. Y lo imprevisto, en los mercados, no es una excepción, sino la norma.

Por eso, una cartera formada por un solo activo o excesivamente concentrada es, en esencia, una apuesta más que una inversión. La prudencia dicta que, si el futuro no puede conocerse con certeza, la mejor estrategia consiste en repartir el riesgo para que los errores no destruyan lo que los aciertos han construido.

La naturaleza del riesgo y la búsqueda de equilibrio

El inversor, por definición, busca la certeza, pero se ve obligado a convivir con la incertidumbre. El riesgo es inseparable de la rentabilidad, uno y otro son las dos caras de la misma moneda. Pretender obtener beneficios sin asumir riesgo es tan ingenuo como querer navegar sin mojarse.

La diversificación surge precisamente de esa realidad. No elimina el riesgo, pero lo redistribuye, lo organiza y lo vuelve soportable. De ese modo, el conjunto de la cartera no depende del éxito o fracaso de un único activo, sino del comportamiento combinado de varios. Es la diferencia entre tener un barco con un solo compartimento o con varios estancos: cuando uno se inunda, los demás mantienen a flote el conjunto.

Al diversificar, se renuncia a la posibilidad de acertar de lleno con la mejor inversión individual, pero a cambio se obtiene una mayor estabilidad. Y, en el largo plazo, esa estabilidad se traduce en supervivencia financiera.

La falsa polémica sobre la diversificación

No faltan voces que cuestionan la utilidad de diversificar. Algunos inversores célebres sostienen que la diversificación es una forma de confesar la propia ignorancia, un mecanismo de protección para quienes no saben escoger bien. La frase de Warren Buffett —“la diversificación es la protección contra la ignorancia. Tiene poco sentido para quienes saben lo que hacen”— suele citarse como argumento contra la diversificación.

Sin embargo, esta interpretación es parcial y, sobre todo, descontextualizada. Buffett nunca ha predicado la concentración absoluta; al contrario, su empresa de inversión, Berkshire Hathaway, es un ejemplo paradigmático de diversificación: posee participaciones en compañías industriales, aseguradoras, tecnológicas, de consumo y servicios, además de activos en renta fija y liquidez.

La clave está en entender que la diversificación no implica comprar sin criterio ni renunciar al análisis, sino reconocer los límites del conocimiento y aceptar que el error forma parte del proceso inversor. Ningún gestor, por brillante que sea, está libre de equivocarse. Por eso, diversificar es una muestra de humildad y, al mismo tiempo, de inteligencia práctica.

La arquitectura de una cartera bien construida

Diversificar no consiste en acumular activos sin orden ni concierto. Una cartera no se construye amontonando valores, sino diseñando una estructura coherente entre tipos de activos, sectores, regiones y horizontes temporales.

La renta variable ofrece potencial de crecimiento, pero también volatilidad. La renta fija aporta estabilidad y flujos predecibles. La liquidez proporciona flexibilidad para aprovechar oportunidades o cubrir emergencias. Los fondos de inversión permiten acceder a carteras diversificadas con menor capital. Los activos reales, como los inmuebles o las materias primas, pueden servir de cobertura frente a la inflación o los ciclos económicos adversos.

El arte está en combinarlos de manera que el comportamiento de unos compense el de otros. No se trata de tener muchos activos, sino los adecuados. Dos valores distintos pero muy correlacionados entre sí apenas aportan diversificación real. En cambio, incluir activos con comportamientos diferentes frente a los mismos estímulos de mercado reduce la volatilidad global y mejora el equilibrio entre rentabilidad y riesgo.

Riesgos diversificables y no diversificables

La teoría moderna de carteras distingue dos tipos de riesgos.
El primero es el riesgo sistemático, que afecta a todos los activos del mercado. Está determinado por factores macroeconómicos, políticos o financieros globales, como una recesión, una crisis de deuda o una subida generalizada de los tipos de interés. Este riesgo no puede eliminarse, solo gestionarse.

El segundo es el riesgo no sistemático o idiosincrásico, propio de cada empresa o sector. Una mala gestión, un cambio regulatorio o una pérdida de competitividad pueden afectar de forma específica a un activo concreto. Este riesgo sí puede reducirse y es precisamente ahí donde la diversificación demuestra su eficacia.

Diversificar, por tanto, no hace desaparecer el riesgo, pero lo transforma. Permite que los errores puntuales no comprometan el conjunto. La rentabilidad final de una cartera diversificada y la de una no diversificada pueden coincidir en términos absolutos, pero el riesgo soportado jamás será el mismo.

El binomio rentabilidad-riesgo y el papel de la disciplina

Una buena diversificación contribuye a mejorar el binomio rentabilidad-riesgo. En otras palabras, ayuda a obtener la mayor rentabilidad posible para un nivel determinado de riesgo, o a reducir el riesgo sin sacrificar en exceso la rentabilidad esperada.

Esta relación es el núcleo de toda gestión profesional. No se trata de ganar siempre más, sino de perder menos cuando el mercado gira en contra. El éxito en los mercados no se mide solo por los aciertos, sino por la capacidad de resistir los errores.

El principio de diversificación, además, introduce una disciplina mental que protege al inversor de sí mismo. Obliga a mantener la coherencia de la estrategia frente a la volatilidad emocional, a evitar decisiones impulsivas basadas en titulares o rumores, y a recordar que los resultados sostenibles se construyen con método, no con corazonadas.

La dimensión geográfica: diversificar también en el mapa

En la era global, la diversificación no puede limitarse a los tipos de activos o sectores. La diversificación geográfica es igualmente esencial. No basta con conocer dónde tiene su sede una empresa, lo verdaderamente relevante es dónde genera sus ingresos.

Una compañía europea puede depender en gran medida de la demanda asiática o americana, mientras que una estadounidense puede tener la mayor parte de su negocio en Europa o Latinoamérica. En este contexto, invertir únicamente en un país o región es una forma de concentración encubierta.

Además, invertir en distintos mercados introduce un componente adicional: el riesgo divisa. Las fluctuaciones en los tipos de cambio pueden alterar tanto las pérdidas como las ganancias. Este factor debe ser evaluado y, en su caso, cubierto, pero también puede convertirse en una fuente de diversificación adicional si se gestiona adecuadamente.

La economía mundial no se mueve al unísono. Mientras unas regiones crecen, otras se estancan. Aprovechar esa asincronía económica es una forma eficaz de suavizar los altibajos del ciclo global.

Diversificar con sentido: la importancia del horizonte y la gestión

Una diversificación efectiva debe adaptarse al perfil del inversor, a su horizonte temporal y a su capacidad de seguimiento. No es lo mismo gestionar activamente una cartera con veinte valores que delegar la gestión en vehículos diversificados.

Un exceso de posiciones puede ser contraproducente porque dispersa la atención, complica la supervisión y reduce la eficacia del control de riesgos. Por ello, diversificar con sentido no significa tener “mucho de todo”, sino “lo necesario de cada cosa”.

La gestión de una cartera debe ser dinámica. Los mercados cambian, los activos se revalorizan o pierden atractivo y los objetivos personales también evolucionan. Una diversificación bien diseñada permite ajustar sin perder el equilibrio general. Incluso mantener temporalmente una parte en liquidez puede formar parte de la estrategia ya que no invertir también es, en ocasiones, una decisión de inversión.

Diversificación, gestión y método

La diversificación no sustituye al análisis, pero lo complementa. Por muy sólida que sea una tesis de inversión, ningún análisis puede anticipar todos los escenarios posibles. La diversificación actúa como cinturón de seguridad frente a lo imprevisible.

En la gestión profesional de carteras, se apoya además en herramientas estadísticas como los coeficientes alfa y beta, que permiten medir el riesgo y el comportamiento relativo de los activos respecto al mercado. Sin embargo, los modelos son solo instrumentos: lo esencial sigue siendo la prudencia, el método y la coherencia con los objetivos iniciales.

Diversificar no es una garantía contra las pérdidas, pero sí un freno eficaz contra la ruina. Una mala inversión puede restar, pero una mala gestión del riesgo puede acabar con todo.

La prudencia como estrategia rentable

La diversificación es, en definitiva, el principio que diferencia al inversor disciplinado del jugador impulsivo. Su propósito no es eliminar el riesgo, sino hacerlo manejable; no es maximizar las ganancias inmediatas, sino garantizar la continuidad a largo plazo.

En los mercados financieros, quien diversifica no siempre gana más, pero casi siempre pierde menos. Y esa diferencia, acumulada con el tiempo, es la que separa el éxito sostenido del naufragio.

En un entorno donde la velocidad, la especulación y la inmediatez dominan, la diversificación sigue siendo una forma de sensatez. No promete milagros, pero ofrece algo más valioso: consistencia, estabilidad y capacidad de resistir.

Diversificar es, al fin y al cabo, el modo en que el inversor prudente cultiva su huerto financiero: sembrando en distintos terrenos, cuidando el conjunto y confiando en que la cosecha, aunque irregular, siempre llegará.


1 de marzo de 2022

Así funciona la compraventa de valores en los Mercados Bursátiles

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Las bolsas nacen casi de una manera espontánea facilitando las transacciones de capital entre compradores y vendedores. Una vez que ya están en funcionamiento constante no queda más remedio que darles una entidad legal para que las operaciones que en ellas se realicen gocen de validez jurídica. El funcionamiento de los mercados de compraventa de acciones, junto a su modo de operación, todavía es bastante desconocido para muchos de los ahorradores que tienen su dinero invertido en acciones de compañías cotizadas.

La Bolsa, definida en el artículo 64 del Código de Comercio de 1829 como un “lugar de reunión de comerciantes y agentes mediadores en donde se conciertan o cumplen las operaciones de contratación de activos mobiliarios”, es un mercado donde se negocian activos financieros poniendo en contacto a empresas y ahorradores con el fin de canalizar el ahorro y la financiación de la inversión a través de una organización regulada, ofreciendo seguridad jurídica y facilitando la accesibilidad a los participantes. A la Bolsa acuden, por tanto, las empresas (haciendo pública su situación financiera) que necesitan recursos monetarios para alcanzar sus objetivos (mercado primario) y los ahorradores que desean obtener una rentabilidad invirtiendo su dinero (mercado secundario). Al imperar la Ley de la Oferta y la Demanda, el precio de los productos financieros que en la Bolsa se negocian son precios objetivos al tener correspondencia directa con el valor que el propio mercado ofrece por ellos. También, las fluctuaciones bursátiles están influenciadas por los ciclos económicos y por las expectativas de futuro.

22 de febrero de 2022

Durante la jubilación también hay vida financiera

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El sistema de pensiones siempre ha actuado como garante de unos ingresos suficientes para aquellas personas que alcanzaban la edad de jubilación. La tasa de sustitución (relación porcentual entre la pensión y el último sueldo) ha sido durante muchos años superior al 80%. Poco a poco, esa tasa de sustitución se ha ido reduciendo y las previsiones para los próximos años son que siga descendiendo. Las reformas que se han llevado a cabo y las venideras han ido e irán encaminadas a hacer un sistema de pensiones sostenible a base de reducir la pensión dineraria. Por culpa de la cuestionada sostenibilidad, habrá que recurrir al ahorro privado para aumentar en todo lo posible esa tasa de sustitución que está en caída libre, llevando consigo que los ahorradores busquen fórmulas para complementar su jubilación.

Durante la etapa de acumulación, el principal riesgo es la falta de crecimiento del capital. Por el contrario, durante la jubilación los principales riesgos son la longevidad, la inflación y la retirada de fondos propios en épocas donde los mercados sean bajistas, ayudando a agotar anticipadamente las reservas de capital.

El desgaste y las malas previsiones sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones han hecho que la mayoría de los ahorradores/inversores se planteen la planificación de su jubilación. Por ese motivo, hay muchos jubilados que han decidido mantenerse invertidos una vez que han llegado a su edad dorada, con la intención de seguir dándole valor a sus ahorros y así evitar que la inflación les vaya disminuyendo la capacidad de poder adquisitivo. En esta etapa, al no tener las mismas necesidades que en la etapa de acumulación, es necesario elaborar un nuevo presupuesto con los importes de las fuentes de ingresos, gastos y, como no, seguir con el hábito del ahorro para evitar posibles problemas financieros durante de jubilación. Los ahorros que no se disponga de ellos tendrán que seguir generando intereses porque puede ocurrir que los gastos superen a los ingresos. Si el monto acumulado se gasta antes de tiempo habrá que conformarse con la pensión pública y en ese caso sí que habrá que adaptar la vida financiera únicamente al subsidio recibido.

15 de febrero de 2022

La economía de la Cadena de Suministro

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La Cadena de Suministro forma parte integral de la estrategia y la logística de la empresa siendo una de las actividades más costosa, de ahí que una parte de los ingresos se destinen a la eficacia de su desarrollo. Siempre tiene en contra al tiempo, la temperatura y el medio de transporte, por eso la necesidad constante de revisar su rendimiento de forma periódica por si fuese necesario atajar los inconvenientes que continuamente van surgiendo. En este sentido, pensemos lo fundamental que resulta en el abastecimiento de productos perecederos (alimentos, flores, etc.) o refrigerados.

Por otro lado, la Cadena de Suministro involucra a todas las operaciones necesarias para que una determinada mercancía llegue al cliente final en unas condiciones óptimas, estando formada, en su conjunto, por proveedores de proveedores y clientes de clientes, relacionando a los diferentes agentes en distintos niveles de producción. Por tanto, se puede definir como el camino de actividades, instalaciones y medios de distribución necesarios para llevar a cabo la venta de un determinado producto en su totalidad, empezando por las materias primas, su transformación, la fabricación, el transporte y la entrega al consumidor a quien va dirigido.

8 de febrero de 2022

¿Qué es la Libertad o Independencia Financiera?

La expresión “vivir de las rentas” forma parte del imaginario colectivo desde hace décadas. Representa la aspiración de una vida sin depender del trabajo diario, financiada por los ingresos generados por el patrimonio acumulado. Sin embargo, ese deseo suele quedar en una declaración de intenciones para muchos. En los últimos años, el concepto ha ganado notoriedad gracias al auge de la divulgación financiera y al empuje de movimientos como el FIRE (Financial Independence, Retire Early. En español, Independencia Financiera, Jubilación Temprana), que promueven alcanzar la llamada libertad financiera o independencia financiera a edades tempranas mediante el ahorro intensivo y la inversión constante.

Uno de los divulgadores más conocidos en popularizar esta idea fue Robert Kiyosaki, autor de Padre Rico, Padre Pobre, quien sostiene que cualquier persona puede lograr la independencia financiera si adquiere los conocimientos adecuados. En la misma línea, el legendario inversor Warren Buffett ha afirmado que, si alguien gasta sistemáticamente menos de lo que gana e invierte con sentido común, acabará acumulando riqueza sin remedio.